El 20 de junio de 1997 llegó a los cines 'Airbag', una comedia de acción que arrasó en taquilla y durante unos meses fue la película española más taquillera de la historia en nuestro país. Aún recuerdo verla pocos días después en una sesión doble con 'Batman y Robin', lo cual seguro que ayudó a que disfrutase más con el tercer largometraje de Juanma Bajo Ulloa. Ya entonces esperaba que no pasase mucho tiempo antes de que rodase algo similar, pero hubo que esperar hasta el 2000 para que gran parte de los implicados volviese a colaborar en 'Año Mariano'.
La cuestión es que la carrera de Bajo Ulloa no tardó en entrar en serias dificultades y desde entonces sólo había estrenado otra cinta, la estimable 'Frágil', en 2005, la cual le puso en una situación económica personal bastante comprometida. Años después anunció que no iba a volver a hacer más cine de autor y está claro que con 'Rey Gitano' busca repetir el éxito de 'Airbag' utilizando ingredientes similares, pero el problema es que el resultado final es bastante malo y su humor incluso ha provocado que me retorciese incómodo en mi butaca en varias ocasiones.
'Rey Gitano', una pérdida de tiempo
Seguro que recordáis que 'Airbag' fue una de las quince comedias de acción que os recomendé hace unos días por mucho que haya ciertos aspectos que no hayan envejecido del todo bien. Mi gran miedo tras ver el poco estimulante tráiler de 'Rey Gitano' era que la frescura de su humor quedase de lado en beneficio de un toque gamberro bastante rancio y que, en líneas generales, todo fuese un cruce entre lo forzado, lo casposo y lo directamente repelente. Me da pena que esta vez el tráiler realmente reflejase lo que es la película.
Siendo justos, ya me inspiraba poca confianza que uno de los personajes principales hubiera recaído en Arturo Valls, un presentador que hace ya bastante que me cae un tanto antipático y que casi prefiero olvidar su experiencia como actor. Aquí tengo que concederle que se mete en su papel de una forma consistente, pero sigue resultando cargante y por ahí empieza a contaminar a toda la película, ya que el comienzo está marcado por el descubrimiento que hace, siendo la investigación vinculada a ello el gran motor narrativo de 'Rey Gitano'.
El problema es el resto de personajes también resultan un tanto pobres, ya que la unión entre patetismo consciente y un gran control de la labia, aunque sea un tanto cuestionable en el caso deKarra Elejalde, nunca llega a tener la chispa necesaria para engancharnos a través de los diálogos y los gags que van apareciendo de tanto en tanto simplemente no tienen gracia. Ya sea por abordar lo excesos de una forma errónea, siendo esta la tendencia dominante, o porque los one-liners resultan entre ridículos, pero en el mal sentido de la palabra, y penosos.
Sin redención posible
Tampoco he quedado demasiado satisfecho con el acabado de la película, ya que en muchas ocasiones se notan los trucajes digitales y eso provocó que me saliera aún más de lo que estaba sucediendo, porque, lo peor de todo, es que tendían a darme la ocasión de ser excesos de acción innecesarios y fuera de lugar. Además, el montaje y el trabajo de puesta en escena de Bajo Ulloa me resultaron un tanto descuidadas, dando la sensación de confiar demasiado en el cuestionable sentido del humor de la película y en el trabajo de los actores para sacar adelante este desaguisado.
La cuestión es que nadie del reparto está capacitado para hacer milagros y convertir en gracioso algo que no lo es, ya que incluso las bromas a costa de la monarquía resultan rancias por mucho que estés deseando que al menos salven la papeleta por esa vía. Sí es cierto que Elejalde y Manuel Manquiña defienden mejor de lo que se merecen a Jose Mari y Primitivo, pero llega un punto en el que hasta sus esfuerzos te dan igual -a eso también ayuda lo suyo su excesiva duración-. Por su parte, el resto del reparto simplemente pasa desapercibido por mucho que lo que la película busque en todo momento es llamar la atención, algo especialmente evidente en el caso de María León.
En definitiva, 'Rey Gitano' es una mala comedia y una peor película con la que queda demostrado que no siempre es una buena idea intentar reproducir lo que tuvo éxito en el pasado, ya que en este caso Bajo Ulloa se pasa completamente de rosca y nos ofrece una cinta que nace ya caducada. Lo que no tengo muy claro si es mejor o peor que la otra pérdida de tiempo que se estrena este viernes, pero tampoco merece la pena pensar demasiado en ello...
Via:blog de cine
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