Los inquietantes primeros cortos del director de 'Hereditary' ya anticiparon la atmósfera y el mensaje de la película
Ari Aster ha dirigido y escrito uno de los debuts más impresionantes del reciente cine de terror, comparable al de Robert Eggers en 'La bruja', Rob Zombie en 'La casa de los 1000 cadáveres' o Jordan Peele con 'Déjame salir'. 'Hereditary' asombra por muchas razones, pero una de las principales es el espectacular aplomo y dominio de la atmósfera y ritmo que demuestra Aster en su película, insólitos en un director primerizo.
Pero son cualidades que no salen de la nada. Aster ya había ensayado algunos de los temas y estéticas de 'Hereditary' en sus cortos previos. De hecho, vistos desde esa perspectiva resulta asombroso cómo enriquecen y complementan la propuesta de la película sin sumergirse del todo en el género de terror, pero reforzando la clara intención de Aster de que 'Hereditary' funcione como un drama familiar que degenera en direcciones terriblemente macabras. Algo de eso hay en sus cortos, inquietantes y misteriosos, pero sobre todo, incisivos en el tema de las relaciones familiares.
'The Strange Thing About the Johnsons'
Ya en 'The Strange Thing About the Johnsons' Aster demuestra, como en 'Hereditary', que puede tratar los temas más controvertidos a base de inyectarle una buena dosis de extrañeza. El corto no es exactamente una pieza de terror, pero entre lo turbio (y anecdótico, que es lo más escalofriante) de lo que cuenta, el extraño y nunca del todo explicado comportamiento de sus personajes y la atmósfera de amenaza constante que flota en su larga media hora de demencial perversión, 'The Strange Thing About the Johnsons' acaba siendo recordada como un mazazo.
Ya aquí Aster experimenta con cierta sofisticación en la puesta en escena: la sucesión de fotos familiares iniciales que marca el paso del tiempo a través de la cambiante expresión del padre (impresionante Billy Mayo) o el curioso y nunca del todo justificado intercambio de roles habituales entre predador y víctima, que también afecta a la forma de visualizar a los dos personajes. Una joya extrema, controvertida y demoledora.
'Beau'
Repite Billy Mayo casi como único actor de una epopeya paranoide en la que un hombre pierde la llave de su apartamento, lo que le hará entrar en una espiral de neurosis ante el pánico de que alguien entre en su casa. Con su pizca de crítica social y un estupendo recital de Mayo, que carga con todo el peso de la acción, 'Beau' quizás peca de un exceso de estridencia que diluye suavemente su impacto.
'Munchausen'
El síndrome de Munchausen es una dolencia psicológica que lleva a quien la padece a inventar síntomas de una enfermedad (o provocársela a otro sin que el enfermo lo sepa) para crear una relación de dependencia. En este caso se trata de una madre (Bonnie Bedelia, la mujer de Bruce Willis en 'La jungla de cristal') que se niega a permitir que su hijo le abandone para ir a la universidad, y empieza a envenenarlo poco a poco.
Macabra en su argumento, pero con un poso poético indiscutible debido a su condición de película sin diálogos, 'Munchausen' retoma los temas habituales de Aster: una familia que se repliega sobre sí misma como una enfermedad mortífera, y cuyos sentimientos aparentemente más puros y bondadosos pueden convertirse en una condena. En este caso, literal.
'Basically y 'C'est la vie'
Sin embargo, se detectan elementos propios del director en la cuidadísima composición de plano, casi artificial en su recargada perfección, en los leves y estudiados movimientos de cámara y al peculiar humor negro que brota de las situaciones más extremas. Elementos que muy posiblemente volveremos a encontrar en su próxima película para A24, 'Midsommar'.
Via:Espinof
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