Aún no nos hemos recuperado de la resaca tras los #OscarSoWhite, y ya estamos inmersos en los #OscarSoLaLaLand. Desde que conociéramos la lista de nominadas a los flamantes premios de la Academia de Hollywood, y tras semanas de terapia para asumir que Amy Adams no está opta al premio a mejor actriz, todo parece apuntar que los Oscar de este año ya tienen dueños. El domingo será la noche de La ciudad de las estrellas – La La Land, que probablemente se llevará los premios a mejor película, mejor dirección (Damien Chazelle) y mejor actriz (Emma Stone). Denzel Washington (Fences) y Casey Affleck (Manchester frente al mar) parten como favoritos para hacerse con el premio a mejor actor.
Y unos galardones tan predecibles exigen una gala igual de predecible. O no. ¿Qué nos esperará en el Kodak Theatre? Jimmy Kimmel tiene en sus manos la responsabilidad de amenizar un evento por lo normal soporífero y encorsetado, cuya temática girará en torno a “las películas que nos inspiran”. A riesgo de equivocarnos, os adelantamos nuestros vaticinios. Esto es lo que va a pasar en los Oscar 2017, y ni vosotros ni Jimmy Kimmel podéis hacer nada por evitarlo.
No habrá número musical inicial
Los productores de los Oscar, Mike De Luca y Jennifer Todd, han confirmado en una entrevista concedida a Deadline que no habrá número musical que dé inicio a la ceremonia: “Queremos hacer algo diferente. Ya hemos visto las aperturas con referencias a las películas nominadas; Jimmy Kimmel lo hizo en los Emmys”. Teniendo en cuenta que el número inicial es uno de los momentos más esperados por los espectadores, no sabemos si innovar en este aspecto es una genialidad, o puede desembocar en catástrofe. ¿No será que Jimmy Fallon les dejo sin ideas tras comenzar la gala de los Globos de Oro con un número inspirado en La La Land?
Sea como fuere, esta arriesgada novedad no significa que la gala vaya a estar exenta de música. John Legend subirá al escenario para cantar City of Stars y Audition, de La La Land: Justin Timberlake hará lo propio con su pegadiza canción Can’t Stop The Feeling, del filme animado Trolls; y Lin-Manuel Miranda y Auli’i Cravalho entonarán How Far I’ll Go de la nueva princesa Disney Vaiana. Por su parte, Sara Bareilles, nominada al Tony por su trabajo en el musical Waitress, cantará durante el In Memoriam.
PERO tendremos momento Matt Damon
La enemistad entre Matt Damon y Jimmy Kimmel es de sobra conocida; no en vano, sus protagonistas han hecho gala de ella cada vez que han tenido ocasión. Todo empezó un día en el que Kimmel afirmó en su show que se había quedado sin tiempo para atender a Damon, que esperaba en el camerino. Desde entonces, las hilarantes pullitas y las terapias de pareja entre actor y presentador han sido una constante en nuestras vidas. Y que lo sigan siendo. Cómo olvidar aquel momento en el que Ben Affleck escondió a Damon debajo de su ropa para colarlo en el programa de Kimmel.
El pasado mes de septiembre el intérprete no quiso perderse a su némesis presentando la gala de los Emmy, e incluso subió al escenario, como quien no quiere la cosa, para recordar a Kimmel que no había ganado el premio a mejor presentador. Esta vez, tal y como ha adelantado el propio Damon a Ellen DeGeneres, estará en el patio de butacas (que para algo está nominado como productor de Manchester frente al mar) haciéndoselo pasar mal a su “amigo”, y podría “tirar algo” al presentador. La respuesta de Kimmel no se ha hecho esperar, y por lo que asegura, Damon no se sentará cerca del escenario. Primera misión de los Oscar 2017: localizar a Matt en el Kodak Theatre.
Guillermo vs Trump
Donde va Jimmy, va su inseparable Guillermo. El simpático mexicano, que ya hizo acto de presencia durante la gala de los Emmy, se ha ganado el cariño del público tanto como su jefe, por lo que no sería de extrañar su presencia en los Oscar. Además, no sería la primera vez que vemos a Guillermo, ataviado con su americana dorada, dedicándose a emborrachar a toda estrella que pase por la alfombra roja de los Oscar.
Si al encanto natural del copresentador le sumamos su nacionalidad, el aliado de Kimmel se convierte en la excusa perfecta para pronunciar el inevitable monólogo anti-Trump. No se nos ocurre mejor manera de aprovechar la coyuntura y unirse a los discursos que seguro habrá contra el presidente estadounidense. Nosotros le aconsejamos que vaya disfrazado de su alter ego yanqui, al que ya nos presentó en el show, no vaya a ser que no le dejen entrar.
Catering a cargo de la señora Kimmel
Los Oscar suelen durar sus tres horas largas. Y eso en el mejor de los casos… Que si no se respeta el tiempo de discurso, que si se alarga el monólogo, que si nos sacamos una selfie. Eso, sumado al hecho de que muchas de las estrellas invitadas, sobre todo ellas, no han comido nada en todo el día, da como resultado el inevitable crujir de tripas en el patio de butacas. Ellen DeGeneres lo tuvo en cuenta en la gala, y por eso pidió pizzas para todos.
En cuanto a Kimmel, no sería la primera vez que el presentador decidiera ahorrar unos dólares contratando a su madre para que se haga cargo del catering de la gala. Lo hizo en los Emmy, con los niños de Stranger Things repartiendo bolsas con sandwiches y manzanas, y seguro que algo nos tiene preparado para los Oscar. O si no, mirad el mensaje que nos ha dejado en su cuenta de Instagram:
Legado para la posteridad
En los últimos años, los Oscar no han sido precisamente un hervidero de momentazos que vayan a pasar a los anales de la historia. Y, sin embargo, algunos sucesos siempre serán dignos de mención. No nos referimos a Leonardo DiCaprio ganando (por fin) el Oscar por El renacido, ni a la caída de Jennifer Lawrence camino a por su Oscar por El lado bueno de las cosas. Hablamos de ese retrato que sólo Ellen DeGeneres podía haber convertido en la selfie más retuiteada de la historia a las pocas horas de publicarse.
Ahora, sacarse otra foto como esta resultaría repetitivo y pasado de moda. En la era de Snapchat o Instagram Stories, lo mínimo que podemos esperar es una instantánea grupal con orejitas de perros o un vídeo en directo desde el escenario. Puestos a pedir, nosotros lo que queremos es que nos enseñen los mensajes que los asistentes se escriben por sus grupos de whatsapp durante la gala. Puede que ellos también se entretengan enviándose memes…
Benditas redes sociales
Admitámoslo. Puede que la llegada de las redes sociales haya hecho trizas lo poco que quedaba de privacidad en nuestras vidas. Sin embargo, no sabemos si podríamos sobrevivir a este tipo de galas sin los consiguientes memes y gifs que llenan los perfiles de Twitter. Una de las secciones favoritas por los seguidores del show de Jimmy Kimmel es precisamente la llamada Mean Tweets, un espacio en el que los famosos que asistían al programa leían tuits en los que les ponían de vuelta y media.
Aunque es poco probable que la Academia consienta incluir este apartado en su conservadora ceremonia, nosotros no podemos evitar imaginar al star system de la Meca del cine leyendo en vivo los tuits más crueles sobre sus discursos o estilismos varios. Eso sí, si a Donald Trump le da por tuitear desde el Despacho Oval, no dejará títere con cabeza.
Via:Cinemania
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