"Yo tenía 12 años, él 36": Eliza Dushku afirma que sufrió abusos sexuales durante el rodaje de 'Mentiras arriesgadas'

No hay exoplaneta que supere jugar
Desde que los primeros dedos índices apuntasen en Hollywood al productor Harvey Weinstein hace unos meses, la industria audiovisual norteamericana se está tambaleando frente a un incesante número de escándalos de índole sexual que están saliendo a la luz gracias a los hombres y mujeres que han decidido alzar su voz y condenar los abusos que han padecido y que parecen ser un mal endémico en la considerada como meca del cine.
No obstante, de entre todos los testimonios vertidos hasta la fecha, el que os traemos a continuación puede que sea el más terrible y sobrecogedor que hayamos leído. La autora de la terrible confesión que podéis leer íntegramente a continuación es la actriz Eliza Dushku, conocida por sus papeles en series como 'Buffy Cazavampiros' o 'Dollhouse', quien afirma haber sido abusada sexualmente por el coordinador de especialistas Joel Kramer durante el rodaje de 'Mentiras arriesgadas', —'True Lies'— cuando tan sólo tenía doce años.

Dushku
"Cuando tenía 12 años, mientras rodaba 'Mentiras arriesgadas', fui abusada sexualmente por Joel Kramer, uno de los coordinadores de especialistas más importantes de Hollywood.
Desde entonces, he estado enfrentándome al cómo y cuando revelar esto, si llegaba a hacerlo. Cuando sucedió, compartí lo ocurrido con mis pares, dos amigos adultos y uno de mis hermanos mayores. Ninguno de ellos pareció estar preparado para confrontar este tabú, ni yo tampoco.
Estoy agradecida por las mujeres y hombres que me han precedido durante los últimos meses. La creciente lista de víctimas de acoso y abuso sexual que han revelado públicamente sus verdades me ha dado finalmente la habilidad de hablar. Ha sido indescriptiblemente agotador reprimir esto dentro de mi durante todos estos años.
Recuerdo claramente, 25 años atrás, cómo Joel Kramer me hacía sentir especial, cómo se ganó metódicamente la confianza de mis padres, durante meses, mientras abusaba de mi; exactamente cómo me atrajo hacia su habitación de hotel de Miami con la promesa a mis padres de que me llevaría a nadar en la piscina del hotel de los especialistas y a comer sushi por primera vez. Recuerdo vívidamente cómo, metódicamente, corrió las cortinas y apagó las luces; cómo subió el aire acondicionado a lo que parecían niveles heladores, dónde me puso exactamente en una de las dos camas de la habitación, qué película puso en la televisión —'Los caraconos'—; cómo desapareció en el baño y salió desnudo, llevando nada más que una pequeña toalla mal enganchada a su cintura. Recuerdo lo que yo llevaba puesto —mis shorts vaqueros blancos favoritos, afortunadamente, lo suficientemente abrochados como para poder mantenérmelos puestos—. Recuerdo cómo me tumbó en la cama, me envolvió con su cuerpo gigante y retorcido, y se frotó contra mi. Dijo estas palabras: 'No te vas a dormir ahora, cariño, deja de fingir que estás dormida', mientras se frotaba más fuerte y más rápido contra mu cuerpo catatónico. Cuando 'terminó', sugirió: 'Creo que deberíamos tener cuidado...' [sobre contárselo a nadie]. Yo tenía 12 años, él 36.
Recuerdo como, después, el taxista me miró por el espejo retrovisor cuando Joel Kramer me puso en su regazo, me agarró firmemente y se excitó de nuevo; y cómo mis ojos nunca dejaron de mirar a los del conductor durante aquel largo viaje sobre un puente de Miami, de vuelta hacia mi hotel y mis padres. Recuerdo cómo Joel Kramer se enfrió conmigo en las semanas siguientes, cómo todo parecía diferente en el set.
Y recuerdo cómo poco después, cuando mi dura amiga adulta —a la que había confiado mi terrible secreto a cambio de que me dejase conducir su coche por Hollywood Hills— vino al set de visita y le enfrentó, más tarde ese mismo día, curiosamente, me lesioné durante una escena de riesgo que no salió bien en el jet Harrier. Pasé la tarde en el hospital con las costillas rotas. Para ser clara, durante los meses ensayando y rodando 'Mentiras arriesgadas', Joel Kramer fue el responsable de mi seguridad en una película que, por aquél entonces, revolucionó el cine de acción. Diariamente, equipaba cables y arneses en mi cuerpo de 12 años. Mi vida estaba literalmente en sus manos: me colgó en el aire, desde una grúa, encima de un edificio de más de 25 pisos. El que debía ser mi protector, era mi abusador.
