Hay quorum: según los expertos de la prensa anglosajona, Pixar se ha superado a sí misma con su epopeya psicoanalítica.
Al final, parece que nuestra intuición era buena: tras los primeros signos de entusiasmo en el Festival de Cannes, Del revés se estrena hoy en EE UU… y, de entre todas las emociones posibles, los críticos del otro lado del Atlántico (la mayoría, al menos) se han visto inundados por esa Alegría a la que presta su voz en inglés Amy Poehler. La epopeya psicológica de Pixar, que se estrena en España el 14 de agosto, ha convencido a los expertos no sólo por su densidad emocional, aunque queda claro que aquí nadie saldrá de la sala con el ojo seco, sino también por una puesta en escena que roza el vanguardismo y que hace ver cómo el codirector Pete Docter (quien ya nos retorció los lagrimales con Wall•E y Up), su compinche Ronaldo Del Carmen y su equipo de guionistas se tomaron en serio eso de documentarse. ¿Hasta qué punto coincidirá el público con este dictamen tan entusiasta? Eso nos lo dirán las listas de taquilla: por lo pronto, aquí te presentamos algunos extractos de las opiniones más relevantes que circulan por internet.
“La película de Pete Docter resuelve un espinoso problema filosófico con las herramientas características de Pixar: extravagancia, sinceridad y literalidad ingeniosa. (…) Del revés es una delicia absoluta: divertida y encantadora, vivaz y llena de sorpresas. También es una defensa de la tristeza, un apólogo sobre la necesidad de la melancolía vestido con los brillantes colores del entretenimiento. Los espectadores más jóvenes se lo pasarán pipa, mientras que aquellos más mayores que Riley seguramente acabarán llorando”. (A. O. Scott, The New York Times)
“[Del revés] no sólo es una idea brillante, sino también la película más atrevida en su concepto que el estudio de Bay Area ha producido jamás. Y eso es decir mucho cuando en tu historial está Wall•E (..) Uno no puede sino imaginarse la burocracia frenética que Andrew Stanton podría haber construido en la sesera de Riley, o la chifladura caótica que podría haber armado Brad Bird. Pero la gente no sólo se fija en Pixar buscando ingenio e inventiva: también ansía esas pequeñas detonaciones de verdad emocional, una marca de la casa desde que Woody conoció a Buzz hace dos décadas. Por suerte, Del revés es la criatura de Pete Docter, el miembro más emocional del establo de John Lasseter, cuyo Up (la última película realmente excepcional de Pixar) no dejó un ojo sin humedecer”. (A. A. Dowd, The AV Club)
“Una niña de 11 años lucha con las emociones que pugnan dentro de su cabeza. Suena como una sesión de terapia. Pero el decimoquinto largometraje de Pixar es otro jalón, un imprescindible triunfo del cine que sube el listón respecto a aquello de lo que es capaz la animación, y que demuestra que la imagen real no tiene el monopolio del arte cinematográfico. Ah, ¿he dicho que también es divertida? Lo es, y muchísimo, salvo en los momentos en los que te estás enjugando las lágrimas”. (Peter Travers, Rolling Stone)
“¿Podría ser Del revés la mejor película de Pixar? Esa pregunta casi está de más, la verdad. En términos objetivos, varias películas anteriores del estudio funcionan mejor en lo que respecta al atractivo de los personajes o los logros narrativos (…) En lo referido a la ambiciosa premisa que la sustenta, sin embargo, Del revés se lleva por delante a las demás, saliendo de la pantalla para convertirse en algo que los espectadores llevarán consigo durante el resto de sus vidas. No hablamos de merchandising o de atracciones en parques temáticos (aunque está claro que habrá mucho de ambas cosas), sino de una elegante e icónica metáfora visual acerca de entender las propias emociones, y de empatizar con las del prójimo”. (Peter DeBruge, Variety)
