Así se adapta una novela inadaptable: nueve consejos para que no te digan que el libro era mejor que la película

No hay exoplaneta que supere jugar
El Día del Libro nos devuelve el tema de costumbre: las adaptaciones de libros al cine. Una cuestión prácticamente inabarcable porque las películas que se basan en obras literarias son miles. Muchas de ellas tan prestigiosas como 'El Padrino', 'El sueño eterno' o 'Lo que el viento se llevó'. Y eso sin contar adaptaciones más o menos confesas pero no del todo oficiales, de 'Nosferatu' a 'Apocalypse Now'.
Así que vamos a cerrar un poco nuestro marco de atención y nos vamos a centrar en las novelas consideradas normalmente como "inadaptables". ¿Existen en realidad? ¿No es por definición una "adaptación" la posibilidad de tomar cualquier obra de un medio distinto y transformarla? ¿Hay límites? Para examinar la cuestión hemos escogido algunos iconos literarios con fama de inadaptables y os brindamos unos cuantos consejos a la hora de traducirlos a imagen y sonido. Sorpresa: en esta vida no hay nada imposible.

1. Busca un "inadaptable" acorde con tu personalidad

El ejemplo clásico de especialista en adaptaciones imposibles es David Cronenberg, y volveremos sobre él más adelante. Su secreto está en saber escoger a autores que tienen mucho que ver con él: por ejemplo, la elección de 'Crash' de J.G. Ballard es estupenda. La fusión fría de carne y metal, el erotismo sin pasión y la fascinación robótica por las penurias humanas une a 'Crash' con toda la obra de Cronenberg. Por eso su debut, 'Vinieron de dentro de', parece una adaptación de 'High-Rise' décadas antes de la extraordinaria visión reciente de Ben Wheatley.
Y por eso películas como 'eXistenz', los primeros mediometrajes experimentales del canadiense o 'Rabia' parecen adaptaciones de Ballard sin serlo: son dos autores con mucho en común. Algo similar le ocurre con Don DeLillo y su adaptación de 'Cosmópolis'. Aunque la película de Cronenberg no es tan redonda como 'Crash' o 'El almuerzo desnudo', los diálogos de la novela parecen haber sido escritos por el propio Cronenberg de lo bien que reflejan los intereses que ha desarrollado en su cine, y encuentran una encarnación perfecta en la película protagonizada por Robert Pattinson.

2. Si la novela no da de sí, bucea en la vida del autor

La otra adaptación magistral dentro de la filmografía de Cronenberg es 'El almuerzo desnudo', la visión de una novela experimental y casi sin argumento de William Burroughs que el director canadiense abrazó, de forma muy inteligente, convirtiéndola en un biopic imposible del propio Burroughs. La vida de un escritor/exterminador (Peter Weller) que se mueve por los parajes indescriptibles de la Interzona consumido por las adicciones y una ristra de perturbadoras prácticas sexuales tiene detalles sacados de la biografía real de Burroughs. La sensacional frase "Extermina todo pensamiento racional" se aplica a toda la obra del escritor, pero también encaja perfectamente con este film único.
Otro ejemplo: 'Adaptation', de Spike Jonze, que además trata de las penurias creativas de adaptar un libro. Spike Jonze da un triple salto mortal al convertirse en personaje de ese proceso de adaptación (desdoblados en dos Nicolas Cage) y convierte a Susan Orlean, autora del libro que supuestamente está adaptando, 'El ladrón de orquídeas' en un personaje más de la ficción, interpretada por Meryl Streep. Todo lo que sucede en la novela pasa a segundo plano para poner bien a la vista los tejemanejes de un proceso creativo imposible. (Nota aparte: A Jonze hay que respetarlo en este tipo de proyectos; adaptó estupendamente con 'Donde viven los monstruos' un libro de trescientas palabras)

3. Desembarázate del original rápidamente, y luego tira millas

Es un clásico a la hora de adaptar relatos breves: fundirse el original a toda velocidad y el resto de la película es una prolongación, una especie de pseudosecuela más o menos afortunada del relato.base. En el caso de 'Re-Sonator', continuación espiritual del clásico 'ReAnimator', el original de otro inadaptable clásico, H.P. Lovecraft., se versionea con bastante acierto antes de los títulos de crédito. El resto es una especie de secuela aparatosa del original, y bastante acertada.

4. No tengas miedo a la macedonia de adaptaciones

Otro clásico de la literatura de terror, Edgar Allan Poe, fue adaptado en numerosas ocasiones por por Roger Corman, en películas protagonizadas (casi siempre) por Vincent Price. A veces, como los cuentos originales eran de apenas una veintena de páginas, alguna película se inspiró en dos o más relatos de Poe. Por ejemplo, 'La máscara de la muerte roja' incluye elementos tanto del cuento original como de otro de Poe, 'Hop-frog'. Esta táctica es muy recomendable cuando el autor original tiene un universo de relatos común y reconocible.

