La secuela de una de las películas de terror más escalofriantes de la
década pasada vuelve a afirmar que se inspira en la realidad. ¿Pero es
eso cierto? ¿Podría pasarte a ti?
Cuando Bryan Bertino estrenó Los extraños en 2008, el impacto fue seco y contundente como sus imágenes. Poco importaba que Michael Haneke hubiera rehecho su influyente Funny Games el año anterior, cuando ya cansaban derivaciones afásicas como la Habitación sin salida de Nimród Antal, o que, un años antes, con Ils los franceses David Moreau y Xavier Palaud hubieran dado el mayor golpe en años dentro del subgénero de terror de las invasiones domésticas. Los extraños llegó para asustarnos como nunca antes con su crudeza y su fatalidad (“Porque estabais en casa” como máxima excusa homicida).
El 1 de junio se estrena Los extraños: Cacería nocturna, secuela dirigida por Johannes Roberts (A 47 metros) que, como Los extraños, proclama
en sus títulos de crédito contar una historia inspirada en hechos
reales. Es decir, el acoso violento y sanguinario al que se siente
sometida en su caravana la familia interpretada por Christina Hendricks (Mad Men), Martin Henderson (Anatomía de Grey), Bailee Madison (Érase una vez) y Lewis Pullman (Lean on Pete) le
ocurrió a alguien cerca de tu casa. ¿Pero cuánto hay de cierto en esa
afirmación y cuánto de estrategia mercadotécnica para meterte el miedo
en el cuerpo y que no pegues ojo temiendo que implacables asesinos con
caretas van a llamar a tu puerta?
Si te inquieta que Los extraños: Cacería nocturna se base en hechos reales, lo cierto es que Bertino, que firma el guion de la secuela, se ha inspirado en los mismos acontecimientos que en Los extraños. Por eso es una secuela y los asesinos anónimos mantienen su indumentaria. Pero no se trata de un caso concreto donde unos desconocidos cometen crímenes violentos de forma aleatoria… sino de varios casos.
La principal fuente de inspiración son los famosos asesinatos cometidos por la Familia Manson en 1969, cuando mataron a la actriz Sharon Tate en su domicilio junto a cuatro amigos. Pero ese crimen tan documentado lo combinó con una experiencia propia. “Cuando era pequeño, vivíamos en una casa aislada al fondo de la calle, en medio de la nada. Una noche en la que mis padres habían salido, alguien golpeó en la puerta de entrada y mi hermana pequeña fue a responder”, ha declarado Bryan Bertino. “En la puerta había unos desconocidos preguntando por alguien que no vivía en la casa. Tiempo después nos enteramos de que esa gente iba llamando a puertas al azar y, si no contestaba nadie, entraban en las casas”.
Ese elemento azaroso, pensar que te puede tocar o no, ha sido el mayor motor terrorífico de Bertino para Los extraños y Los extraños: Cacería nocturna. También hay otros espeluznantes crímenes similares que se pueden contar como inspiración. Como recordaba hace unos años Britt Hayes en BirthMoviesDeath, uno muy resonante es el cuádruple homicidio que sigue sin resolver en California y se conoce como los asesinatos de Keddie.
En 1981, una mujer llamada Sue Sharp y sus cinco hijos alquilaron una cabaña en la pequeña localidad de Keddie. Cuando la hija mayor volvió a casa tras pasar una noche fuera, encontró los cuerpos brutalmente masacrados de su madre, uno de sus hermanos y un amigo que se había quedado a pasar la noche con ellos. Habían sido inmovilizados con cinta americana y el cable de la televisión, apuñalados salvajemente con cuchillos y golpeados con dos martillos diferentes. Otra de las hijas que estaba en la cabaña con ellos había desaparecido; tres años después, y a 46 kilómetros del lugar, se hallaron restos de una calavera humana que podrían haber pertenecido a la pequeña.
