'Annabelle: Creation' es mejor que la primera pero no tan terrorífica como las historias de los Warren

'Annabelle: Creation' es mejor que la primera pero no tan terrorífica como las historias de los Warren
Hay muchas compañías que están intentando replicar el éxito del universo cinemático de Marvel, pero a la hora de la verdad nadie puede ni toser a los superhéroes de Marvel. No obstante, el caso de la franquicia The Conjuring merece especial atención, ya que James Wan seguramente nunca pensó que iba a crear un mundo que no deja de crecer. Eso sí, por ahora solamente hemos podido ver la excelente secuela y ‘Annabelle’, un lamentable cruce entre precuela y spin-off.
La cuestión es que ‘Annabelle’ fue un gran éxito de taquilla -costó 6,5 millones de dólares y recaudó 256-, por lo que la idea de hacer una nueva entrega era demasiado tentadora. El problema es que no había mucho espacio para seguir la historia hacia delante, así que finalmente se ha optado por hacer una precuela de la precuela. Suena todo demasiado absurdo y seguro que no era el único que temía un desastre, pero lo cierto es que ‘Annabelle: Creation’ es una película bastante digna pese a sus debilidades.

El origen de la siniestra muñeca de porcelana

Escena Annabelle
Cuesta destacar solamente uno de los múltiples problemas de ‘Annabelle’, pero siendo justos hay que reconocer que como precuela no llegaba a contar de forma satisfactoria los orígenes de esa siniestra muñeca de porcelana vista por primera vez en ‘Expediente Warren: The Conjuring’. Ese es el vacío que viene a llenar ‘Annabelle: Creation’, donde todo se remonta a la trágica muerte de la hija de un juguetero creador de muñecas en un efectivo prólogo que ya plantando las primeras semillas hacia lo que está por llegar.
La película realiza entonces un flashforward de varios años para ver como él y su esposa acogen a un grupo de niñas sin hogar. No hace falta complicarse mucho para deducir que las cosas no tardan en enrarecerse y que todo está vinculado de alguna forma a esa niña muerta. A partir de ahí, David F. Sandberg, el director, dota a la película de un ritmo pausado sin caer en el error de hacerlo mortecino para el espectador o dejando que la cosa se vuelva absurda por momentos.

‘Annabelle: Creation’ cumple el mínimo exigible… pero poco más

Imagen Annabelle Creation
La pega es que el libreto de Gary Dauberman, que ya firmó el de la primera, es demasiado obvio en los elementos en los que ha de jugar con cierto misterio para mantener enganchado al espectador, algo que Sandberg no logra compensar, en especial en lo referente a la dirección de cierto miembro de su reparto. Eso daña la parte de intriga, algo que evita que ‘Annabelle: Creation’ pueda ir más allá de ser un eficaz pasatiempo de suspense -terror únicamente si eres muy aprensivo ante los golpes sonoros, porque más allá de eso hay algún detallito siniestro y poco más-
Como es lógico, Sandberg va elevando la intensidad según pasan los minutos, aliñándolo todo con sustos ocasionales en los que se echa en falta que detrás de las cámaras haya alguien con tanto talento para el tratamiento del terror como James Wan. No es que Sandberg lo haga mal, pero esos golpes de efecto apenas se elevan por encima de la media en el mejor de los casos y en otros acaban siendo un mero paso intermedio que genera más indiferencia que cualquier otra cosa.
Pese a todo, Sandberg logra mantenernos lo suficientemente interesados, apoyándose para ello en un efectivo trabajo de su reparto, mereciendo la pena destacar el trabajo de las actrices infantiles por lo difícil que es elegir a tantas sin que ninguna de ellas acabe resultando repelente o dañando la credibilidad de lo que sucede en pantalla por su falta de naturalidad. Eso no sucede aquí, y eso que hay algunos diálogos del guion de Dauberman que vamos a dejar en mejorables.

En definitiva, ‘Annabelle: Creation’ supera holgadamente a su predecesora pero se queda muy por debajo de las dos entregas de la saga ‘The Conjuring’. Además, zanja por completo este spin-off, que nunca debió dividirse en dos películas, con un pasatiempo de terror pausado pero aceptable y que sabe cómo ir de menos a más sin haber perdido por completo al espectador antes de la llegada del último acto. Por decirlo más claramente, no está mal.
Via:espinof

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