Al final ella y Pratt son los grandes reclamos de una producción millonaria -se habla de 110 millones de dólares de presupuesto- que no es una secuela, un reboot o una adaptación. Cada vez es más raro que en Hollywood apuesten con fuerza por ese tipo de cintas, por lo que no deja de ser una alegría encontrarse con una. Por desgracia, ‘Passengers’ es una propuesta bastante floja y un tanto ridícula que no se hunde del todo por sus dos protagonistas.
Confiándolo todo a sus dos estrellas
Desconozco hasta qué punto han metido mano al guion original de Jon Spaihts y a las posibles correcciones que él mismo hiciera, pero cuesta mucho meterse en el romance de ‘Passengers’ porque lo plantea de tal forma que resulta inevitable ver qué es lo que va a fallar y también aceptar todas las pegas que pueda poner uno de los dos protagonistas al respecto.
No quiero entrar en detalles por eso de los spoilers porque ese es el primer giro “sorpresa”, pero creo que los que lean esto y la hayan visto entenderán perfectamente a lo que me refiero. Es eso lo que lleva a Morten Tyldum a confiar de forma casi exclusiva en sus dos protagonistas para que nos conquisten y nos olvidemos de esa debilidad y también de que el desarrollo de su propia relación carezca de cualquier elemento arrebatador más allá lo simpáticos que nos puedan resultar Pratt y Lawrence.
’Passengers’, un derroche innecesario
Todo ello rompe el frágil encanto con ciertos toques de intimismo de algunos momentos para recordarnos lo estúpido que es casi todo lo que estamos viendo. Además, el libreto introduce una serie de soluciones que hacen que todo salte por los aires y te exige no plantearte en ningún momento que es muy poco creíble todo eso que sucede, algo que también se extiende a la relación de los personajes de Pratt y Lawrence.
La cuestión es que ‘Passengers’ se apoya demasiado en una serie de sorpresas pobres en el mejor de los casos y que rozan lo lamentable en el peor. Además, fracasa con estrépito en su intento de combinar un toque más intimista, donde es el carisma de Lawrence y, sobre todo, Pratt lo que evita el hundimiento de la nave, con un espectáculo vacío de toda emoción al que Tyldum es incapaz de dotar del más mínimo de energía adicional. Pasan cosas y no nos importa nada.
En definitiva, Jennifer Lawrence y Chris Pratt me han convencido de su química, la cual podría ser la base para una muy buena película -o al menos una que realmente me gustaría ver-, pero esa no ha sido ‘Passengers’. Es cierto que no llega a ser un bodrio que sí es la reciente ‘Belleza oculta’ (‘Collateral Beauty’), pero sí que es una decepción constante, ya que ni tan siquiera consigue aprovecharse realmente de lo que aportan sus dos protagonistas.
Via:blog de cine
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