A estas alturas, Samuel L. Jackson no tiene nada que demostrar. Es un actorazo y merece todos los premios que lleguen a sus manos. Sin embargo, todavía no ha ganado el Oscar. Quizá por eso, al recoger un galardón honórifico entregado por el Festival de cine de Dubai, criticó a las películas que van a la caza de estatuillas doradas, las llamadas "cebos para los Oscars" ("Oscars baits").
La estrella defendió el cine como entretenimiento, como una forma de evasión en la que, durante un par de horas, el público puede huir de sus vidas: "entra y escapa en una gran sala oscura". Acto seguido, se refirió a la ya iniciada temporada de premios, donde ese cine que defiende suele ser menospreciado. Calificó a la industria de "excesivamente política" e "hipócrita", y no se mordió la lengua al hablar de títulos:


"La política de Hollywood sobre lo que pasa en esta época del año es muy interesante. Las películas que eligen para decir que son increíbles y geniales, ya sabes... 'Manchester frente al mar'. Oh, Dios mío, debes ir a verla, ¡es una película alucinante! Pero, eh, supongo que lo es... para alguien.
"No es una película inclusiva, ¿sabéis a lo que me refiero? Y estoy seguro de que 'Moonlight' será vista de la misma manera. Dirán: Vale, es una película de negros. ¿Dónde están los blancos? Nosotros decimos lo mismo sobre 'Manchester frente al mar'."
"Están todas esas películas que son cebos para Oscars. El otro día vi el tráiler de esta película con Will Smith y pensé: ¿en serio? Es otra de esas: Oh Dios, la vida es tan maravillosa, saca tiempo para oler las rosas".


La de Smith es 'Belleza oculta' ('Collateral Beauty'). Se estrena este fin de semana en Estados Unidos y está recibiendo palos de la crítica por todos lados a pesar de contar con un reparto impresionante.
Por último, Samuel L. Jackson quiso dejar claro que prefiere no mezclar la política con el cine: "Mis ideas políticas son mías. Yo no uso mis ideas políticas en la pantalla. Uso mi voz tal como soy". Sus palabras parecen dirigidas a todos los compañeros que han estado apoyando a Hillary Clinton o atacando a Donald Trump durante los últimos meses, una actitud que puede afectar a la valoración de su trabajo, tanto negativamente (los republicanos habrán tomado nota) como positivamente, quizá el compromiso político sea recompensado con premios. ¿Qué opinas?

Vía | NYPost

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