Espectaculares efectos especiales capaces de desencajar mandíbulas;
diseños de vestuario de ensueño que llenan de color capas, mallas,
trajes de spandex y antifaces; repartos repletos de estrellas
internacionales con bíceps de hierro, cuerpos atléticos y carisma a
espuertas y, sobre todo,
millones y millones de dólares de presupuesto.
Estos son algunos de los ingredientes principales que solemos asociar a las recetas empleadas para cocinar una
película de superhéroes
hoy en día. No obstante, hay un elemento primordial que suele quedar
tristemente en un segundo —o tercer, o cuarto— plano por culpa,
principalmente, de una notable
falta de mimo por parte de los equipos creativos a la hora de integrarla en el conjunto.
Estamos hablando de
las bandas sonoras; esenciales en la creación de atmósferas y en la potenciación de las emociones a transmitir que, en muchas ocasiones,
se limitan a vestir con desgana las más diversas secuencias de nuestras producciones favoritas cayendo en el más triste de los olvidos y siendo borradas casi instantáneamente de nuestras mentes.
Pero, ¿qué hace a una banda sonora memorable? ¿Cómo está manejando
este aspecto la franquicia de cine de superhéroes más grande del
panorama actual? Aprovechando el estreno de
'Thor Ragnarok' —cuya B.S.O. ya he olvidado completamente—, os proponemos
navegar por el universo musical de los súpers respondiendo estas preguntas, y proponiendo una selección con las mejores composiciones del género.
¿Qué hace buena a una banda sonora superheróica?
John Williams
A la hora de mesurar si un estudio ha hecho un buen trabajo
musicalmente hablando, una de las mejores herramientas que pueden
emplearse para la evaluación es
la memoria. Hagamos un sencillo experimento. Cerrad los ojos, pensad en una pieza musical de una película de superhéroes y
tararead la primera que os venga a la mente.
Si mis predicciones son acertadas —y tenéis ya una edad—, es más que
probable que buena parte de vosotros haya acudido directamente a las
partituras de
John Williams para la eterna
'Superman' de Richard Donner o a las de
Danny Elfman que acompañaron al
'Batman' de Tim Burton.
Dos obras que, pese a haber cumplido 39 y 28 años respectivamente,
continúan ancladas en el inconsciente colectivo, conformando
un ejemplo perfecto de lo que debería ser una B.S.O. modélica.
Danny Elfman
Aunque sea un síntoma claro de su brillantez, la capacidad para ser
recordadas no conforma la única virtud de estas dos bandas sonoras
ejemplares. Además de ser únicas en su especie —por mucho que se hayan
intentado imitar—, ambas son fácilmente
asociables a la identidad de sus personajes, evocando la épica magnificencia del kryptoniano y el cariz sombrío del hombre murciélago de Gotham y constituyendo
un complemento perfecto al tono de ambos largometrajes y fortaleciendo el componente dramático de los diferentes pasajes del metraje de ambos filmes.
¿Qué hace entonces buena a una banda sonora original para este tipo
de producciones? La respuesta a esta incógnita podría limitarse a
apretar el botón de play y reproducir a todo volumen cualquiera de los
dos casos expuestos sobre estas líneas y dejar que la música contestase
por si misma. En lugar de esto, vamos a ir un paso más allá para
intentar arrojar luz sobre el tema haciendo el ejercicio opuesto:
explorando las lacras que adolecen las composiciones actuales centrándonos sobre el nutrido
Universo Cinematográfico de Marvel.
El caso Marvel
A estas alturas, poco puede escribirse que no se haya hecho ya para presentar el
Marvel Cinematic Universe —
MCU a partir de ahora—, aunque podríamos limitarnos a remarcar que, con
una inversión de 3.000 millones de dólares, ha conseguido reventar las taquillas de medio mundo llevándose al bolsillo cerca de
13.000 millones con sus 16 películas estrenadas hasta el momento.
El rotundo éxito que sugieren estas cifras no es, en absoluto,
casual, correspondiendo a la combinación de una estrategia de marketing
excelente con
una plantilla excepcional de creativos y técnicos que incluye, como no podría ser de otro modo, a
compositores de primer nivel de la talla de Michael Giacchino, Alan Silvestri, Tyler Bates o el mismísimo Danny Elfman.
Resulta especialmente curioso que, a pesar de contar con profesionales de tamaña categoría, las bandas sonoras del
MCU, salvo honrosas —y escasas— excepciones que mencionaremos más adelante
pasen sin pena ni gloria por nuestros conductos auditivos, quedando condenadas a la más absoluta indiferencia a causa de los siguientes
cuatro lastres interconectados entre sí.
¿Sois capaces de silbar —de memoria y sin hacer trampa— más de dos
B.S.O. marvelitas? De ser la respuesta afirmativa, probablemente os
encontréis entre un bajísimo porcentaje de espectadores con una
capacidad de retentiva asombrosa.
Y es que las composiciones que envuelven los filmes de la Casa de las
Ideas son el vivo ejemplo de una tendencia actual en muchos grandes
estudios que apuesta por
la invisibilidad de la música,
y que hace posible intercambiar piezas de diferentes largometrajes sin
que la experiencia de visionado se vea afectada lo más mínimo; lo cual
nos lleva al siguiente punto.
