‘Have a Nice Day’: un sencillo y vistoso thriller criminal defenestrado por su desafortunado montaje
Una de las afirmaciones más interesantes que suelen verterse sobre el proceso de creación de un largometraje, es que este tiene tres escrituras distintas; siendo la primera de ellas la redacción de su guión, conformando el rodaje la segunda, y atribuyéndose la tercera al montador y su equipo, quienes, en la sala de edición, dotan a la historia de nuevas perspectivas y estructuras.
Dentro de la infinidad de herramientas existentes para dar forma a un filme desde el montaje, podríamos destacar la, en ocasiones presente desde las primeras fases de creación de la obra, técnica de las narraciónes fragmentadas o no-lineales; recursos utilizados de las más diversas formas por grandes maestros del medio como Orson Welles en su 'Ciudadano Kane', Akira Kurosawa en 'Rashomon' o Quentin Tarantino en la laureada 'Pulp Fiction'.
Resulta curioso cómo el empleo de una narrativa fragmentada, a priori dinamizadora del relato y capaz de intensificar el suspense, resulta un evidente palo en la rueda para 'Have a Nice Day'. Así, su clásica, sencilla y manida historia de traición y venganza con el mundo de la mafia como trasfondo, articulada en tan sólo una hora y cuarto de metraje, termina convirtiéndose en una experiencia dominada por la arritmia y el aburrimiento.
Es una verdadera lástima que el artificioso montaje de 'Have a Nice Day' tire por tierra sus estimables virtudes, centradas en su notable factura visual, que viste a la perfección el peculiar tono del filme —de lo más violento y con una amalgama de requiebros cómicos realmente apetecibles, casi absurdos—; y en una mirada crítica hacia la miseria moral que predomina en los tiempos de recesión económica. Lástima que la excitación frente a estos elementos termine derivando en el bostezo y, en casos extremos, la cabezada involuntaria.
Via:espinof
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