La actriz de 'Cantando bajo la lluvia', 'Tammy, la muchacha salvaje' y
'Perdidos en la gran ciudad' ha fallecido con 84 años tras no superar la
muerte de su hija Carrie Fisher.
“Quería estar con Carrie”. De esta forma ha comunicado Todd Fisher a Variety el fallecimiento de su madre Debbie Reynolds, tan sólo un día después de la muerte de su hija Carrie Fisher. Reynolds tenía 84 años y a la mañana siguiente del fallecimiento de Fisher tuvo que ser hospitalizada en Los Ángeles tras mostrar síntomas de una embolia mientras se ocupaba de los preparativos del funeral. Horas más tarde se confirmó su muerte.
Debbie Reynolds, nominada al Oscar en 1965 por la comedia musical Molly Brown, siempre a flote (Charles Walters, 1964), fue uno de los rostros estelares de los musicales de MGM en la década de los 50. El clásico Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen & Gene Kelly, 1952) fue su primer éxito en un rol principal como actriz, bailarina y cantante que inmortalizó con 19 años. Reynolds, protagonista femenina del filme, brilló junto a Gene Kelly y Donald O’Connor en números titánicos como Good Morning o Dream of You.
Después de Cantando bajo la lluvia, Reynolds acumuló títulos notables durante los años siguientes: The Affair of Dobie Gillis (Don Weis, 1953), Las tres noches de Susana (Frank Tashlin, 1954), El solterón y el amor (Charles Walters, 1955), Banquete de bodas (Richard Brooks, 1956) o Los líos de Susana (Norman Taurog, 1956). Su siguiente gran éxito vino con la comedia romántica Tammy, la muchacha salvaje (Joseph Pevney, 1957), donde cantaba el tema titular Tammy; llegó a convertirse en un gran éxito musical que propició el lanzamiento de su primer disco de canciones.
Aunque demostró su talento para la actuación en papeles más complejos, como la protagonista de la magnífica Perdidos en la gran ciudad (Robert Mulligan, 1960) junto a Tony Curtis, el mayor reconocimiento académico de la actriz vino con su interpretación de Molly Brown en 1964. Pocos años después, la estela de Reynolds se trasladaría a la pequeña pantalla, donde contó con su propio programa de televisión (El show de Debbie Reynolds).
Al final de su carrera, salvo por pequeñas apariciones en filmes como El cielo y la tierra (Oliver Stone, 1993), In & Out (Frank Oz, 1997) o Behind the Candelabra (Steven Soderbergh, 2013), las nuevas generaciones pudieron conocerla en su papel de Bobbi Adler, la madre del personaje de Debra Messing en la serie Will y Grace.
En Postales desde el filo (1990), la adaptación de Mike Nichols sobre el libro homónimo de Carrie Fisher, se puede asistir a una representación ficcional, y en gran parte suavizada, de los altibajos que se produjeron en la relación entre madre e hija (interpretadas por Shirley MacLaine y Meryl Streep, respectivamente) durante los años más complicados en la vida de ambas.
“Quería estar con Carrie”. De esta forma ha comunicado Todd Fisher a Variety el fallecimiento de su madre Debbie Reynolds, tan sólo un día después de la muerte de su hija Carrie Fisher. Reynolds tenía 84 años y a la mañana siguiente del fallecimiento de Fisher tuvo que ser hospitalizada en Los Ángeles tras mostrar síntomas de una embolia mientras se ocupaba de los preparativos del funeral. Horas más tarde se confirmó su muerte.
Debbie Reynolds, nominada al Oscar en 1965 por la comedia musical Molly Brown, siempre a flote (Charles Walters, 1964), fue uno de los rostros estelares de los musicales de MGM en la década de los 50. El clásico Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen & Gene Kelly, 1952) fue su primer éxito en un rol principal como actriz, bailarina y cantante que inmortalizó con 19 años. Reynolds, protagonista femenina del filme, brilló junto a Gene Kelly y Donald O’Connor en números titánicos como Good Morning o Dream of You.
Después de Cantando bajo la lluvia, Reynolds acumuló títulos notables durante los años siguientes: The Affair of Dobie Gillis (Don Weis, 1953), Las tres noches de Susana (Frank Tashlin, 1954), El solterón y el amor (Charles Walters, 1955), Banquete de bodas (Richard Brooks, 1956) o Los líos de Susana (Norman Taurog, 1956). Su siguiente gran éxito vino con la comedia romántica Tammy, la muchacha salvaje (Joseph Pevney, 1957), donde cantaba el tema titular Tammy; llegó a convertirse en un gran éxito musical que propició el lanzamiento de su primer disco de canciones.
Aunque demostró su talento para la actuación en papeles más complejos, como la protagonista de la magnífica Perdidos en la gran ciudad (Robert Mulligan, 1960) junto a Tony Curtis, el mayor reconocimiento académico de la actriz vino con su interpretación de Molly Brown en 1964. Pocos años después, la estela de Reynolds se trasladaría a la pequeña pantalla, donde contó con su propio programa de televisión (El show de Debbie Reynolds).
Al final de su carrera, salvo por pequeñas apariciones en filmes como El cielo y la tierra (Oliver Stone, 1993), In & Out (Frank Oz, 1997) o Behind the Candelabra (Steven Soderbergh, 2013), las nuevas generaciones pudieron conocerla en su papel de Bobbi Adler, la madre del personaje de Debra Messing en la serie Will y Grace.
En Postales desde el filo (1990), la adaptación de Mike Nichols sobre el libro homónimo de Carrie Fisher, se puede asistir a una representación ficcional, y en gran parte suavizada, de los altibajos que se produjeron en la relación entre madre e hija (interpretadas por Shirley MacLaine y Meryl Streep, respectivamente) durante los años más complicados en la vida de ambas.
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