'El regalo', retorcida y sorprendente

No es extraño que a muchos actores les entre el gusanillo y prueben suerte en la dirección, dependiendo de cada caso que ellos mismos lideren el reparto o que incluso opten por dejar de lado esa faceta suya para centrarse en la puesta en escena. Lo que sí es menos habitual es que además se encarguen de escribir el guion, por lo que llamaba poderosamente la atención el caso de Joel Edgerton y ‘El regalo’ (‘The Gift’).
Estrenada en Estados Unidos el verano pasado con unas críticas bastante elogiosas, su primer paso por España tuvo lugar durante el pasado Festival de Sitges, donde se llevó para casa se llevó el premio al mejor actor para el propio Edgerton. Este hecho no resulta nada sorprendente una vez vista la película, un retorcido e intrigante pasatiempo de lo más disfrutable que sabe cómo jugar con las expectativas del público.

El inquietante talento de Joel Edgerton

Protagonistas El Regalo
No soy muy amigo de hablar de los argumentos de las películas en mis críticas, pero en este caso creo que es un buen punto de partida para la misma: Una pareja se muda a Los Ángeles porque el marido ha conseguido un nuevo trabajo y un buen día se encuentran con un antiguo compañero de colegio de él, un hombre un tanto peculiar que parece empeñado en que sean amigos.
A priori parece otro acercamiento más a la premisa de un extraño colándose en vidas ajenas con aviesas intenciones, lo cual hubiera condenado a ‘El regalo’ a ser como mucho un entretenimiento cumplidor pero demasiado previsible. Por suerte, Edgerton saber cómo pervertir esos lugares comunes introduciendo paulatinamente giros que cambian la perspectiva del espectador.
Es cierto que el libreto tiene su puntito tramposo, pero el actor australiano sabe cómo manejarlo todo para que no se le escape de las manos, encontrando un equilibrio entre la consistencia narrativa y ese estimulante malrollismo que sobrevuela en todo momento. Esto ayuda a que la intriga permanezca intacta en todo momento y que el ritmo pausado que adopta la película le venga como un guante.
Jason Bateman Joel Edgerton El Regalo
De hecho, una de las grandes virtudes de ‘El regalo’ es que Edgerton encuentra con suma facilidad el tono adecuado y sabe ir controlándolo a medida que introduce nuevos elementos. Todo ello aliñado con una tímida elegancia visual que eleva a la película muy por encima de otros productos similares, aunque sí que es cierto que quizá se deleita más de la cuenta en algunos detalles.
La única pega real que tengo respecto al trabajo ajeno a la interpretación de Edgerton es que pierde un tanto el control durante su tramo final, ya que las sorpresas hasta entonces habían estado bien introducidas y cuadraban perfectamente, pero durante el desenlace huye de esa acertada sutileza de la que había hecho gala hasta entonces, rompiendo así ese suspense que la había convertido en un thriller psicológico muy interesante en todos los frentes.

El gran trío protagonista de ’El regalo’

Joel Edgerton Jason Bateman Rebecca Hall El Regalo
Donde sí que no tengo el más mínimo problema con Edgerton es en su actuación, ya que sabe cómo reflejar las rarezas de Gordo sin mostrar nunca realmente sus cartas, dejando que sea la progresión dramática la que vaya dándole nuevas cartas que él sabe aprovechar a fondo. Casi me cuesta creer que sea el mismo actor que caía en el ridículo en 'Exodus: Dioses y reyes' (‘Exodus: Gods and Kings’) y que estaba bastante perdido en ‘Black Mass: Estrictamente criminal’.
Por suerte para todos, Edgerton no es el único miembro de su trío protagonista -el resto de actores cumplen con holgura en papeles que no van más allá de ser un mero complemento- que brilla en la película. En el caso de Rebecca Hall brilla sobre todo cuando tiene que mostrarse más frágil, mientras que Jason Bateman nos ofrece quizá su mejor trabajo hasta la fecha siguiendo el mismo camino de Edgerton, es decir, evolucionando con la historia sin reventarla de antemano.



En definitiva, ‘El regalo’ es un thriller psicológico que sabe crear cierto estado de inquietud en el espectador a partir de un sutil pero poderoso malrollismo que te hace presenciar con interés una ópera prima en la que Joel Edgerton se revela como un narrador a tener muy en cuenta. Además, sus tres protagonistas elevan aún más el estimulante material que tienen a su disposición y solamente su desenlace desentona un poco con lo visto hasta entonces.
Via:blog de cine

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