El músico argentino, nominado seis veces a los Premios de la Academia,
obtendrá por fin su reconocimiento. Entre sus trabajos para el cine
destacan 'Bullitt' y 'Harry el sucio'.
Una vez más, la Academia de Hollywood usa sus premios especiales para corregir una injusticia histórica. Y musical, en este caso, porque el agraciado es Lalo Schifrin: el compositor argentino, de 86 años, recibirá uno de los trofeos honoríficos de los Oscar 2019 tras haber sido nominado seis veces a Mejor banda sonora original y no haberse llevado ni una sola estatuilla.
Nacido en Buenos Aires, hijo de un violinista, Schifrin recibió una
formación clásica como pianista antes de sentirse atraído, al igual que
tantos músicos de su generación, por el jazz. En 1963, cuando se
trasladó a EE UU, ya tenía experiencia como autor de bandas sonoras (su
primer trabajo para cine, Venga a bailar el rock, data de 1953) y había colaborado con leyendas de la talla de Astor Piazzola, Dizzy Gillespie y el saxofonista Johnny Hodges. Una
vez en la superpotencia, destacó como autor de sintonías para series
televisivas. Y uno de estos trabajos, para un serial de espionaje, logró
que una melodía compuesta en un compás tan poco pegadizo como el 5/4
acabara siendo una de las cabeceras más tarareadas de la historia ¿El
título de la serie? Misión: Imposible, claro.
Con su deje jazzístico, sus ritmos vacilones y su uso innovador de los vientos y la percusión, las bandas sonoras de Schifrin resultan ahora emblemáticas del cine de los 60 y los 70. Algunas de ellas ambientaron cintas clásicas (La leyenda del indomable, su primer trabajo nominado al Oscar, La jungla humana, Bullitt, Los violentos de Kelly y muchísimas otras) mientras que otras, como El golpe 2 (también aspirante a una estatuilla, lo creamos o no) o Che! le pusieron ritmo a medianías o bodrios, pero todas son inmediatamente reconocibles. Es necesario mencionar, además, que Schifrin puso música a las aventuras de Clint Eastwood como Harry Callahan, el policía más bruto de San Francisco: de Harry el sucio (1971) a La lista negra (1988), todas las películas del detective con pistolón lucieron sus partituras.
Responsable de una larguísima discografía como intérprete, compositor y director de orquesta, Lalo Schifrin ha ganado un Grammy y ha sido nominado cuatro veces a los Emmy y tres a los Globos de Oro. Si hubiera que resaltar una virtud de su trabajo, esa sería la capacidad para la sorpresa: ¿qué otro compositor, sin ir más lejos, podría haber sido responsable de la versión disco del tema de John Williams para Tiburón?
Con su deje jazzístico, sus ritmos vacilones y su uso innovador de los vientos y la percusión, las bandas sonoras de Schifrin resultan ahora emblemáticas del cine de los 60 y los 70. Algunas de ellas ambientaron cintas clásicas (La leyenda del indomable, su primer trabajo nominado al Oscar, La jungla humana, Bullitt, Los violentos de Kelly y muchísimas otras) mientras que otras, como El golpe 2 (también aspirante a una estatuilla, lo creamos o no) o Che! le pusieron ritmo a medianías o bodrios, pero todas son inmediatamente reconocibles. Es necesario mencionar, además, que Schifrin puso música a las aventuras de Clint Eastwood como Harry Callahan, el policía más bruto de San Francisco: de Harry el sucio (1971) a La lista negra (1988), todas las películas del detective con pistolón lucieron sus partituras.
Responsable de una larguísima discografía como intérprete, compositor y director de orquesta, Lalo Schifrin ha ganado un Grammy y ha sido nominado cuatro veces a los Emmy y tres a los Globos de Oro. Si hubiera que resaltar una virtud de su trabajo, esa sería la capacidad para la sorpresa: ¿qué otro compositor, sin ir más lejos, podría haber sido responsable de la versión disco del tema de John Williams para Tiburón?
Comentarios