Durante las últimas horas,
Jason Blum ha visto cómo
su respeto se tambaleaba con unas declaraciones no demasiado afortunadas que, durante un rato, pudieron hacer peligrar el brutal éxito de su nueva entrega de ‘
Halloween’.
Nada más lejos de la realidad. La nueva entrega que reinicia (o lo que sea) la obra de
John Carpenter se ha convertido en
el mayor éxito de su productora
en la taquilla estadounidense en un primer fin de semana, por lo que su
“no hay muchas directoras, y menos aún que se inclinen por el terror”
parece haber caído en el olvido, aunque estamos seguros de la poca
gracia que le habrá hecho a Jamie Lee Curtis.
Como alguien tenía que recordar al mago del terror que a lo largo de
la historia del cine han sido muchas, innumerables, la muestras de
talento femenino en el género fantástico y de horror tras las cámaras,
vamos a centrarnos en unas cuantas que
merecen estar en cualquier lista de ese Halloween que ya empieza a asomar la calabaza.
The Ranger (Jenn Wexler, 2018)
La última en llegar es este
chute rosa fosforito que ofrece un rato divertido
y desacomplejado.
Condenada al ostracismo de las maratones golfas, sus escasos setenta
minutos se llevan estupendamente entre golpes de humor y mucha música.
Contra todo pronóstico, es mejor que su
retro-fallido-innecesario-tráiler.
Crudo (Grave, Julia Ducornau, 2016)
La historia más repugnante contada de la manera más hermosa.
Incómoda, maligna y un inesperado y
sexy golpe a traición fotografiado con exquisito gusto. Digna heredera del horror desquiciado de los tiempos de iniciación de Cronenberg o
De Palma.
Problema cada día (Trouble Every Day, Claire Denis, 2001)
Vampiros caníbales prisioneros de un amor donde
nadie está libre de culpa. Ni siquiera Van Helsing.
Otra de esas pelis
del sub-género “eyaculación de Vincent Gallo” que sirve de recordatorio:
Béatrice Dalle fue la especie más hermosa de la creación.
La Invitación (The Invitation, Karyn Kusama, 2015)
Una de las grandes obras recientes sobre gente sentada alrededor de una mesa.
Su ambientación y el sutil y gélido aumento de interés gradual, hasta
llegar a un clímax fabuloso, deja con ganas de pagar la cena. Increíble
trabajo de una de las
grandes narradoras del momento.
Honeymoon ( Leigh Janiak, 2014)
Si evitas leer cualquier cosa, ver cualquier foto y pasas de todos
sus carteles para llegar virgen a la peli, la disfrutas muy mucho.
Créeme, yo lo hice. La tienes en Netflix. Más fácil, imposible. Un debut
estupendo de una realizadora que lleva demasiado tiempo en televisión.
Vuelve, Leigh.
Modesta y aterradora a partes iguales.
Babadook (Jennifer Kent, 2014)
Ahora que ha pasado el tiempo necesario, es justo reconocer que ‘Babadook’ tiene sus momentos, pero
está muy lejos de ser la peli de terror definitiva, algo que duele el doble cuando tienes media hora de cine tan malvado y doloroso como aquí.
Prevenge (Alice Lowe, 2016)
Alice Lowe aprendió junto a Ben Whitley tan bien como Macon Blair con Jeremy Saulnier. La todoterreno
ha parido un sobrecogedor desparrame de humor negro, humildad y ganas de pasar un rato maléfico. Enhorabuena, Alice. Tienes una criatura hermosa.
Ravenous (Antonia Bird, 1999)
Un perro verde. Verdísimo. La tristemente desaparecida
Antonia Bird
dirigió cuatro películas en cinco años, algunas mejores que otras, pero
este western caníbal pre-‘Bone Tomahawk’ (y post-‘Cannibal: The
Musical!’) con música de Michael Nyman y Damon Albarn (!)
es la cima de muchas cosas. Habrá que reivindicarla como merece ahora que se acerca su vigésimo aniversario.
