¡Por fin! Llegó el día en el que vemos 'The Lobster', la nueva película del griego Yorgos Lanthimos, que compite en la Sección Oficial de Cannes cuatro años después de que su anterior trabajo 'Alps'
se viera en el Festival de Venecia de 2011. Tras unos minutos de pánico
al ver que el Gran Teatro Lumière ya estaba hasta los topes -con sus
alrededor de 2000 butacas- a media hora de empezar la proyección en la
insana sesión de las 8.30 de la mañana, se ha habilitado una sala extra
para la prensa. El estrés ha valido la pena, y la cinta de Lanthimos es desde ya una de las grandes favoritas junto a la húngara 'Sons of Saul' de László Nemes.
La segunda cinta de la competición de la jornada es 'The Sea of Trees' de Gus van Sant, fervientemente abucheada por la crítica ante la absurdez y moñería de su conjunto. También, el siempre esperado Woody Allen ha presentado fuera de competición, 'Irrational Man', su último trabajo. Que se parezca demasiado a anteriores trabajos han hecho que la prensa internacional no la haya digerido muy bien y la sitúen por debajo de 'Magia a la luz de la luna' ('Magic In The Moonlight', 2014). Aquí os contamos un poquito más sobre nuestro día de ayer.
Tras dos grandes películas como 'Canino' (2009) y 'Alps' (2011) era normal que hubieran expectativas ante el primer trabajo en inglés del griego Yorgos Lanthimos. El director construye una comedia negra extraña de ciencia ficción en la que muestra una sociedad en la que la soledad es algo tan impensable que no merece la pena la vida y de todo lo que es capaz el ser humano para evitarla, encontrar la pareja perfecta y sentirse amado -o al menos, creerse ilusoriamente amado-.
'The Lobster' profundiza en las contradicciones y convenciones sobre la pareja en una sociedad de un futuro distópico en el que los solteros acuden a un hotel en el que están obligados a encontrar pareja en no más de 45 días...si no lo consiguen, serán convertidos en el animal de su elección y abandonados a su suerte en un bosque cercano. Los protagonistas, descapacitados sociales, se aferran unos a otros fingiendo rasgos insignificantes comunes con tal de enfrentar la soledad -una miopía en común puede ser sufieciente para que una pareja se sienta compatible-, mientras existe un grupo de resistentes, los "Solitarios" que reniegan a los convencionalismos sobre la pareja.
De puesta escena impecable -la geometría de sus planos tan característica en el cine griego-, música violenta, humor negro y bizarro, su crueldad, e interpretaciones hiératicas -sublime todo el reparto, especialmente sus dos protagonistas, Colin Farrel y Rachel Weisz y la falta de escrúpulos de Léa Seydoux- que dan un toque de irrealidad, convierten a 'The Lobster', en la película más ambiciosa de Lanthimos. Especial, violenta, rara y atrevida, divertida e incómoda, la cinta de Yanthimos rompe convencionalismos y abofetea a lo establecido. No me arriesgo mucho a decir que estará en mi top 10 a final de años y esperamos que entre en el Palmarés.
La gente se pregunta por qué un título como 'The Sea of Trees' ha podido colarse en la sección oficial de un festival como el de Cannes, por mucho que su director lleve el nombre de Gus van Sant. En los abucheos se entendía "esto es una tomadura de pelo" y, aunque algo exagerado, lo cierto es que que la cinta no desentonaría como película televisiva de sobremesa. La cinta que, por raro que parezca, es una mezcla entre la serie 'Perdidos' y lo más ñoño de Nicholas Sparks, a veces resulta de lo más absurda y previsible.
En la cinta, Mathew McConaughey interpreta a un científico que viaja a un misterioso y mágico bosque en Japón donde la gente va a suicidarse. Tras su encuentro con un misterioso hombre -Ken Watanabe- en el bosque y una serie de catastróficas desgracias, descubre que merece la pena vivir y que los problemas con su esposa -Naomi Watts- lo fortalecieron para seguir viviendo. Contada a través de flashbacks, el presente en el bosque y el pasado con la historia de la mujer, Gus van Santo no consigue que el espectador entre en el juego de ese bosque perfecto para suicidarse y la magia que le rodea y los continuos accidentes -llegaron a causar carcajadas durante el pase- y la filosofía barata y uso de leyendas japonesas no hacen más que alejar al espectador de ese universo.
