Maureen O'Hara nos ha dejado

Maureendeadohara
Dicen que te fuiste, a la edad de 95 años, mientras dormías, tus familiares escucharon la banda sonora de tu película preferida, la de muchos, 'El hombre tranquilo' ('The Quiet Man', John Ford, 1952). La misma que Steven Spielberg, en su mayor homenaje a Ford, descubrió a muchos como yo, mientras veíamos cómo un extraterrestre hacía reproducir a su mejor amigo una de las secuencias más famosas de la inmortal obra de Ford.
Antes de ello, te paseaste por la Posada de Jamaica de la mano de Hitchcock, encandilaste a Quasimodo como la mejor Esmeralda que ha salido jamás en una pantalla. En tu primera película a las órdenes del mejor, '¡Qué verde era mi valle!' ('How Green Was My Valley', 1941), enterneciste con tu mirada la vida de una familia a la que añoraremos siempre.
Enamoraste a Tyrone Power, Charles Laughton —quien te convenció para ser actriz—, Henry Fonda, Paul Henried, Joel McCrea, John Garfield, pero sobre todo a John Wayne —a quien consideraste siempre como el tipo de hombre ideal—, y de paso a John Ford. Actriz que, como pocas, dio vida a mujeres de fuerte personalidad, cuya presencia era capaz de llenar el plano, de conmover a la cámara. Llegaste incluso a inspirar las facciones de un personaje de cómic, la novia de Flash Gordon.

Tu vida privada te pertenece sólo a ti. La artística la llevaremos siempre con nosotros. Ya puedes ondear al lado de los dos John tu inolvidable pelo y sonreir. Buen viaje, pelirroja.
Via:blog de cine

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