Aprended, Loki y Ultrón: el fallecido actor inglés lució malignidad y
cuerdas vocales en 'The Return of Captain Invincible', una parodia del
cine superheróico.
No es ningún secreto que, además de actuar estupendamente y tener una biografía capaz de llenar varios libros, a Christopher Lee se le daba muy bien cantar. Dotado con una sonora voz de bajo, el intérprete británico (fallecido el pasado 7 de junio a los 93 años) hizo sus pinitos en los mundos de la ópera y el power metal, grabando discos conceptuales plenos de guitarrazos e incluso villancicos satánicos como el éxito anti-navideño Jingle Hell. Ahora bien: si las cuerdas vocales de Lee eran así de poderosas, ¿cómo es que en su extensísima carrera no hubo ningún musical? Pues sí que lo hubo… sólo que también destacaba como una de las películas más fallidas de toda su filmografía.
El filme en cuestión se tituló The Return of Captain Invencible, y resulta extrañamente actual pese a haberse estrenado en 1983: hablamos de una parodia cantarina del cine de superhéroes, con Alan Arkin interpretando al aventurero titular. Además de contra un pertinaz alcoholismo y la Caza de Brujas de McCarthy (el argumento transcurre en 1950), el Capitán Invencible debía luchar en la película contra su archienemigo Mr. Midnight, un supervillano de la vieja escuela encarnado por Lee. Realizada con un presupuesto de risa, y envuelta en problemas de producción, The Return of Captain Invincible ha pasado a la historia como un tremendo fracaso de taquilla, pero posee elementos que la convierten en reivindicable: su revisión irónica del género, ser una de las películas favoritas del escritor Terry Pratchett, y contar con varias canciones escritas por Richard O’Brien, el autor de The Rocky Horror Show.
A continuación, os presentamos dos de esos números, asegurando que en ellos no hay desperdicio. El primero, Mr. Midnight, es una presentación del personaje muy estilosa y a ritmo de jazz cantada a dúo por Lee y Arkin, mientras que en el segundo (Name Your Poison) el villano se olvida de los rayos de la muerte, las trampas ingeniosas y demás herramientas de su gremio para tentar al Capitán Invencible con su kryptonita particular: el bebercio. Echadles un vistazo y comprobaréis que, cuando decimos que Christopher Lee era muy grande, no nos referimos sólo a su metro noventa y cinco de estatura.
Via:Cinemania
No es ningún secreto que, además de actuar estupendamente y tener una biografía capaz de llenar varios libros, a Christopher Lee se le daba muy bien cantar. Dotado con una sonora voz de bajo, el intérprete británico (fallecido el pasado 7 de junio a los 93 años) hizo sus pinitos en los mundos de la ópera y el power metal, grabando discos conceptuales plenos de guitarrazos e incluso villancicos satánicos como el éxito anti-navideño Jingle Hell. Ahora bien: si las cuerdas vocales de Lee eran así de poderosas, ¿cómo es que en su extensísima carrera no hubo ningún musical? Pues sí que lo hubo… sólo que también destacaba como una de las películas más fallidas de toda su filmografía.
El filme en cuestión se tituló The Return of Captain Invencible, y resulta extrañamente actual pese a haberse estrenado en 1983: hablamos de una parodia cantarina del cine de superhéroes, con Alan Arkin interpretando al aventurero titular. Además de contra un pertinaz alcoholismo y la Caza de Brujas de McCarthy (el argumento transcurre en 1950), el Capitán Invencible debía luchar en la película contra su archienemigo Mr. Midnight, un supervillano de la vieja escuela encarnado por Lee. Realizada con un presupuesto de risa, y envuelta en problemas de producción, The Return of Captain Invincible ha pasado a la historia como un tremendo fracaso de taquilla, pero posee elementos que la convierten en reivindicable: su revisión irónica del género, ser una de las películas favoritas del escritor Terry Pratchett, y contar con varias canciones escritas por Richard O’Brien, el autor de The Rocky Horror Show.
A continuación, os presentamos dos de esos números, asegurando que en ellos no hay desperdicio. El primero, Mr. Midnight, es una presentación del personaje muy estilosa y a ritmo de jazz cantada a dúo por Lee y Arkin, mientras que en el segundo (Name Your Poison) el villano se olvida de los rayos de la muerte, las trampas ingeniosas y demás herramientas de su gremio para tentar al Capitán Invencible con su kryptonita particular: el bebercio. Echadles un vistazo y comprobaréis que, cuando decimos que Christopher Lee era muy grande, no nos referimos sólo a su metro noventa y cinco de estatura.
Via:Cinemania
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