“Pixar reina soberana, y Del revés te enseña por qué. (…) Dado que al ‘Brain Trust’ de la compañía (que, además de a Pete Docter, incluye a los productores Lasseter y Stanton) se le da tan bien escribir historias, la saga de Del revés tiene hueco para acción vibrante, peligros verosímiles, slapstick de dibujos animados e incluso humor para adultos, como un guiño a Chinatown”. (Kenneth Turan, Los Angeles Times)
“Es de esas películas que cambian para siempre la forma en la que los niños (y tal vez los adultos) hablan sobre sus emociones. (…) Una estructura más sólida para sostener estas emociones hubiera beneficiado a la película, pero, ¿qué serían los sentimientos sin un poco de barullo?” (Alfonso Duralde, The Wrap)
“Un trip de vanguardia de los 60 camuflado de entretenimiento para todos los públicos, Del revés podría haberse titulado El fin de la infancia (…) Si este fuera otro tipo de película, podrías imaginarte que se adentra en el territorio de William S. Burroughs y sus colegas (aunque, en el caso de haber una secuela, tal vez ésta tenga que abordar el efecto de ciertas sustancias sobre la conciencia)”. (Todd McCarthy, The Hollywood Reporter)
“Bajo otras circunstancias, podría ser admirable: una película para niños que no necesita cebras con pelucas afro de colorines. Pero aquí queda demostrado casi lo contrario. Me gustaría decir que Del revés es mejor que el material de siempre, destinado a complacer a los críos, pero más bien me hizo darme cuenta de que complacer a los críos es preferible a complacer a hippies sensibleros de mediana edad”. (Vince Mancini, Filmdrunk)
“Del revés tiene la intrincada interacción entre imagen y sonido que estamos acostumbrados a esperar de Pixar. También luce el humor de tres niveles característico de la compañía, destinado (respectivamente) a niños muy pequeños, jóvenes y adultos, y a los fans de la cultura pop que siempre buscan un guiño inteligente (una categoría aparte dentro de los obsesivos). (…) [La película] puede recordarnos aquella sabia frase de Orson Welles: ‘Tener un final feliz depende, por supuesto, de dónde quieras que acabe tu historia”. (Matt Z. Seitz, RogerEbert.com)
Al final, parece que nuestra intuición era buena: tras los primeros signos de entusiasmo en el Festival de Cannes, Del revés se estrena hoy en EE UU… y, de entre todas las emociones posibles, los críticos del otro lado del Atlántico (la mayoría, al menos) se han visto inundados por esa Alegría a la que presta su voz en inglés Amy Poehler. La epopeya psicológica de Pixar, que se estrena en España el 14 de agosto, ha convencido a los expertos no sólo por su densidad emocional, aunque queda claro que aquí nadie saldrá de la sala con el ojo seco, sino también por una puesta en escena que roza el vanguardismo y que hace ver cómo el codirector Pete Docter (quien ya nos retorció los lagrimales con Wall•E y Up), su compinche Ronaldo Del Carmen y su equipo de guionistas se tomaron en serio eso de documentarse. ¿Hasta qué punto coincidirá el público con este dictamen tan entusiasta? Eso nos lo dirán las listas de taquilla: por lo pronto, aquí te presentamos algunos extractos de las opiniones más relevantes que circulan por internet.
