El llamado plano holandés se consigue inclinando la cámara con un
determinado ángulo, de forma que la imagen se desestabiliza. Este vídeo
recorre sus diversas funciones.
Puede parecer que el cine reciente utiliza más que nunca, incluso demasiado, recursos como el plano holandés, que llena de expresividad a la imagen de forma directa, sencilla y llamativa. No obstante, la técnica de inclinar la cámara para desestabilizar la imagen y transmitir ese mismo desequilibrio al espectador –ya sea como reflejo de la perturbación interna de los personajes o para aumentar la tensión de determinada escena– lleva empleándose desde la época del expresionismo alemán en clásicos como El gabinete del doctor Caligari (1920) y después fue recuperado con gran aclamación por el cine negro en títulos como El tercer hombre (1949).
Eso sí, no es lo mismo un plano ligeramente inclinado como recurso casi imperceptible, en plano Ciudadano Kane (1941) que desestabilizaciones exageradas en las que casi parece que la cámara se vaya a dar la vuelta, como en Posesión infernal (1981) o Haz lo que debas (1989). Cada ángulo de inclinación tiene su propio efecto. El siguiente montaje recopilatorio de Jacob T. Swinney para Fandor recorre los distintos grados de inclinación que pueden encontrarse en los planos holandeses de más de cuarenta películas de todas las épocas, en escala creciente de derrumbe. Siéntate antes de verlo, no sea que te marees.
The Dutch Angle from Fandor Keyframe on Vimeo.
Puede parecer que el cine reciente utiliza más que nunca, incluso demasiado, recursos como el plano holandés, que llena de expresividad a la imagen de forma directa, sencilla y llamativa. No obstante, la técnica de inclinar la cámara para desestabilizar la imagen y transmitir ese mismo desequilibrio al espectador –ya sea como reflejo de la perturbación interna de los personajes o para aumentar la tensión de determinada escena– lleva empleándose desde la época del expresionismo alemán en clásicos como El gabinete del doctor Caligari (1920) y después fue recuperado con gran aclamación por el cine negro en títulos como El tercer hombre (1949).
Eso sí, no es lo mismo un plano ligeramente inclinado como recurso casi imperceptible, en plano Ciudadano Kane (1941) que desestabilizaciones exageradas en las que casi parece que la cámara se vaya a dar la vuelta, como en Posesión infernal (1981) o Haz lo que debas (1989). Cada ángulo de inclinación tiene su propio efecto. El siguiente montaje recopilatorio de Jacob T. Swinney para Fandor recorre los distintos grados de inclinación que pueden encontrarse en los planos holandeses de más de cuarenta películas de todas las épocas, en escala creciente de derrumbe. Siéntate antes de verlo, no sea que te marees.
The Dutch Angle from Fandor Keyframe on Vimeo.
Comentarios