Los viajeros de la noche (Near Dark, Kathryn Bigelow, 1987)
La primera película de
Kathryn Bigelow (en solitario) fue una de las hijas más representativas de un momento determinado: 1987.
Un western vampírico voluntariamente hortera que funciona como un tiro y donde
Bill Paxton dejó claro que él siempre venía a jugar. Sucia y retorcida como un cómic de Garth Ennis.
Como 'Jóvenes Ocultos' pero con gente mucho más chunga y puede que no tan joven.
Cementerio Viviente (Pet Sematary, Mary Lambert, 1989)
La obra maestra de
Mary Lambert es
una de las mejores adaptaciones de Stephen King,
y ‘Cementerio de animales’ es una de las novelas más aterradoras del
maestro. Oirás a hablar de ella más pronto que tarde ahora que habemus
remake. Reboot.
Nueva adaptación. Lo que sea.
XX (Roxanne Benjamin, St. Vincent y Jovanka Vuckovic, Karyn Kusama, 2017)
Una antología de horror que tienes disponible en Netflix. No es la
mejor antología del género, de hecho tampoco es la peor, pero es
demasiado inocua. De todos modos, el amigo Jason Blum aquí no tiene una
directora: tiene cuatro. Y además hay una adaptación del siempre en el
recuerdo
Jack Ketchum.
American Psycho (Mary Harron, 2000)
Según la base de datos cinematográficos más importante del mundo, la adaptación de la inadaptable novela de
Bret Easton Ellis
es un drama criminal. Pero en realidad era una comedia negra cínica que
se parecía más a ‘Wall Street’ que a una película de violencia
demencial con
un asesino a la Henry pero con más dinero que aquel pedazo de white trash.
Buffy, la cazavampiros (Buffy the Vampire Slayer, Fran Rubel Kuzui, 1992)
El primer guión de Joss Whedon dio pie a muchísimas
cosas, casi todas buenas. Desde una parodia porno instantánea, (‘Muffy
the Vampire Layer’) a las puertas abiertas de todo el entretenimiento
del mundo: ‘Toy Story’, ‘Alien: Resurrección’, la serie sobre su
personaje… ¿Y la peli, qué tal? Bueno, una mezcla un poco irregular de
género y muchas caras conocidas. Valor histórico a tope.
Una chica vuelve a casa sola de noche (A Girl Walks Home Alone at Night, Ana Lily Amirpour, 2014)
Si crees que ‘
Solo los amantes sobreviven’
es la película de terror más pedante y sobrecargada que has visto en tu
vida, probablemente no hayas visto el debut en el largometraje de la
británica Ana Lily Amirpour, que adaptaba su cortometraje de unos años
antes.
En glorioso blanco y negro para lucir más independiente que los primeros noventas.
Pesadilla final: La muerte de Freddy (Freddy's Dead: The Final Nightmare, Rachel Talalay, 1991)
Rachel Talay es una jefaza y muy posiblemente la realizadora de este artículo que mejor encajaría en
Chez Blum. Esta máquina
debutó con la muerte de un icono como Freddy Krueger,
un terreno abonado a otro tipo de director y al que dotó de energías
renovadas. Talay no ha parado de currar y, si te fijas, está en todo lo
que ves.
American Mary (Jen Soska, Sylvia Soska, 2012)
El debut de las Soska Sisters sigue siendo su mejor trabajo. La nueva
carne más fresca, el humor más chabacano, el erotismo de club de
carretera y un espíritu irreverente dentro y fuera, como marca de
fábrica. Interesante programa doble con la eterna 'May' de Lucky McKee.
The Love Witch (Anna Biller, 2016)
Mucho más que apariencia, la última obra de
Anna Biller es un milagro. Biller dirige, escribe, produce, edita, se encarga la escenografía, del vestuario...
probablemente también haya hecho los bocadillos para el equipo. 'The Love Witch' no es cine de terror como tal, pero si no os recuerda de inmediato a la era dorada de cineastas como
Jess Franco o a los páramos que nunca se acababan pasado el valle de las muñecas, es que tenéis un vacío que llenar lo antes posible.
Via:espinof
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