- No funcionan como leitmotiv de un personaje
Teóricamente, personajes como Thor, los Guardianes de la Galaxia o el Doctor Extraño tienen sus propias
partituras exclusivas
que les acompañan en sus aventuras por la gran pantalla pero, a día de
hoy, soy incapaz de acordarme de ninguna de ellas. Esto espina
especialmente al pensar en casos como el del dios del trueno que, con
tres largos en solitario a sus espaldas,
aún no ha conseguido ser asociado a unas notas en particular.
- No refuerzan la emoción más allá del cliché auditivo
Además de impersonales, las bandas sonoras Marvel
pecan tanto de obvias como de ineficientes
a la hora de reforzar las escenas diseñadas para hacer aflorar las
emociones en el patio de butacas. De este modo, tópicos como los
instrumentos de cuerda sosteniendo notas agudas durante los momentos más
dramáticos, o los golpes de efecto que combinan percusión, cuerda y
viento para puntualizar de forma obscena el suspense, pueblan unas
piezas
incapaces de suscitar emociones por si mismas en ausencia de la imagen.
- Actúan en muchos casos como simple relleno
Salvo en instantes puntuales como los que indica el punto anterior, lo único que hacen las B.S.O. del
MCU es
rellenar un aparente miedo al silencio con una amalgama de obras asépticas
que, a causa de la repetición y la constancia, acaban siendo procesadas
de forma automática por nuestro cerebro, anulando sus efectos por
completo hasta el punto de hacerlas imperceptibles a nivel consciente.
Las 10 mejores B.S.O. del cine de superhéroes
Como he manifestado anteriormente, siempre existen excepciones que
confirman las reglas. En este caso, trabajos como los realizados por
Alan Silvestri para
'Capitán América: El primer vengador' y
'Los Vengadores', o el ejecutado por
Brian Tyler en
'Iron Man 3' se elevan como los que, a mi parecer, son
los mejores ejercicios a nivel musical que podemos encontrar en el Universo Cinematográfico de Marvel.
Estas tres anomalías dentro de la tónica general del
MCU ocupan tres puestos de honor dentro de esta lista con las que considero que son
las mejores diez bandas sonoras del cine de superhéroes de la historia.
Como suele pasar en estos casos, ni son todas las que están, ni están
todas las que son, pero cada una de las siguientes piezas destaca como
una muestra de
todo lo que Kevin Feige y compañía deberían tener en cuenta a la hora de dar forma a sus siguientes proyectos en lo que a música se refiere.
- 'Iron Man 3' (Tyler Bates, 2013)
Unas partituras únicas, reconocibles y tarareables para un filme
genial que consigue brillar con luz propia al desmarcarse del tono y el
estilo de sus hermanos marvelitas.
- 'X-Men: Primera Clase' (Henry Jackman, 2011)
Desde la tremenda pieza dedicada a Magneto hasta esta composición
principal, todos y cada uno de los cortes de 'Primera Clase' dan forma a
una de las mejores B.S.O. superheróicas de los últimos años.
- 'Capitán América: El primer vengador' (Alan Sivestri, 2011)
La labor de Silvestri en la primera entrega de las andanzas
cinematográficas del Capi es una clase magistral sobre cómo capturar el
espíritu de una película a través de su música. Melodías con esencia
militar y ese tono naif que rezuma la cinta de Johnston.
- 'Spider-Man' (Danny Elfman, 2002)
La banda sonora que viste esta joya dirigida por Sam Raimi esconde
todos y cada uno de los recursos que han hecho grande a Danny Elfman
volcados en unas melodías que te hacen recorrer Nueva York a golpe de
red con tan sólo cerrar los ojos mientras las escuchas.
- 'Los vengadores' (Alan Silvestri, 2012)
Alan Silvestri firma la que es, sin duda, la melodía más reconocible y
representativa del Universo Cinematográfico de Marvel y que, además,
condensa toda la épica del supergrupo por antonomasia de la Casa de las
Ideas. Memorable.
- 'Darkman' (Danny Elfman, 1990)
La segunda mención a Elfman en este top 10 llega de la mano de otra
de sus colaboraciones con Sam Raimi, esta vez en una fantástica
'Darkman' cuya banda sonora evoca al trabajo del mismo compositor para
la película del hombre murciélago del 89.
- 'Batman: La máscara del fantasma' (Shirley Walker, 1993)
En el mundo de las mejores bandas sonoras también hay cabida para la
animación, siendo indispensable mencionar el trabajo de Shirley Walker
—la primera mujer americana que compuso en solitario para un gran
estudio— en una de las mejores cintas de Batman de la historia.
- 'Los increíbles' (Michael Giacchino, 2004)
Saltamos de la animación tradicional al 3D con 'Los increíbles' de
Pixar y el maestro Giacchino, cuyas partituras para la aproximación
superheroica del estudio destilan un aroma añejo que invita a
escucharlas una y otra vez y que complementan a la perfección el filme.
- 'Batman' (Danny Elfman, 1989)
Siniestra, poderosa e inigualable. Así es la partitura de Danny
Elfman para la 'Batman' de Tim Burton, cuyas notas se integran a la
perfección en la oscuridad que envuelve el universo del hombre
murciélago, la historia del personaje y las calles de Gotham. Tan fresca
como el primer día.
- 'Superman' (John Williams, 1978)
¿Qué más puede añadirse sobre la enésima obra maestra del señor
Williams? Es la mejor pieza compuesta para una película de superhéroes
de la historia y, probablemente, una de las mejores de cualquier género.
A día de hoy, escuchar sus compases sigue ayudando a creer que, en
algún lugar de Kansas, hay un hombre capaz de volar.
Via_espinof
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