El componente vacacional de este terrible caso emparenta lo ocurrido en Keddie con la caravana de los protagonistas de Los extraños: Cacería nocturna. Y demuestra una vez más, por desgracia, que la realidad puede ser mucho más escalofriante que la más retorcida de las ficciones. Solamente hay que ver las máscaras y saco que utilizan los asesinos de Los extraños: Cacería nocturna para ocultar sus rostros y compararlos con los retratos policiales que se hicieron en los 80 de los sospechosos de los asesinatos de Keddie… sin que a día de hoy se hayan llegado a producir detenciones.
Los extraños: Cacería noctura se estrena el 1 de junio.
Via:Cinemania
Cuando Bryan Bertino estrenó Los extraños en 2008, el impacto fue seco y contundente como sus imágenes. Poco importaba que Michael Haneke hubiera rehecho su influyente Funny Games el año anterior, cuando ya cansaban derivaciones afásicas como la Habitación sin salida de Nimród Antal, o que, un años antes, con Ils los franceses David Moreau y Xavier Palaud hubieran dado el mayor golpe en años dentro del subgénero de terror de las invasiones domésticas. Los extraños llegó para asustarnos como nunca antes con su crudeza y su fatalidad (“Porque estabais en casa” como máxima excusa homicida).
Si te inquieta que Los extraños: Cacería nocturna se base en hechos reales, lo cierto es que Bertino, que firma el guion de la secuela, se ha inspirado en los mismos acontecimientos que en Los extraños. Por eso es una secuela y los asesinos anónimos mantienen su indumentaria. Pero no se trata de un caso concreto donde unos desconocidos cometen crímenes violentos de forma aleatoria… sino de varios casos.
La principal fuente de inspiración son los famosos asesinatos cometidos por la Familia Manson en 1969, cuando mataron a la actriz Sharon Tate en su domicilio junto a cuatro amigos. Pero ese crimen tan documentado lo combinó con una experiencia propia. “Cuando era pequeño, vivíamos en una casa aislada al fondo de la calle, en medio de la nada. Una noche en la que mis padres habían salido, alguien golpeó en la puerta de entrada y mi hermana pequeña fue a responder”, ha declarado Bryan Bertino. “En la puerta había unos desconocidos preguntando por alguien que no vivía en la casa. Tiempo después nos enteramos de que esa gente iba llamando a puertas al azar y, si no contestaba nadie, entraban en las casas”.
Ese elemento azaroso, pensar que te puede tocar o no, ha sido el mayor motor terrorífico de Bertino para Los extraños y Los extraños: Cacería nocturna. También hay otros espeluznantes crímenes similares que se pueden contar como inspiración. Como recordaba hace unos años Britt Hayes en BirthMoviesDeath, uno muy resonante es el cuádruple homicidio que sigue sin resolver en California y se conoce como los asesinatos de Keddie.
En 1981, una mujer llamada Sue Sharp y sus cinco hijos alquilaron una cabaña en la pequeña localidad de Keddie. Cuando la hija mayor volvió a casa tras pasar una noche fuera, encontró los cuerpos brutalmente masacrados de su madre, uno de sus hermanos y un amigo que se había quedado a pasar la noche con ellos. Habían sido inmovilizados con cinta americana y el cable de la televisión, apuñalados salvajemente con cuchillos y golpeados con dos martillos diferentes. Otra de las hijas que estaba en la cabaña con ellos había desaparecido; tres años después, y a 46 kilómetros del lugar, se hallaron restos de una calavera humana que podrían haber pertenecido a la pequeña.
El componente vacacional de este terrible caso emparenta lo ocurrido en Keddie con la caravana de los protagonistas de Los extraños: Cacería nocturna. Y demuestra una vez más, por desgracia, que la realidad puede ser mucho más escalofriante que la más retorcida de las ficciones. Solamente hay que ver las máscaras y saco que utilizan los asesinos de Los extraños: Cacería nocturna para ocultar sus rostros y compararlos con los retratos policiales que se hicieron en los 80 de los sospechosos de los asesinatos de Keddie… sin que a día de hoy se hayan llegado a producir detenciones.
Los extraños: Cacería noctura se estrena el 1 de junio.
Via:Cinemania
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