5. Evita a los autores demasiado literarios

Por ejemplo, Kurt Vonnegut, un autor irrepetible cuya voz propia es tan personal y única que hace muy complicadas sus adaptaciones (aunque hay una muy potente, el clásico 'Matadero Cinco', un milagrito que traiciona y respeta a la vez a la novela original). 'El desayuno de los campeones' de Alan Rudolph es una adaptación incapaz de hacer justicia al loquísimo original literario, perdiendo por el camino la ironía y el absurdo vonnegutianos, que funcionan mucho mejor en versión impresa.
Otro caso que es pura literatura inadaptable es el de David Foster Wallace (no nos consta, pero seguro que en este momento alguien a punto de perder el juicio está intentando escribir un guión basado en 'La broma infinita' que dure menos de doce horas). Sus historias medio se pueden llevar a la pantalla pero sus inagotables cataratas de juegos con el formato o notas a pies de página solo tienen en sentido en un libro, tal y como entendió (tarde) John Krasinski con su 'Brief Interviews with Hideous Men', un pálido reflejo de un original vibrante y altamente literario. Para adaptar a Wallace o a, digamos, Thomas Pynchon, hay que ser un genio.

6. Sé un genio

Por supuesto, si eres Kubrick puedes adaptar lo que te dé la gana, incluso cosas complicadillas como 'El resplandor' y su absurdo torrente de pensamientos psicóticos, 'La naranja mecánica', su vocabulario retrofuturista y su estética imposible, o la ciencia-ficción casi abstracta y de argumento infilmable de 'El centinela' (que se transformaría en '2001: Una odisea en el espacio'). O directamente, y entroncando con el punto anterior, 'Lolita', una obra que es pura literatura y donde el argumento es pura anécdota para un ejercicio literario muy complejo.
La única solución, siempre que seas Kubrick, es pisar el acelerador y convertir todas esas piezas en delirios perfeccionistas y muy ambiciosos, que sobrepasan y enriquecen las obras originales a todos los niveles. 'El resplandor' pasa de ser una de las novelas más medianas de la etapa inicial de Stephen King a una película de horror puro y demencial. '2001', la película de ciencia-ficción más significativa de la historia. 'La naranja mecánica', una pieza de decadentismo virtuoso que devora el libro original. Y hasta 'Lolita', la inadaptable 'Lolita', se convierte en una de las tragedias románticas más icónicas del cine de Kubrick. Cuando eres Kubrick.

7. Aprovecha el potencial de la imagen en movimiento

Y olvida lo demás. Es decir: 'American Psycho' de Bret Easton Ellis es infilmable en determinados aspectos, como las demenciales disertaciones interiores del protagonista sobre AOR de los ochenta, pero Mary Harron lo sustituyó por una histeria visual que conectaba con el espíritu del original, solo que no literalmente. Lo que era gore conceptual en el libro se convirtió en ultraviolencia caricaturesca, lindando con la comedia, en la película. El resultado podrá gustar más o menos (como la controvertida novela), pero está claro que sabe entender el material del que parte.
Ojo, no siempre funciona: la interesante pero fallida 'Bloom' intentando llevar a imágenes el famoso "flujo de conciencia" o monólogos interiores de la inadaptabilísima 'Ulises' de Joyce es la mejor prueba de que no todo lo que funciona por escrito se puede traducir a imágenes.

8. Haz tuyas las constantes del autor original

Si 'Desafío Total' funciona como adaptación de Philip K. Dick (un autor muy, muy complicado de adaptar, debido a la condición alucinada de las imágenes que describe su obra) es debido a que nunca deja de ser una película de Paul Verhoeven. Aunque en los libros de Dick la acción y la violencia no es un elemento primordial, Verhoeven supo entender que la aparición de una violencia arbitraria, que brotaba de la nada, era la mejor forma de reflejar de forma tangible el intercambio de mentes que sufre el protagonista.
Es decir, Paul Verhoeven adaptó a Dick a sus necesidades, y no al contrario. Sin estar demasiado atento al original, pero entendiendo qué parte de su imaginario le convenía, Verhoeven consiguió con 'Desafío total' una adaptación muy peculiar, traicionera y fiel al mismo tiempo. Dio un paso más allá en 'Starship Troopers', donde ideológicamente va en dirección contraria al libro original de Robert Heinlein... lo que encaja perfectamente con la castrense historia de militarismo galáctico del original, pero invertido.

9. No te encapriches: si algo es inadaptable, la mayoría de las veces resulta que es inadaptable

No pasa nada si el mundo se queda sin una adaptación de 'Cien años de soledad', 'El paraíso perdido' o 'La casa de hojas'. Hay obras que fueron concebidas para un medio, y están muy bien ahí, disfrutables para quien quiera acceder a ellas. Recuerda que por cada 'Alicia en el País de las Maravillas' de Disney, es decir, por cada película que encuentra la mezcla alquímica entre el respeto al espíritu de la obra original, el saber ampliarlo, retorcerlo y enriquecerlo, hay mil adaptaciones para echarse las manos a la cabeza.

Acuérdate de Guillermo del Toro renunciando a 'En las montañas de la locura' con muy buen juicio. Cuando no puede ser, no puede ser.
Via:espinof

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