Aunque McConaughey hace un esfuerzo máximo por empatizar con su personaje aunque parece que no termina de creéselo. Las pistas que la trama nos va dejando en el presente de la historia, hacen que el pasado adquiera ese toque ñoño 'nicholasparkiano' -sí, me lo acabo de inventar-, hacen que la cinta sea de una previsibilidad casi ridícula y probablemente, una de las peores cintas que veamos en la competición este año.
Lo veíamos venir. Nos temíamos que 'Irrational Man' fuera otra de las películas menores de Woody Allen y la crítica en general la ha encontrado repetitiva y manida. Y no es de extrañar, lo nuevo del neoyorquino tiene mucho de 'Match Point' (2005), pero esta vez mezclado con algo de su mejor comedia, crimen y risas, una cambinación que ya probó con éxito en títulos como 'Delitos y faltas' ('Crimes and Misdemeanors', 1989) o 'Misteriosos asesinato en Manhattan' ('Manhattan Murder Mystery', 1993). Una lástima que el tema sea practicamente el mismo que en 'Match Point', y no sepa aprovechar lo bien que se le da la comedia criminal.
En la película, el profesor de filosofía Abe Lucas sufre una crisis existencial justo cuando llega a una pequeña universidad y conoce a dos mujeres: Rita, una profesora que quiere que la rescate de su matrimonio infeliz y Jill, una alumna aventajada que se convertirá en su mejor amiga. Con esta última, y casualmente, escuchará la conversación de unos estraños que cambiará el objetivo en la vida de Abe, llevándole a cometer una serie de actos que le harán sentirse mejor con su existencia, pero que trastocará el sentido de su relación con Jill y Rita.
La suerte vuelve a ser un elemento recurrente en 'Irrational Man', un elemento que ya se convirtió en la premisa central de alabada 'Match Point'. Aunque juega muy bien esa baza, y su trío protagonista está acertado y congenia en pantalla -Joaquin Phoenix, Emma Stone y Parker Posey-, el ritmo y el clasicismo de su puesta en escena, su similitud con títulos anteriores y sus gags también manidos, hacen que la reflexión sobre el existencialismo, el egoísmo y la suerte, se quede en una capa superficial.
Via:blog de cine
La segunda cinta de la competición de la jornada es 'The Sea of Trees' de Gus van Sant, fervientemente abucheada por la crítica ante la absurdez y moñería de su conjunto. También, el siempre esperado Woody Allen ha presentado fuera de competición, 'Irrational Man', su último trabajo. Que se parezca demasiado a anteriores trabajos han hecho que la prensa internacional no la haya digerido muy bien y la sitúen por debajo de 'Magia a la luz de la luna' ('Magic In The Moonlight', 2014). Aquí os contamos un poquito más sobre nuestro día de ayer.
'The Lobster' de Yorgos Lanthimos
Tras dos grandes películas como 'Canino' (2009) y 'Alps' (2011) era normal que hubieran expectativas ante el primer trabajo en inglés del griego Yorgos Lanthimos. El director construye una comedia negra extraña de ciencia ficción en la que muestra una sociedad en la que la soledad es algo tan impensable que no merece la pena la vida y de todo lo que es capaz el ser humano para evitarla, encontrar la pareja perfecta y sentirse amado -o al menos, creerse ilusoriamente amado-.
'The Lobster' profundiza en las contradicciones y convenciones sobre la pareja en una sociedad de un futuro distópico en el que los solteros acuden a un hotel en el que están obligados a encontrar pareja en no más de 45 días...si no lo consiguen, serán convertidos en el animal de su elección y abandonados a su suerte en un bosque cercano. Los protagonistas, descapacitados sociales, se aferran unos a otros fingiendo rasgos insignificantes comunes con tal de enfrentar la soledad -una miopía en común puede ser sufieciente para que una pareja se sienta compatible-, mientras existe un grupo de resistentes, los "Solitarios" que reniegan a los convencionalismos sobre la pareja.
