Es frustrante encontrar gente que es reticente a consumir cine español. Muchas veces producto del desconocimiento, se hacen afirmaciones que denostan nuestros metrajes con bastante crudeza y desacierto.
No es necesario remontarnos a las grandes figuras de la Historia del cine español como Berlanga, Saura o Zulueta para reivindicar la soberbia calidad de muchos de nuestros productos. Si nos fijamos en figuras contemporáneas como Alberto Rodriguez, Rodrigo Sorogoyen o Raúl Arévalo se consiguen despejar las incógnitas sobre el nivel de nuestro cine y nos damos cuenta que ya no vale encasillar y menospreciar las ficciones patrias.
'Thi Mai: rumbo a Vietnam', sensiblería barata por doquier
Si antes de acudir al cine a ver la película visionamos el tráiler podemos pensar fácilmente que estamos ante una comedia de manual, con sus gags y su aire slapstick a la española. Pues bien, una vez en el cine se revela ante nuestros ojos el intento de tragicomedia con un, en teoría, medido equilibrio entre humor y drama que fracasa estrepitosamente.
Ni en la comedia destaca debido a esas gracietas facilonas ni en el drama consigue la empatía necesaria en el espectador. Los únicos momentos en los que este espectador consigue tomar en serio la trama es en la entereza que demuestra Carmen Machi en los momentos más dramáticos de la película y en especial en una conversación de teléfono que mantiene el personaje con su marido interpretado por un estupendo Pedro Casablanc.
Es una pena que una obra hecha por una mujer retrate de manera tan esperpéntica los personajes femeninos, donde el estereotipo roza la parodia. Otra vez el personaje de la ama de casa dependiente de su marido y la mujer directora de banco exitosa y por supuesto, sola.
Pero hay un personaje que contra todo pronóstico funciona como un excelente alivio cómico, Dani Rovira. Interpreta a un homosexual en exceso estereotipado como el resto de personajes pero que aporta aire fresco al film.
Un retrato que se aleja de la realidad
Ya no es aceptable el argumento de lo típico y aburrido que es el cine cómico español, películas como ‘Es por tu bien’ pese a sus personajes que también están llevados al extremo consigue empatizar y entretener al espectador y en otra categoría ejemplificando un relato que se balancea con éxito entre la comicidad , la tragedia y el humor negro tenemos ‘Fe de etarras’, demostrando que los estereotipos y cualquier tema se puede tratar pero con una conjunción de factores bien realizados.
Además cuando se trata un tema tan delicado y que está tan a la orden del día como las adopciones, el rigor es algo esencial para conseguir atraer y emocionar a los espectadores. Al banalizar y tratar con simpleza y sensiblería de saldo este asunto tan espinoso se consigue desconectar del relato y sentirte perdido en como catalogar la película.
Un exotismo de cartón piedra y la poca credibilidad de la que goza la resolución del relato terminan de llevar al naufragio a Thi Mai.
Via:espinof
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