¿Quién se atreve a rechazar a la saga galáctica? Daniel Craig ha sido el último (o eso dice él), pero está lejos de ser el primero.
Sabemos que, para ser el hombre más peligroso del MI6, hace falta cierta rudeza y propensión a meterse en líos. Pero lo que no nos esperábamos era que el mismísimo James Bond le plantase cara de golpe a toda la Galaxia Muy, Muy Lejana. O, lo que es lo mismo, que Daniel Craig respondiese con tanta chulería a una pregunta sobre su posible cameo como stormtrooper en Star Wars: El despertar de la Fuerza. Consultado por la revista Entertainment Weekly acerca del rumor, lanzado por Simon Pegg, el intérprete de 007 replicó de esta manera (vía The Guardian): “¿Por qué debería molestarme en hacer una cosa así? ¡Me cago en todo! ¿Salir yo en una película haciendo de extra?”. Por si no bastase con el desplante, Daniel Craig prosigue tomándola con Pegg: “Tienes que hablar con Simon sobre el tema: está claro que él sabe más que yo. Está celoso porque no va a salir en El despertar de la Fuerza: tuvo un problema con J. J. Abrams, o algo así. No sé qué coño fue”.
Ante semejantes declaraciones, tenemos tres cosas más o menos claras. La primera, que Craig es mucho más malhablado de lo que nos esperábamos en un gentleman con licencia para matar (habrá que ver si suelta tantos tacos seguidos en Spectre). La segunda, que tal vez nos esté tomando el pelo, porque (gracias a cierto making of hecho público en la Comic-Con de San Diego) sabemos que Simon Pegg sí estará en Star Wars: El despertar de la Fuerza, embutido en látex para encarnar a un alienígena escamoso. Y la tercera, que si todo esto no es un bromazo (cosa muy posible: Craig tiene una sólida reputación como warsie), su nombre pasará a engrosar esta lista de intérpretes que rechazaron papeles en la saga de George Lucas. Una lista que, como verás a continuación, contiene nombres de más volumen que varias Estrellas de la Muerte juntas…
¿Quién pudo haber sido? Pues, por supuesto, la princesa Leia: junto con Karen Allen y Sissy Spacek (que se presentó a las audiciones de Star Wars porque se celebraban al mismo tiempo que las de Carrie), la futura actriz de El silencio de los corderos fue una de las opciones que Lucas se tomó más en serio para nuestra senadora galáctica favorita.
¿Por qué lo rechazó? Con quince añitos, y recién convertida en piedra de escándalo debido a Taxi Driver, Foster seguía bajo contrato con Disney, lo cual le obligó a simultanear el rodaje de Bugsy Malone, nieto de Al Capone (un musical bastante delirante dirigido por Alan Parker) con el de la versión original de Viernes loco. Así las cosas, prefirió declinar la oferta debido al exceso de trabajo, y también con la confianza de encontrar proyectos más ‘serios’ en el futuro. Pese a todo, reconoce que hubo momentos en los que se lo pensó dos veces (“Cuando empezaron las audiciones, buscaban gente mucho más joven para los protagonistas, algo que cambiaron después”) y que participar en el Episodio IV “habría sido divertido”.
¿Quién pudo haber sido? Nada menos que Anakin Skywalker: allá por 2000, los rumores de que un DiCaprio aún joven, aún esbelto y más sex symbol que nunca gracias a Titanic iba a interpretar al futuro Darth Vader en El ataque de los clones circularon por la prensa.
¿Por qué lo rechazó? Lisa y llanamente, porque no le apetecía. Con el correr de los años, ‘Leo’ ha reconocido que llegó a reunirse con George Lucas para hablar del papel, pero que sus conversaciones con el patriarca galáctico le dejaron bastante frío: “No me sentía preparado para meterme en un lío así en aquel momento”, comentó. Por otra parte, señalemos que, a DiCaprio, las cosas de Star Wars sí que le gustan mucho… hasta el punto de criticar duramente la elección de J. J. Abrams como director del Episodio VIII: “Me parece inverosímil: ese tío va a cargarse la saga”, exclamó durante la promoción de El gran Gatsby en 2013.
