La maestra del 'Doctor Extraño' opina que ya va siendo hora de que la
Casa de las Ideas le haga hueco en sus películas a las sexualidades no
hetero.
Desde sus ya lejanos comienzos en la profesión, cuando era la musa del muy combativo Derek Jarman, Tilda Swinton ha sido una de las actrices famosas que más se han significado en su defensa de las sexualidades no normativas. Además de lucir una vida privada muy poco heteronormativa (se define como queer, y mantuvo durante muchos años una relación a tres bandas con el dramaturgo John Byrne y el pintor Sandro Kopp), la escocesa nunca ha tenido pelos en la lengua a la hora de hablar de la homofobia, ni tampoco de proponer remedios para atenuar esa lacra. Sin ir más lejos, incorporar superhéroes LGBT (lesbianas, gays, bisexuales o transgénero) al Universo Cinematográfico Marvel.
Promocionando Doctor Extraño, la Swinton ha concedido una entrevista a la revista gay Out (vía Hay una lesbiana en mi sopa) en la que ha hablado largo y tendido sobre la polémica que rodeó a su personaje en el filme. Recordemos que, en su paso de las viñetas a la pantalla, el Anciano del Tíbet se ha transformado de un señor oriental con bigotes a toda una Tilda con la cabeza afeitada, lo cual ha despertado acusaciones de whitewashing y racismo. Además de hablar sobre el particular (“Es irónico que se diga eso hablando de una película con tanta diversidad”, señala) y de elogiar el empeño de la Casa de las Ideas por crear “un universo sin estereotipos ni clichés”, la actriz deja caer la bomba como si tal cosa: “Por supuesto, aún estamos esperando a nuestro primer superhéroe gay de Marvel. Esperemos que sólo sea una cuestión de tiempo”.
Dado que los cómics de Marvel nunca han tenido mucho predicamento en el Reino Unido, le perdonamos a Tilda Swinton sus lagunas en el asunto. Porque, a lo largo de las últimas décadas, los personajes gays, lesbianas o bisexuales han ocupado lugares de cierta importancia en el canon de la Casa de las Ideas. Así pues, si quieren hacerle caso a la actriz, los guionistas de rigor sólo tendrían que llevar al cine a Miss America, a Dragón Lunar, a la pareja de Wiccan y Hulkling o a muchísimos otros que nos dejamos en el tintero. Lo que no les perdonaríamos, eso sí, sería que convirtiesen a uno de ellos en heterosexual por las bravas, como le pasó a Mística en las películas de X-Men.
Via:cinemania
Desde sus ya lejanos comienzos en la profesión, cuando era la musa del muy combativo Derek Jarman, Tilda Swinton ha sido una de las actrices famosas que más se han significado en su defensa de las sexualidades no normativas. Además de lucir una vida privada muy poco heteronormativa (se define como queer, y mantuvo durante muchos años una relación a tres bandas con el dramaturgo John Byrne y el pintor Sandro Kopp), la escocesa nunca ha tenido pelos en la lengua a la hora de hablar de la homofobia, ni tampoco de proponer remedios para atenuar esa lacra. Sin ir más lejos, incorporar superhéroes LGBT (lesbianas, gays, bisexuales o transgénero) al Universo Cinematográfico Marvel.
Promocionando Doctor Extraño, la Swinton ha concedido una entrevista a la revista gay Out (vía Hay una lesbiana en mi sopa) en la que ha hablado largo y tendido sobre la polémica que rodeó a su personaje en el filme. Recordemos que, en su paso de las viñetas a la pantalla, el Anciano del Tíbet se ha transformado de un señor oriental con bigotes a toda una Tilda con la cabeza afeitada, lo cual ha despertado acusaciones de whitewashing y racismo. Además de hablar sobre el particular (“Es irónico que se diga eso hablando de una película con tanta diversidad”, señala) y de elogiar el empeño de la Casa de las Ideas por crear “un universo sin estereotipos ni clichés”, la actriz deja caer la bomba como si tal cosa: “Por supuesto, aún estamos esperando a nuestro primer superhéroe gay de Marvel. Esperemos que sólo sea una cuestión de tiempo”.
Dado que los cómics de Marvel nunca han tenido mucho predicamento en el Reino Unido, le perdonamos a Tilda Swinton sus lagunas en el asunto. Porque, a lo largo de las últimas décadas, los personajes gays, lesbianas o bisexuales han ocupado lugares de cierta importancia en el canon de la Casa de las Ideas. Así pues, si quieren hacerle caso a la actriz, los guionistas de rigor sólo tendrían que llevar al cine a Miss America, a Dragón Lunar, a la pareja de Wiccan y Hulkling o a muchísimos otros que nos dejamos en el tintero. Lo que no les perdonaríamos, eso sí, sería que convirtiesen a uno de ellos en heterosexual por las bravas, como le pasó a Mística en las películas de X-Men.
Via:cinemania
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