El nombre real de Spencer era en realidad Carlo Pedersoli y como tal se hizo famoso como nadador, llegando a ser hasta en siete ocasiones campeón de Italia y representando a su país en las Olimpiadas de 1952 y 1956. En el cine debutó en 1951 con un insignificante papel en 'Quo Vadis', pero no fue hasta 1967 cuando su suerte cambió para siempre al adoptar su nombre artístico. ¿Su origen? Por un lado su gran afición a la cerveza Budweiser y por otro su enorme aprecio hacia el actor Spencer Tracy.
Ese mismo realizó ‘Dios perdona… ¡Yo no!’ (‘Dio perdona... Io no!’) la primera de sus numerosas películas que unían el western y la comeia junto a Terence Hill, un dúo que gozó de una gran acogida por parte del público con cintas como ‘Le llamaban Trinidad’ (‘Lo chiamavano Trinità...’) -y su secuela, posiblemente sus colaboraciones más celebradas-, ‘¡Más fuerte, muchachos!’ (‘...Più forte ragazzi!’) o ‘…y si no, nos enfadamos’ (‘...altrimenti ci arrabbiamo!’).
Por su cuenta y convertido en toda una estrella, Spencer también participó en títulos como el giallo de Dario Argento ‘Cuatro moscas sobre terciopelo gris’ (‘4 mosche di velluto grigio’), ‘Banana Joe’, ‘Aladino‘ (‘Superfantagenio’) o la el thriller español ‘Al límite’. Durante el siglo XXI redujo de forma considerable sus apariciones en la gran pantalla, pero seguía en activo, ya que tenía previsto rodar en breve ‘Keoma Rises’ a las órdenes de Enzo G. Castellari.
Descanse en paz.
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