¿Quién pudo haber sido? Más dispuesto que nunca a meterse en embolaos (¿recuerdas su papel en Hannibal, todo desfigurado él?) el iracundo Oldman casi acepta la oferta de Lucas para prestarle su voz al General Grievous, el cyborg asesino de cuatro brazos al que conocimos en las precuelas.
¿Por qué lo rechazó? Por una cuestión de solidaridad laboral, aunque parezca raro: tras haber hecho las pertinentes pruebas, y cuando parecía que su incorporación a la saga era un hecho, Gary Oldman descubrió que Lucasfilm estaba contratando intérpretes sin el carnet del Sindicato de Actores de EE UU. Así las cosas, prefirió dejar a con un palmo de narices a ‘tío George’, quien finalmente escogió a Matthew Wood, un veterano currante de la saga que (por cosas contractuales) ni siquiera pudo firmar su trabajo. Todo esto no impidió que Oldman se tomara en serio la posibilidad de aparecer en El despertar de la Fuerza, aunque sin tomarse muy en serio su posible incorporación: “Ahora soy mucho más cínico”, dejó caer en 2013.
¿Quién pudo haber sido? Pues no uno, sino dos personajes: primero, Lucas le ofreció el rol de Obi-wan Kenobi. Y, cuando Mifune dijo “nones”, el director se planteó rediseñar a Darth Vader para que éste apareciera más samurái que nunca… y sin máscara.
¿Por qué lo rechazó? Según su hija, Mika Mifune, el actor fetiche de Akira Kurosawa jamás se tomó en serio la posibilidad de aparecer en Star Wars porque le parecía una película para niños. Y, sospechamos, porque había salido bastante escaldado de experiencias en el cine occidental como Infierno en el Pacífico y Sol rojo. Menuda ocasión se perdió el Imperio, no obstante: de haberse enfrentado a una fuerza de la naturaleza como Mifune (quien, todo sea dicho, acabó realizando un cameo para el amiguete Steven Spielberg en su 1941, dos años más tarde), la Alianza Rebelde no hubiese tenido ni media oportunidad.
¿Quién pudo haber sido? Si te cuesta imaginarte a Benicio con la cara pintada como Darth Maul, no te culpamos. Pero que sepas que el cachas latino (cada vez más afianzado como estrella gracias a Sospechosos habituales y Miedo y asco en Las Vegas) estuvo a punto de batirse con Liam Neeson y Ewan McGregor en La amenaza fantasma.
¿Por qué lo rechazó? Como todos sabemos, George Lucas es un as en muchas cosas, pero los diálogos no son precisamente lo suyo. Así pues, Benicio descubrió un buen día que el director le había dejado con sólo tres líneas en todo el guión, optando por mandarle a paseo y dejándole el camino libre al artista marcial Ray Park. Una decisión que, estamos seguros, debió dejarle partido en dos: vosotros nos entendéis.
¿Quién pudo haber sido? En realidad, Terence Stamp sí que llegó a aparecer como el senador Valorum en La amenaza fantasma. Pero, tras rodar esa película, se retiró de la saga obligando a eliminar al personaje de las otras dos precuelas. Que se bajó del Halcón Milenario en marcha, vamos.
¿Por qué lo rechazó? El actor de El coleccionista y Superman II es otro de tantos que han renegado del estilo de George Lucas como director: “Puede que sea un visionario, y puede que sus efectos y sus juguetitos se le den muy bien, pero los actores no le interesan mucho”, declaró. Y, después, entró en detalles: “Un buen día, llego al plató y pregunto: ‘¿Dónde está Natalie [Portman]?’. Entonces, Lucas me señala un pedazo de papel pegado a una pared y me dice: ‘Ahí está Natalie’. Era un aburrimiento”. Que se sepa, al menos, Terence no tuvo que oír aquello de “más rápido y más intenso”.