¿Por qué hablo ahora? Yo tenía 12, él tenía 36. Es incomprensible. Por qué ningún adulto del set vio extrañas sus maniobras predadoras. La especial atención que me daba. Cómo me apodó 'Jailbait' y me llamaba así delante de los demás flirteando de un modo enfermizo —recuerdo preguntarle a uno de mis hermanos mayores lo que significaba—. Por supuesto, he terminado comprendiendo las terribles dinámicas de poder que se dan entre los 'subordinados' y las personas que tienen el poder, cómo de complicado puede ser hablar para alguien. Pero era una niña. Durante los años, he estado luchando mientras me imaginaba cómo mi vida podría haber sido diferente si alguien, cualquiera de los adultos que presenciaron sus ademanes enfermizos, hubiese hablado antes de que me atrajese a aquella habitación de hotel.
Hace años, escuché que Joen Kramer fue 'descubierto' y forzado a abandonar el negocio. Supe recientemente que, de hecho, sigue trabajando en lo más alto de la industria. Y hace una semanas, encontré en internet una foto de Joel Kramer abrazando a una niña. Esa imagen me ha estado persiguiendo sin parar desde entonces. No puedo ocultar más lo que ocurrió.
Hollywood ha sido muy bueno conmigo de muchas formas. No obstante, Hollywood también ha fallado al protegerme como actriz infantil. Me gusta pensar en mi misma como una tía dura de Boston, no muy diferente a Faith, Missy o Echo. A lo largo de los años, fans valientes han compartido conmigo cómo algunos de mis personajes les han dado la convicción de enfrentarse a sus abusadores. Ahora es cuando vosotros me dais la fuerza y la convicción. Espero que hablar de esto ayude a otras víctimas y proteja contra abusos futuros.
Con cada persona que habla, con cada notificación que llega a la pantalla de mi iPhone revelando historias/verdades similares, mi determinación se hace más fuerte. Compartir estas palabras y nombrar públicamente a mi abusador por su nombre, supone el inicio de una nueva tranquilidad."
Eliza Arnie
Las reacciones al texto, publicado en la cuenta oficial de Facebook de la actriz, no se han hecho esperar, siendo la primera de ellas la del propio Joel Kramer que, en una escueta declaración al New York Daily News negaba las acusaciones del siguiente modo:
"No sé de donde viene todo esto. Estoy completamente helado, era una niña muy dulce y estoy totalmente en shock ahora mismo. No entiendo por qué me haría esto. No es cierto".
Jamie Lee Curtis, compañera de reparto de la joven Dushku en 'Mentiras arriesgadas', expresó su opinión al respecto en el siguiente artículo, publicado en The Huffington Post la tarde de ayer. En él habla, entre otras cosas, de la responsabilidad que deben tener los adultos a la hora de trabajar con menores de edad en un set de rodaje y de la sensación que le ha generado la noticia.
Jamie Lee Curtis
Ayer, Eliza Dushku hizo pública la confesión de haber sido abusada durante el rodaje de la película 'Mentiras arriesgadas', en la que interpreté el papel de su madre. Ella compartió esta historia conmigo de forma privada hace unos cuantos años. Me quedé impactada y entreistecida entonces, y sigo estándolo hoy.
Todos hemos empezado a ser conscientes del hecho de que los terribles abusos que hoy son comunes en las noticias diarias llevan sucediendo durante mucho tiempo. La historia de Eliza nos ha despertado a todos de nuestro letargo y negación para mostrarnos una nueva y terrible realidad. El abuso de menores.
He fingido ser la madre de jóvenes actores durante mucho tiempo. Incluso con 19 años, cuando estaba en la 'Halloween' original, era la niñera del, por aquél entonces actor infantil, Kyle Richards. Después de que llegase a la edad de ser madre en las películas, fui la madre del futuro Harry Potter —Daniel Radcliffe— y Frodo Bolsón —Elijah Wood— y he trabajado con muchos otros jóvenes actores, incluídos Macauley Culkin, Anna Chlumsky y Lindsay Lohan.
Es complicado trabajar con niños mientras se les pide hacer un trabajo de adultos en un entorno de adultos, rodeados de centenares de adultos que quieren que actúen para ellos y, aún así, continuar siendo niños. He lidiado con mi papel como mentor, colega, tutora y amiga, y cada relación es individual y única. ¿Somos realmente amigos? ¿Somos compañeros de trabajo? Los niños no son lo suficientemente maduros como para reconocer esa sutil diferencia. Era tan consciente de mi personalidad adulta y manías que puse una 'swear can' [un bote en el que echar monedas cuando alguien dice una palabra malsonante] en el set de 'Mi chica'. Sabía que teníamos niños delante y que aquél lenguaje adulto era inapropiado. Naturalmente, fui la mayor donante del bote y di a Maculay y Anna los beneficios en su último día.