“La película de Pete Docter resuelve un espinoso problema filosófico con las herramientas características de Pixar: extravagancia, sinceridad y literalidad ingeniosa. (…) Del revés es una delicia absoluta: divertida y encantadora, vivaz y llena de sorpresas. También es una defensa de la tristeza, un apólogo sobre la necesidad de la melancolía vestido con los brillantes colores del entretenimiento. Los espectadores más jóvenes se lo pasarán pipa, mientras que aquellos más mayores que Riley seguramente acabarán llorando”. (A. O. Scott, The New York Times)
“[Del revés] no sólo es una idea brillante, sino también la película más atrevida en su concepto que el estudio de Bay Area ha producido jamás. Y eso es decir mucho cuando en tu historial está Wall•E (..) Uno no puede sino imaginarse la burocracia frenética que Andrew Stanton podría haber construido en la sesera de Riley, o la chifladura caótica que podría haber armado Brad Bird. Pero la gente no sólo se fija en Pixar buscando ingenio e inventiva: también ansía esas pequeñas detonaciones de verdad emocional, una marca de la casa desde que Woody conoció a Buzz hace dos décadas. Por suerte, Del revés es la criatura de Pete Docter, el miembro más emocional del establo de John Lasseter, cuyo Up (la última película realmente excepcional de Pixar) no dejó un ojo sin humedecer”. (A. A. Dowd, The AV Club)
“Una niña de 11 años lucha con las emociones que pugnan dentro de su cabeza. Suena como una sesión de terapia. Pero el decimoquinto largometraje de Pixar es otro jalón, un imprescindible triunfo del cine que sube el listón respecto a aquello de lo que es capaz la animación, y que demuestra que la imagen real no tiene el monopolio del arte cinematográfico. Ah, ¿he dicho que también es divertida? Lo es, y muchísimo, salvo en los momentos en los que te estás enjugando las lágrimas”. (Peter Travers, Rolling Stone)
“¿Podría ser Del revés la mejor película de Pixar? Esa pregunta casi está de más, la verdad. En términos objetivos, varias películas anteriores del estudio funcionan mejor en lo que respecta al atractivo de los personajes o los logros narrativos (…) En lo referido a la ambiciosa premisa que la sustenta, sin embargo, Del revés se lleva por delante a las demás, saliendo de la pantalla para convertirse en algo que los espectadores llevarán consigo durante el resto de sus vidas. No hablamos de merchandising o de atracciones en parques temáticos (aunque está claro que habrá mucho de ambas cosas), sino de una elegante e icónica metáfora visual acerca de entender las propias emociones, y de empatizar con las del prójimo”. (Peter DeBruge, Variety)
“Pixar reina soberana, y Del revés te enseña por qué. (…) Dado que al ‘Brain Trust’ de la compañía (que, además de a Pete Docter, incluye a los productores Lasseter y Stanton) se le da tan bien escribir historias, la saga de Del revés tiene hueco para acción vibrante, peligros verosímiles, slapstick de dibujos animados e incluso humor para adultos, como un guiño a Chinatown”. (Kenneth Turan, Los Angeles Times)
“Es de esas películas que cambian para siempre la forma en la que los niños (y tal vez los adultos) hablan sobre sus emociones. (…) Una estructura más sólida para sostener estas emociones hubiera beneficiado a la película, pero, ¿qué serían los sentimientos sin un poco de barullo?” (Alfonso Duralde, The Wrap)
“Un trip de vanguardia de los 60 camuflado de entretenimiento para todos los públicos, Del revés podría haberse titulado El fin de la infancia (…) Si este fuera otro tipo de película, podrías imaginarte que se adentra en el territorio de William S. Burroughs y sus colegas (aunque, en el caso de haber una secuela, tal vez ésta tenga que abordar el efecto de ciertas sustancias sobre la conciencia)”. (Todd McCarthy, The Hollywood Reporter)
“Bajo otras circunstancias, podría ser admirable: una película para niños que no necesita cebras con pelucas afro de colorines. Pero aquí queda demostrado casi lo contrario. Me gustaría decir que Del revés es mejor que el material de siempre, destinado a complacer a los críos, pero más bien me hizo darme cuenta de que complacer a los críos es preferible a complacer a hippies sensibleros de mediana edad”. (Vince Mancini, Filmdrunk)
“Del revés tiene la intrincada interacción entre imagen y sonido que estamos acostumbrados a esperar de Pixar. También luce el humor de tres niveles característico de la compañía, destinado (respectivamente) a niños muy pequeños, jóvenes y adultos, y a los fans de la cultura pop que siempre buscan un guiño inteligente (una categoría aparte dentro de los obsesivos). (…) [La película] puede recordarnos aquella sabia frase de Orson Welles: ‘Tener un final feliz depende, por supuesto, de dónde quieras que acabe tu historia”. (Matt Z. Seitz, RogerEbert.com)
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