¿Quién pudo haber sido? Al inmenso actor inglés que fue Drácula, Saruman y Fu Manchú no solían dolerle prendas en aceptar papeles bien pagados, por ridículos que estos fueran. Así pues, ¿por qué no quiso interpretar al Gran Moff Tarkin en 1977?
¿Por qué lo rechazó? Señalemos que, entre 1976 y 1977, Lee estrenó nueve películas (entre ellas, la superproducción Aeropuerto 77 e Invasión de las estrellas, una película de ciencia-ficción bastante cutre) aparte de aparecer en varios capítulos de la serie La conquista del oeste. Así pues, andaba bastante atareado, con lo que recomendó a su viejo amigo Peter Cushing para hacerse cargo del papel. Casi un cuarto de siglo después, y más famoso que nunca gracias a El Señor de los anillos, se resarció vistiendo la capa negra del conde Dooku en El ataque de los clones y La venganza de los Sith.
¿Quién pudo haber sido? Aquí no estamos hablando de un actor, pero sí de un marionetista excelso: el creador de los Muppets fue la primera persona en la que pensó George Lucas (con quien siempre se llevó muy bien) para prestar sus movimientos y su voz al maestro Yoda.
¿Por qué lo rechazó? No se sabe. Aun así, cabe tener en cuenta que Henson era un culo de mal asiento, siempre embarcado en mil y una aventuras, y que en 1976 había comenzado a dirigir el show de Los Teleñecos. Si se hubiera hecho cargo de la tarea, habría sido un punto oír al vecino más ilustre de Dagobah hablando con la voz de la rana Gustavo, y está claro que sus conocimientos le hubieran venido de perlas al rodaje de El Imperio contraataca. Pero el director y titiritero optó por declinar, recomendándole a Lucas que le encomendase el papel a Frank Oz, el intérprete de Miss Piggy.
¿Quién pudo haber sido? Han Solo, el personaje de Star Wars al que más costó poner cara. Además de Caan, otros actores que optaron al rol (bien rechazándolo, bien quedándose en las audiciones) fueron Christopher Walken, Burt Reynolds, Nick Nolte, Burt Reynolds, Kurt Russell y Sylvester Stallone.
¿Por qué lo rechazó? Porque Caan estaba en una época en la que, armado con el prestigio que le daba su participación en El Padrino, rechazaba casi todo lo que se le ponía por delante, desde Apocalypse Now hasta Superman, pasando por Encuentros en la tercera fase. Claro que cuando uno dice “no” a esos peliculones para hacer Rollerball, como que a la larga debe escocer un poco. De otra forma, no nos explicamos unas declaraciones posteriores de Caan en las que, hablando sobre su oportunidad para interpretar al contrabandista corelliano, sentenció: “En realidad, no querían un actor. Por eso eligieron a Harrison”.
¿Quién pudo haber sido? De la misma manera que su eterno rival Robert DeNiro, Pacino también rechazó la posibilidad de convertirse en Han Solo. Algo que ha quedado para los restos como el “¿Y si…?” más importante de la historia de Star Wars.
¿Por qué lo rechazó? “El papel era mío, si lo quería. El problema era que no entendía el guión”, soltó un cachondo Al durante una conferencia en Londres en 2013. El chascarrillo es entretenido, qué duda cabe, pero nosotros podemos añadir más cosas. Por ejemplo, que por entonces Lucas y Francis Ford Coppola eran amigos del alma, y que (tras los dos primeros Padrinos) Pacino sabía con quiénes se jugaba los cuartos: “Ya me huelo como va a ser esto: yo, hundido en el barro, y tú dándome órdenes desde un helicóptero”, le había soltado a Coppola cuando éste le ofreció el rol protagonista en Apocalypse Now (un proyecto que, recordemos, fue escrito pensando en que lo dirigiese Lucas). Frente a tantos desdenes, George acabó pensando en ese actor ocasional al que Francis y él ofrecían papeles secundarios cuando podían, y que ya se había asomado a los fotogramas de American Graffiti. ¿Hace falta decir cómo se llamaba?
