Allá por 1994, Iron Man y Gandalf ya le daban a las 'autofotos' en el plató.
Uno es Gandalf, Magneto y Sherlock Holmes, y el otro es Iron Man… y, bueno, también Sherlock Holmes. Y eso, sólo por fijarnos en lo más obvio de sus carreras. Así pues, cabe suponer que juntar a Ian McKellen y Robert Downey Jr. en el mismo lugar concreto de la Tierra provocaría una masa crítica de coolness capaz de mandar nuestro mundo a paseo. Sin embargo, dicha colisión de personalidades ocurrió hace la friolera de 21 años. Y, para colmo, dejó un testimonio en forma de selfie, aunque realizado con una cámara analógica (sin palo, por supuesto) y antes de que se inventara el palabro de marras.
Resulta que, allá por 1994, ambos actores coincidieron en el rodaje de Restauración, un drama histórico tirando a plomizo protagonizado por Downey y en el que Sir Ian intervenía en un papel secundario junto a Sam Neill, Hugh Grant, David Thewlis y Meg Ryan, entre otros. La película anda muy justita de méritos para pasar a la historia, y prácticamente nadie se acordaba hoy de ella… hasta que el veteranísimo británico decidió subir a su Twitter esta autofoto que se tomaron él y su joven colega durante el rodaje. Como por entonces no había redes sociales, y además ninguno de los protagonistas disfrutaba de su fama actual (McKellen era un ilustre del teatro sin demasiada carrera en el cine, mientras que Robert acababa de superar una de sus enésimas caídas en el pozo), el retrato no trascendió. Pero ahora podemos agradecerle a Ian McKellen que, a sus bien llevados 75 años, haya encontrado tiempo para hurgar en sus archivos y ofrecérnoslo.
Resulta que, allá por 1994, ambos actores coincidieron en el rodaje de Restauración, un drama histórico tirando a plomizo protagonizado por Downey y en el que Sir Ian intervenía en un papel secundario junto a Sam Neill, Hugh Grant, David Thewlis y Meg Ryan, entre otros. La película anda muy justita de méritos para pasar a la historia, y prácticamente nadie se acordaba hoy de ella… hasta que el veteranísimo británico decidió subir a su Twitter esta autofoto que se tomaron él y su joven colega durante el rodaje. Como por entonces no había redes sociales, y además ninguno de los protagonistas disfrutaba de su fama actual (McKellen era un ilustre del teatro sin demasiada carrera en el cine, mientras que Robert acababa de superar una de sus enésimas caídas en el pozo), el retrato no trascendió. Pero ahora podemos agradecerle a Ian McKellen que, a sus bien llevados 75 años, haya encontrado tiempo para hurgar en sus archivos y ofrecérnoslo.
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