'99 Homes', un irregular drama sobre los desahucios en el que brillan Andrew Garfield y Michael Shannon

No hay exoplaneta que supere jugar
El nombre de Ramin Bahrani está sonando mucho estos días por ser el responsable de la adaptación de ‘Fahrenheit 451’ que ha realizado HBO. Bahrani se ocupa tanto de adaptar la novela original de Ray Bradbury como de la puesta en escena de un telefilm que se presentó hace unos días durante el Festival de Cannes. Sin embargo, lo que ahora nos interesa es ’99 Homes’, su última película hasta la fecha.
’99 Homes’ pasó un tanto desapercibida cuando llegó a los cines en 2015 tras pasar por multitud de festivales, pero es que tampoco era un título demasiado fácil de vender al ser un drama de personajes sobre el mundo de los desahucios en el que se potencia de forma notable a sus dos protagonistas. De hecho, se crea una peculiar dinámica entre ellos que es la que consigue sostener la película cuando el guion pierde cierta credibilidad.

El dilema de Andrew Garfield

Imagen 99 Homes
El gran protagonista de ’99 Homes’ es Andrew Garfield y la transformación de su personaje. Bahrani marca muy bien su drama personal en un vigoroso arranque en el que él y su familia son desahuciados del que ha sido su hogar durante muchos años. No son necesarios grandes excesos dramáticos -aunque creando un estimulante clima de agobio que luego reaparecerá ocasionalmente- para que la película logre transmitir muy bien la difícil situación por la que están pasando y los pasos que se ven obligados a tomar para salir adelante como buenamente pueden.
La desesperación de su protagonista toca techo cuando se acerca a la compañía responsable de su desahucio para reclamar unas herramientas robadas, pero lo hace manteniendo la compostura y simplemente queriendo no perder más cosas sin necesidad. Es entonces cuando la película toma una decisión más clara sobre lo que quiere ser: Garfield acepta trabajar a las órdenes de Michael Shannon, el ejecutor de su tragedia personal, porque necesita el dinero.
Ahí se plantea un dilema muy interesante, ya que poco a poco vemos cómo el protagonista básicamente se transforma en un desalmado similar a Shannon, primero quedándose algo de dinero que debería ofrecer a sus compañeros y luego yendo varios pasos más allá. ’99 Homes’ tenía entonces la oportunidad de mostrar la dicotomía vital del personaje, por un lado consciente de la dura situación de sus seres más queridos y cómo acabaron así y por otra colaborando para que muchas personajes sufran el mismo destino.

’99 Homes’ va de más a menos

Escena 99 Homes
El problema es que Bahrani, también guionista de la película junto a Amir Naderi, opta por abordar eso desde una relativa superficialidad que impide que uno termine de creerse la evolución de su protagonista. Es verdad que se lo toma con calma para que todo avance con tranquilidad -en todo momento se apuesta por un tono natural-, pero se olvida de que hay que ir algo más allá para crear la conexión necesaria con el personaje.
Eso es algo que se percibe de forma más clara cuando llega el punto en el que ya no puede compaginar esas dos vertientes: sufridor y “verdugo”. Hasta entonces se habían potenciado los vínculos con un imponente Shannon para que por contraste fuera más sencillo ver la transformación de Garfield y también para que nunca llegase a surgir la antipatía del público hacia él. A fin de cuenta, hay alguien peor y lo que él busca es recuperar su antiguo hogar para que su familia regrese a la normalidad.
Garfield Shannon 99 Homes
Por desgracia, la naturalidad que busca Bahrani pierde credibilidad entonces en beneficio de un distanciamiento entre Shannon y Garfield que consigue incidir en el hecho de que la evolución narrativa de este último es bastante mejorable. Durante muchos minutos eso pasa más o menos desapercibido gracias a lo apuntado en el párrafo anterior y a la interpretación del protagonista de la infravalorada franquicia ‘The Amazing Spider-Man’, pero llega un punto en el que eso no es suficiente.
Y es que es entonces cuando uno tiene más claro que ’99 Homes’ ha descuidado a otros personajes que podrían haber dado mucho juego para matizar al protagonista y encima opta por una decisión clave en su tramo final que carece del vigor dramático necesario. Está claro lo que busca conseguir Bahrani, pero ahí sí que puedo decir que el lastre acumulado en los dos primeros actos le impide lograr su objetivo.
En definitiva, ’99 Homes’ empieza muy bien y tiene un dúo protagonista poderoso, pero para conseguir esto último acaba descuidando a otros personajes, algo que va volviéndose paulatinamente en su contra a medida que Bahrani muestra todas su cartas. El bagaje general es positivo, pero es una pena que se quede en una propuesta estimable cuando a veces demuestra que podría haber sido mucho más que eso.
Via:espinof

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