Via:cinemania
Sabemos que, para ser el hombre más peligroso del MI6, hace falta cierta rudeza y propensión a meterse en líos. Pero lo que no nos esperábamos era que el mismísimo James Bond le plantase cara de golpe a toda la Galaxia Muy, Muy Lejana. O, lo que es lo mismo, que Daniel Craig respondiese con tanta chulería a una pregunta sobre su posible cameo como stormtrooper en Star Wars: El despertar de la Fuerza. Consultado por la revista Entertainment Weekly acerca del rumor, lanzado por Simon Pegg, el intérprete de 007 replicó de esta manera (vía The Guardian): “¿Por qué debería molestarme en hacer una cosa así? ¡Me cago en todo! ¿Salir yo en una película haciendo de extra?”. Por si no bastase con el desplante, Daniel Craig prosigue tomándola con Pegg: “Tienes que hablar con Simon sobre el tema: está claro que él sabe más que yo. Está celoso porque no va a salir en El despertar de la Fuerza: tuvo un problema con J. J. Abrams, o algo así. No sé qué coño fue”.
Ante semejantes declaraciones, tenemos tres cosas más o menos claras. La primera, que Craig es mucho más malhablado de lo que nos esperábamos en un gentleman con licencia para matar (habrá que ver si suelta tantos tacos seguidos en Spectre). La segunda, que tal vez nos esté tomando el pelo, porque (gracias a cierto making of hecho público en la Comic-Con de San Diego) sabemos que Simon Pegg sí estará en Star Wars: El despertar de la Fuerza, embutido en látex para encarnar a un alienígena escamoso. Y la tercera, que si todo esto no es un bromazo (cosa muy posible: Craig tiene una sólida reputación como warsie), su nombre pasará a engrosar esta lista de intérpretes que rechazaron papeles en la saga de George Lucas. Una lista que, como verás a continuación, contiene nombres de más volumen que varias Estrellas de la Muerte juntas…
Jodie Foster
¿Quién pudo haber sido? Pues, por supuesto, la princesa Leia: junto con Karen Allen y Sissy Spacek (que se presentó a las audiciones de Star Wars porque se celebraban al mismo tiempo que las de Carrie), la futura actriz de El silencio de los corderos fue una de las opciones que Lucas se tomó más en serio para nuestra senadora galáctica favorita.
¿Por qué lo rechazó? Con quince añitos, y recién convertida en piedra de escándalo debido a Taxi Driver, Foster seguía bajo contrato con Disney, lo cual le obligó a simultanear el rodaje de Bugsy Malone, nieto de Al Capone (un musical bastante delirante dirigido por Alan Parker) con el de la versión original de Viernes loco. Así las cosas, prefirió declinar la oferta debido al exceso de trabajo, y también con la confianza de encontrar proyectos más ‘serios’ en el futuro. Pese a todo, reconoce que hubo momentos en los que se lo pensó dos veces (“Cuando empezaron las audiciones, buscaban gente mucho más joven para los protagonistas, algo que cambiaron después”) y que participar en el Episodio IV “habría sido divertido”.
Leonardo DiCaprio
¿Quién pudo haber sido? Nada menos que Anakin Skywalker: allá por 2000, los rumores de que un DiCaprio aún joven, aún esbelto y más sex symbol que nunca gracias a Titanic iba a interpretar al futuro Darth Vader en El ataque de los clones circularon por la prensa.
¿Por qué lo rechazó? Lisa y llanamente, porque no le apetecía. Con el correr de los años, ‘Leo’ ha reconocido que llegó a reunirse con George Lucas para hablar del papel, pero que sus conversaciones con el patriarca galáctico le dejaron bastante frío: “No me sentía preparado para meterme en un lío así en aquel momento”, comentó. Por otra parte, señalemos que, a DiCaprio, las cosas de Star Wars sí que le gustan mucho… hasta el punto de criticar duramente la elección de J. J. Abrams como director del Episodio VIII: “Me parece inverosímil: ese tío va a cargarse la saga”, exclamó durante la promoción de El gran Gatsby en 2013.
