'Entre sombras' remodela con inteligencia un viejo recurso del suspense aunque abusa del impacto gratuito
Toda 'Entre sombras' ('In Darkness') está construida en torno a Natalie Dormer, y no es para menos. Es una intérprete extraordinaria, y pese a sus espléndidas intervenciones en 'Juego de tronos', 'Los juegos del hambre' o 'Elementary', posiblemente es en esta película de suspense de su pareja Anthony Byrne, con quien ha coescrito el guión, donde por primera vez tiene genuinas posibilidades de darlo todo.
Lo consigue con una interpretación compleja y llena de matices, más allá de un guión algo tramposete y que se desmorona en su tramo final de tal manera que el sabor de boca amargo que queda en el espectador es inevitable. Pero Dormer, en su composición de una mujer adulta que es ciega desde que era pequeña, hace que su vida cotidiana, que se describe con cierta minuciosidad, desborde realismo y detalles naturales e inteligentes.
'Entre sombras': la guerra en penumbra
No solo 'Entre sombras' propone a una protagonista que no necesita ayuda ajena para valerse, sino que desde el principio se dan pistas acerca de por qué su presencia cercana al asesinato podría ser no del todo casual. ¿Tiene una agenda oculta o solo lo aparenta? ¿De dónde proceden las terribles pesadillas que padece? ¿Por qué miente a la Policía desde el primer momento?Algunos de estos giros argumentales están mejor llevados que otros. Los primeros detalles sobre sus intenciones son genuínamente sorprendentes y algunos de los últimos, francamente ridículos. El indiscutible talento para la puesta en escena de Byrne ('Ripper Street') conduce al espectador con relativa fluidez por todos ellos, los verosímiles y los desnortados. Imprime cierta cualidad sensorial a las imágenes, que casi se pueden palpar y escuchar, tal y como haría una persona ciega, y ese es sin duda el gran hallazgo de una película más brillante en lo formal que en su trasfondo.
'Entre sombras' tiene, además, un problema extra: la Guerra de Bosnia, que podría servir para compaginar una potente denuncia si estuviera bien engrasada con los recursos del suspense puro, no es más un ruido de fondo, agravado por la frivolidad de emplearlo para un mecanismo del tipo "ciega en peligro". Un problema menor, pero que delata la irregularidad de su tono.
La película promete una locura estilística con su arranque (en el que Dormer pone música a una película de terror, en un curioso guiño meta que no tiene continuidad) que nunca llega. Aún así, formalmente, 'Entre sombras' es un experimento interesante. Y solo por la poderosísima interpretación de Dormer, el artefacto se sostiene con sobrada dignidad.
Via:espinof
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