[Berlín 2016] Un día más, un día menos

Danis Tanovic es menos sutil que un bocata de panceta, Yang Chao es insoportablemente pretencioso y Vincent Perez carece de interés... ¿Para cuándo mejorará la Berlinale?
Berlinale_2016
¿De qué se habla en la Berlinale hoy? De que pasan los días y esto no mejora, y de que no es posible que no hubiera otras películas ahí afuera, mejores que las que la Berlinale ha cometido la insensatez de seleccionar este año.
¿Qué hemos visto? 1. Muerte en Sarajevo, de Danis Tanovic. Un hotel que funcina como metáfora de Europa –apropiadamente llamado Hotel Europa—le sirve al bosnio para suministrarnos una serie de sermones sobre la historia del continente y en conreto, cómo no, de los Balcanes. Tanovic, en su línea, tan sutil como un bocata de panceta. 2. Crosscurrent, de Yang Chao. Insoportablemente pretenciosa en su intento de generar lirismo, durante su primera mitad se empeña en que no entendamos nada y durante la segunda se dedica a explicarlo todo. 3. Alone in Berlin, de Vincent Perez. Una demostración de lo poco exigentes que son los programadores del festival a la hora de incluir cine sobre el nazismo en la competición, y de que Vincent Perez es tan carente de interés tras la cámara como lo ha sido durante años delante de ella.
¿Qué has comido? Un pedazo de pizza de espinacas con champiñones, y una cerveza de la República Checa. Una mandarina.
¿Con quién has hablado? Con Colin Firth, protagonista de Genius, que asegura “no entender absolutamente nada sobre cómo funciona el mundo actual”; y con Jude Law, que no entiende a los actores de método: ”Nadie me va a convencer de que, para dar vida a un suicida, un actor tiene que desarrollar instintos suicidas. ¿Por qué, en lugar de eso, no intentan interpretar?”.
¿Qué esperas de la jornada de mañana? A dos directores americanos muy venidos a menos: Spike Lee presenta Chi-raq, una versión de Lisístrata, de Aristófanes, ambientada en las malas calles de Chicago; y Michael Moore estrena ¿Qué invadimos ahora?, en el que vuelve a pasearse por el mundo para demostrar que en ningún sitio se vive tan mal como en Estados Unidos.

Berlinómetro: Después de otra jornada de competición compuesta de medianías, solo L’avenir, de Mia Hansen-Love, tiene lo que hay que tener para ganar el Oso de Oro.
Via:Cinemania

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