Gary Oldman
¿Quién pudo haber sido? Más dispuesto que nunca a meterse en embolaos (¿recuerdas su papel en Hannibal, todo desfigurado él?) el iracundo Oldman casi acepta la oferta de Lucas para prestarle su voz al General Grievous, el cyborg asesino de cuatro brazos al que conocimos en las precuelas.
¿Por qué lo rechazó? Por una cuestión de solidaridad laboral, aunque parezca raro: tras haber hecho las pertinentes pruebas, y cuando parecía que su incorporación a la saga era un hecho, Gary Oldman descubrió que Lucasfilm estaba contratando intérpretes sin el carnet del Sindicato de Actores de EE UU. Así las cosas, prefirió dejar a con un palmo de narices a ‘tío George’, quien finalmente escogió a Matthew Wood, un veterano currante de la saga que (por cosas contractuales) ni siquiera pudo firmar su trabajo. Todo esto no impidió que Oldman se tomara en serio la posibilidad de aparecer en El despertar de la Fuerza, aunque sin tomarse muy en serio su posible incorporación: “Ahora soy mucho más cínico”, dejó caer en 2013.
Toshiro Mifune
¿Quién pudo haber sido? Pues no uno, sino dos personajes: primero, Lucas le ofreció el rol de Obi-wan Kenobi. Y, cuando Mifune dijo “nones”, el director se planteó rediseñar a Darth Vader para que éste apareciera más samurái que nunca… y sin máscara.
¿Por qué lo rechazó? Según su hija, Mika Mifune, el actor fetiche de Akira Kurosawa jamás se tomó en serio la posibilidad de aparecer en Star Wars porque le parecía una película para niños. Y, sospechamos, porque había salido bastante escaldado de experiencias en el cine occidental como Infierno en el Pacífico y Sol rojo. Menuda ocasión se perdió el Imperio, no obstante: de haberse enfrentado a una fuerza de la naturaleza como Mifune (quien, todo sea dicho, acabó realizando un cameo para el amiguete Steven Spielberg en su 1941, dos años más tarde), la Alianza Rebelde no hubiese tenido ni media oportunidad.
Benicio Del Toro
¿Quién pudo haber sido? Si te cuesta imaginarte a Benicio con la cara pintada como Darth Maul, no te culpamos. Pero que sepas que el cachas latino (cada vez más afianzado como estrella gracias a Sospechosos habituales y Miedo y asco en Las Vegas) estuvo a punto de batirse con Liam Neeson y Ewan McGregor en La amenaza fantasma.
¿Por qué lo rechazó? Como todos sabemos, George Lucas es un as en muchas cosas, pero los diálogos no son precisamente lo suyo. Así pues, Benicio descubrió un buen día que el director le había dejado con sólo tres líneas en todo el guión, optando por mandarle a paseo y dejándole el camino libre al artista marcial Ray Park. Una decisión que, estamos seguros, debió dejarle partido en dos: vosotros nos entendéis.
Terence Stamp
¿Quién pudo haber sido? En realidad, Terence Stamp sí que llegó a aparecer como el senador Valorum en La amenaza fantasma. Pero, tras rodar esa película, se retiró de la saga obligando a eliminar al personaje de las otras dos precuelas. Que se bajó del Halcón Milenario en marcha, vamos.
¿Por qué lo rechazó? El actor de El coleccionista y Superman II es otro de tantos que han renegado del estilo de George Lucas como director: “Puede que sea un visionario, y puede que sus efectos y sus juguetitos se le den muy bien, pero los actores no le interesan mucho”, declaró. Y, después, entró en detalles: “Un buen día, llego al plató y pregunto: ‘¿Dónde está Natalie [Portman]?’. Entonces, Lucas me señala un pedazo de papel pegado a una pared y me dice: ‘Ahí está Natalie’. Era un aburrimiento”. Que se sepa, al menos, Terence no tuvo que oír aquello de “más rápido y más intenso”.