Hay amplias protecciones legales en la industria para estos jóvenes artistas que han sido retenidas durante mucho tiempo y por las que se ha luchado duramente. Siempre hay profesores, abogados y familiares adultos o tutores para los niños en set, y reglas estrictas que deben ser seguidas. Aún así, tristemente, como cualquier otra regla, estas se rompen habitualmente.
Hemos escuchado relatos sobre agente abusando de sus jóvenes clientes y ahora esta sobre Miss Dushku. Lo que hace el caso complicado es que el coordinador de especialistas en cuestión estaba literalmente a cargo de nuestras vidas y nuestra seguridad. las escenas de riesgo requieren unos niveles enormes de confianza y en esa película en particular estábamos a menudo suspendidos muy altos en el aire por cables y arneses. En mi caso, fui colgada de un helicóptero con un cable, sujetada a la mano del hombre que ahora está siendo acusado de abuso.
Hoy espero que todo lo que pueda venir de todas esas denuncias sean nuevas pautas y espacios seguros para que la gente —independientemente de su edad, género, raza o trabajo— comparta sus preocupaciones y verdades, y para que todos los abusadores rindan cuentas.
Todos debemos asumir algo de responsabilidad por que la camaradería y el ambiente relajado que compartimos con nuestros jóvenes actores venga acompañada de una suposición equivocada de que son adultos en un mundo adulto, capaces de hacer elecciones propias de adultos.
Muchos de los involucrados en 'Mentiras arriesgadas' éramos padres. Jim [Cameron], Arnold [Schwarzenegger] y yo misma.Padres de hijas. Lo que presuntamente le ocurrió a Eliza, lejos de nuestra red de seguridad y nuestro alcance es algo terrible sobre lo que aprender y que tenemos que arreglar.
La verdad nos hará libres. Con suerte esa libertad nos dará una nueva habilidad para manifestarnos sobre el abuso y, cuando ese abuso ocurra, para reaccionar con rapidez y consistencia, para que nadie más tenga que esperar 25 años para que se escuche su verdad."
Mentiras Arriesgadas James Cameron, Arnold Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis en el rodaje de 'Mentiras arriesgadas'
Para terminar, James Cameron, director del filme durante el que, presuntamente, ocurrieron los abusos, ha hablado sobre el tema durante un panel de la Television Critics Association, afirmando que, de haberlo sabido, "no hubiese tenido piedad". Estas han sido sus palabras.

"Nunca he pensado demasiado en esta situación específica, sólo había escuchado algo sobre ella. Pero obviamente, Eliza es muy valiente por hablar y creo que también todas las mujeres que están hablando y pidiendo ajustar cuentas ahora. Creo que ha sido algo endémico en la raza humana, no sólo en Hollywood, pero como Hollywood tiene mujeres que han sido víctimas 10, 15 o 20 años atrás que ahora son famosas, tienen una voz más fuerte cuando deciden dar el paso adelante. Así que bravo por ellas por hacerlo. Me alegra que Eliza lo haya hecho.
Es desgarrador lo que le pasó. Y conozco a la otra parte. No muy bien, no ha trabajado para mi desde entonces. Pero el caso es que esto estaba pasando delante de nuestras narices y no lo supimos, creo que ir hacia delante para crear un espacio seguro para que la gente se defienda es importante para todas las industrias y, por supuesto, para Hollywood. Que se sientan seguros, y que cualquiera que haya sido un depredador o un abusador sepa que el mecanismo está ahí, que no hay vergüenza y que habrá consecuencias. No creo que este sea un problema de Hollywood, creo que Hollywood es un lugar único con el foco puesto sobre él. Hollywood ha hecho mucho por problemas sociales, es una de las cosas que hacemos, y la hacemos bien.
Esta mierda ha estado pasando desde el primer día, así que, cada vez que haya un hombre en posición de poder que no comprenda las consecuencias de lo que está haciendo, puede que de todo esto se extraiga un mensaje educacional que podría reencauzar a algunos hombres que están al borde del abismo. Porque creo que esto tiene mucho que ver con algún tipo de falta de empatía, con que claramente no sienten lo que esto va a significar para la persona afectada más adelante. Creo que las consecuencias psicológicas deben ser comprendidas. Con suerte, rodaremos películas sobre todo esto y pondremos las cosas en su lugar como industria, para hacer todo lo que podamos por ellos.
Históricamente los directores son muy ajenos a las relaciones interpersonales que suceden en el set, porque están centrados en lo que están haciendo a nivel creativo, pero de haber sabido lo que pasaba no hubiese tenido piedad. Tengo hijas. No habrá piedad a partir de ahora.
Via:espinof

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