De puesta escena impecable -la geometría de sus planos tan característica en el cine griego-, música violenta, humor negro y bizarro, su crueldad, e interpretaciones hiératicas -sublime todo el reparto, especialmente sus dos protagonistas, Colin Farrel y Rachel Weisz y la falta de escrúpulos de Léa Seydoux- que dan un toque de irrealidad, convierten a 'The Lobster', en la película más ambiciosa de Lanthimos. Especial, violenta, rara y atrevida, divertida e incómoda, la cinta de Yanthimos rompe convencionalismos y abofetea a lo establecido. No me arriesgo mucho a decir que estará en mi top 10 a final de años y esperamos que entre en el Palmarés.
'The Sea of Trees' de Gus Van Sant
La gente se pregunta por qué un título como 'The Sea of Trees' ha podido colarse en la sección oficial de un festival como el de Cannes, por mucho que su director lleve el nombre de Gus van Sant. En los abucheos se entendía "esto es una tomadura de pelo" y, aunque algo exagerado, lo cierto es que que la cinta no desentonaría como película televisiva de sobremesa. La cinta que, por raro que parezca, es una mezcla entre la serie 'Perdidos' y lo más ñoño de Nicholas Sparks, a veces resulta de lo más absurda y previsible.
En la cinta, Mathew McConaughey interpreta a un científico que viaja a un misterioso y mágico bosque en Japón donde la gente va a suicidarse. Tras su encuentro con un misterioso hombre -Ken Watanabe- en el bosque y una serie de catastróficas desgracias, descubre que merece la pena vivir y que los problemas con su esposa -Naomi Watts- lo fortalecieron para seguir viviendo. Contada a través de flashbacks, el presente en el bosque y el pasado con la historia de la mujer, Gus van Santo no consigue que el espectador entre en el juego de ese bosque perfecto para suicidarse y la magia que le rodea y los continuos accidentes -llegaron a causar carcajadas durante el pase- y la filosofía barata y uso de leyendas japonesas no hacen más que alejar al espectador de ese universo.
Aunque McConaughey hace un esfuerzo máximo por empatizar con su personaje aunque parece que no termina de creéselo. Las pistas que la trama nos va dejando en el presente de la historia, hacen que el pasado adquiera ese toque ñoño 'nicholasparkiano' -sí, me lo acabo de inventar-, hacen que la cinta sea de una previsibilidad casi ridícula y probablemente, una de las peores cintas que veamos en la competición este año.
'Irrational Man' de Woody Allen
Lo veíamos venir. Nos temíamos que 'Irrational Man' fuera otra de las películas menores de Woody Allen y la crítica en general la ha encontrado repetitiva y manida. Y no es de extrañar, lo nuevo del neoyorquino tiene mucho de 'Match Point' (2005), pero esta vez mezclado con algo de su mejor comedia, crimen y risas, una cambinación que ya probó con éxito en títulos como 'Delitos y faltas' ('Crimes and Misdemeanors', 1989) o 'Misteriosos asesinato en Manhattan' ('Manhattan Murder Mystery', 1993). Una lástima que el tema sea practicamente el mismo que en 'Match Point', y no sepa aprovechar lo bien que se le da la comedia criminal.
En la película, el profesor de filosofía Abe Lucas sufre una crisis existencial justo cuando llega a una pequeña universidad y conoce a dos mujeres: Rita, una profesora que quiere que la rescate de su matrimonio infeliz y Jill, una alumna aventajada que se convertirá en su mejor amiga. Con esta última, y casualmente, escuchará la conversación de unos estraños que cambiará el objetivo en la vida de Abe, llevándole a cometer una serie de actos que le harán sentirse mejor con su existencia, pero que trastocará el sentido de su relación con Jill y Rita.
La suerte vuelve a ser un elemento recurrente en 'Irrational Man', un elemento que ya se convirtió en la premisa central de alabada 'Match Point'. Aunque juega muy bien esa baza, y su trío protagonista está acertado y congenia en pantalla -Joaquin Phoenix, Emma Stone y Parker Posey-, el ritmo y el clasicismo de su puesta en escena, su similitud con títulos anteriores y sus gags también manidos, hacen que la reflexión sobre el existencialismo, el egoísmo y la suerte, se quede en una capa superficial.
Via:blog de cine
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