Christopher Lee
¿Quién pudo haber sido? Al inmenso actor inglés que fue Drácula, Saruman y Fu Manchú no solían dolerle prendas en aceptar papeles bien pagados, por ridículos que estos fueran. Así pues, ¿por qué no quiso interpretar al Gran Moff Tarkin en 1977?
¿Por qué lo rechazó? Señalemos que, entre 1976 y 1977, Lee estrenó nueve películas (entre ellas, la superproducción Aeropuerto 77 e Invasión de las estrellas, una película de ciencia-ficción bastante cutre) aparte de aparecer en varios capítulos de la serie La conquista del oeste. Así pues, andaba bastante atareado, con lo que recomendó a su viejo amigo Peter Cushing para hacerse cargo del papel. Casi un cuarto de siglo después, y más famoso que nunca gracias a El Señor de los anillos, se resarció vistiendo la capa negra del conde Dooku en El ataque de los clones y La venganza de los Sith.
Jim Henson
¿Quién pudo haber sido? Aquí no estamos hablando de un actor, pero sí de un marionetista excelso: el creador de los Muppets fue la primera persona en la que pensó George Lucas (con quien siempre se llevó muy bien) para prestar sus movimientos y su voz al maestro Yoda.
¿Por qué lo rechazó? No se sabe. Aun así, cabe tener en cuenta que Henson era un culo de mal asiento, siempre embarcado en mil y una aventuras, y que en 1976 había comenzado a dirigir el show de Los Teleñecos. Si se hubiera hecho cargo de la tarea, habría sido un punto oír al vecino más ilustre de Dagobah hablando con la voz de la rana Gustavo, y está claro que sus conocimientos le hubieran venido de perlas al rodaje de El Imperio contraataca. Pero el director y titiritero optó por declinar, recomendándole a Lucas que le encomendase el papel a Frank Oz, el intérprete de Miss Piggy.
James Caan
¿Quién pudo haber sido? Han Solo, el personaje de Star Wars al que más costó poner cara. Además de Caan, otros actores que optaron al rol (bien rechazándolo, bien quedándose en las audiciones) fueron Christopher Walken, Burt Reynolds, Nick Nolte, Burt Reynolds, Kurt Russell y Sylvester Stallone.
¿Por qué lo rechazó? Porque Caan estaba en una época en la que, armado con el prestigio que le daba su participación en El Padrino, rechazaba casi todo lo que se le ponía por delante, desde Apocalypse Now hasta Superman, pasando por Encuentros en la tercera fase. Claro que cuando uno dice “no” a esos peliculones para hacer Rollerball, como que a la larga debe escocer un poco. De otra forma, no nos explicamos unas declaraciones posteriores de Caan en las que, hablando sobre su oportunidad para interpretar al contrabandista corelliano, sentenció: “En realidad, no querían un actor. Por eso eligieron a Harrison”.
Al Pacino
¿Quién pudo haber sido? De la misma manera que su eterno rival Robert DeNiro, Pacino también rechazó la posibilidad de convertirse en Han Solo. Algo que ha quedado para los restos como el “¿Y si…?” más importante de la historia de Star Wars.
¿Por qué lo rechazó? “El papel era mío, si lo quería. El problema era que no entendía el guión”, soltó un cachondo Al durante una conferencia en Londres en 2013. El chascarrillo es entretenido, qué duda cabe, pero nosotros podemos añadir más cosas. Por ejemplo, que por entonces Lucas y Francis Ford Coppola eran amigos del alma, y que (tras los dos primeros Padrinos) Pacino sabía con quiénes se jugaba los cuartos: “Ya me huelo como va a ser esto: yo, hundido en el barro, y tú dándome órdenes desde un helicóptero”, le había soltado a Coppola cuando éste le ofreció el rol protagonista en Apocalypse Now (un proyecto que, recordemos, fue escrito pensando en que lo dirigiese Lucas). Frente a tantos desdenes, George acabó pensando en ese actor ocasional al que Francis y él ofrecían papeles secundarios cuando podían, y que ya se había asomado a los fotogramas de American Graffiti. ¿Hace falta decir cómo se llamaba?
Via:cinemania
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