Ahora que vivimos en unos
tiempos donde los carteles también se diseñan con plantilla (algo que
era exclusivo para los guiones mediocres de las majors durante los
últimos años), es bonito observar el valor al alza del perdido arte clásico de la cartelería de cine.
La casa de subastas Sotheby’s está escuchando ofertas por uno de los tres carteles originales de la película ‘La Momia’ de Universal Studios de 1932, una de las últimas piezas de una era irrecuperable artísticamente hablando. El precio podría alcanzar el millón y medio de dólares, lo que prácticamente triplicaría su valor anterior y el de otro clásico de la Universal, el 'Drácula' de Tod Browning, que tenía el récord del cartel más caro de todos los tiempos y por el que se pagaron algo más de medio millón de dólares en su momento.
La película de Karl Freund protagonizada por Boris Karloff, Zita Johann y David Manners es uno de los más recurrentes carteles de cine clásico a la hora de adornar un cuarto de baño cuando el nuevo propietario se viene muy arriba, y el precio que algún millonario extravagante pague por su litografía original será un sello de calidad indudable.
Aunque pueda parecer una locura (no nos engañemos: lo es), las voces más autorizadas del género entienden el valor de este tipo de cartelería. El póster en cuestión es una litografía, un método de impresión con tintas más ricas y un papel de mayor calidad que el que se usa hoy en día.
No sabemos si alguien se ha preguntado si el cartel incluye algún tipo de maldición, pero nadie ha confirmado ni desmentido de forma oficial que no haya nada que temer una vez sea adquirido.
La casa de subastas Sotheby’s está escuchando ofertas por uno de los tres carteles originales de la película ‘La Momia’ de Universal Studios de 1932, una de las últimas piezas de una era irrecuperable artísticamente hablando. El precio podría alcanzar el millón y medio de dólares, lo que prácticamente triplicaría su valor anterior y el de otro clásico de la Universal, el 'Drácula' de Tod Browning, que tenía el récord del cartel más caro de todos los tiempos y por el que se pagaron algo más de medio millón de dólares en su momento.
La película de Karl Freund protagonizada por Boris Karloff, Zita Johann y David Manners es uno de los más recurrentes carteles de cine clásico a la hora de adornar un cuarto de baño cuando el nuevo propietario se viene muy arriba, y el precio que algún millonario extravagante pague por su litografía original será un sello de calidad indudable.
Aunque pueda parecer una locura (no nos engañemos: lo es), las voces más autorizadas del género entienden el valor de este tipo de cartelería. El póster en cuestión es una litografía, un método de impresión con tintas más ricas y un papel de mayor calidad que el que se usa hoy en día.
Los estudios cinematográficos eliminaron ese método durante la década de los 40. El cartel original diseñado por Karoly Grosz, director de arte publicitario de Universal responsable de una serie de importantes impresiones de esa época dorada del estudio.
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