Shane Black. Fred Dekker. Walter Hill. John Carpenter. ¿Qué podía salir mal?
Este otoño se han cumplido treinta años de la gestación de una de las mejores películas de género fantástico que nunca se han realizado. Un veinteañero Shane Black había pasado en cuestión de meses de la revolución del cine de acción de 'Arma Letal' al fracaso con 'Una pandilla alucinante', película incomprendida y tratada de manera injusta, que resucitó a los monstruos clásicos de Universal para enfrentarlos contra una pandilla de zagales más dispuestos a la guerrilla que los Goonies, que eran como más pijos.
1973 - Soldado Universal
Mientras Dekker pondría punto y final a su andadura como director con la equivocada 'Robocop 3', la carrera de Shane Black nunca corrió peligro y no pararía de facturar durante más de una década: ‘Arma Letal 2’, ‘El último boy scout’, ‘El último gran héroe’ o ‘Memoria Letal’ eran productos de primera brillantemente escritos que dejaban mucho margen para que el autor de turno exprimiera el limón al máximo. Dos de esas obras, las dirigida por Tony Scott y Renny Harlin, fueron algunos de los guiones más caros de todos los tiempos y proporcionaron a Black más de seis millones de dólares con su venta.Como casi todas las películas del responsable máximo de ‘Iron Man Three’, 'Shadow Company' se desarrollaba en plena navidad en un pequeño pueblo americano de esos que alojaron tantos clásicos durante esa misma década, con la diferencia de que la acción arrancaba en plena guerra de Vietnam, en el Saigón de 1973, donde una de las divisiones estadounidenses se empeñó en poner fin a la guerra de manera definitiva, aunque puede que no con las formas adecuadas. Y decimos "casi" porque con la reciente 'Predator' Shane Black se marcó un Halloween en lugar de su clásica navidad.
Antes de partir hacia la misión suicida, nos enteramos de un detalle importante: solía haber un séptimo hombre en ese comando formado por hombres que no dudaban en amputarse miembros durante las partidas de cartas para tener algo bueno que apostar. Sí, es un guión de Shane Black.
1989 - The Guest
Jake Pollard es un veterano al que Vietnam ha cambiado para siempre, un paria que pasa desapercibido en la sociedad y que no llega a pagar un sandwich miserable en un apestoso tugurio lleno de grasa. Cuando se entera de que los cuerpos de seis miembros de las fuerzas especiales a las que él perteneció son encontrados en un templo sellado de Camboya para ser enviados a casa, debe ponerse manos a la obra. Ese funeral militar podría ser la mayor tragedia de la historia del país. En efecto, los seis soldados “resucitan” y comienzan a matar a todos en la ciudad de Merit, California.Pero lo cierto es que el argumento nos resulta familiar, así como su desenlace. Sí, el guión original de Black era extremadamente violento, incluía decapitaciones y empalamientos y un montón de víctimas inocentes, pero también desde el punto de vista de un guionista creado por y para la fiesta. De hecho, alguno de los momentos más recordables de la historia son precisamente los cómicos, como el klaxon del coche con el himno americano o las líneas de tipo duro del protagonista.
Funerales de guerra
Es poco probable que veamos este proyecto “resucitar”. Entre ‘Soldado Universal’ y ‘The Guest’ ya se han encargado de coger la esencia de la película, el antes y el después, y adaptar a sus épocas lo mejor de cada una. Así, en la hipertrofiada aventura de Roland Emmerich que supuso el inicio de su andadura en Hollywood, tenemos un prólogo muy parejo al que escribió Shane Black a mediados de los ochenta, y bastante relación directa en el desarrollo de la historia. En la estupenda ‘The Guest’, una de las buenas de Adam Wingard (no como ‘Blair Witch’), tenemos la cara b de ‘Shadow Company’, el regreso matador de los ochenta, combinando varios aspectos de algunas de las películas que hemos tratado aquí.La vida (de director) no ha sonreído precisamente a Shane Black, que tardó lo suyo en llegar a hacerse un nombre respetable y dejar de ser “el de los guiones caros e infumables” (hay que ser cenutrio para pensar así). Después de ‘Kiss Kiss Bang Bang’, su primer trabajo como director, reventó las taquillas del mundo con la tercera aventura de Tony Stark. Después de la película para Marvel, llena de detalles chuscos marca de la casa que muchos no le van a perdonar jamás, fracasó (económicamente) con la estupenda 'The Nice Guys' y ahora tampoco es que la haya ido mucho mejor después de volver a juntar las piezas de una de las películas más queridas de los ochenta. Otra guerra en otra jungla que recupera pesadillas del pasado, ‘The Predator”. Pero qué diablos, (casi) siempre es navidad con Shane Black.
Via:espinof
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