La nueva entrega de 'La noche de Halloween' llega a nuestras pantallas después de arrasar en la taquilla estadounidense. Michael Myers regresa a Haddonfield embarullando más aún la ya de por sí imposible continuidad de la serie,
con una entrega que continúa de forma lineal la primera y original de
John Carpenter de 1978. Y aunque la crítica no ha aclamado esta secuela
de forma tan unánime como la taquilla, parece que con ella se liquida esa vieja creencia de que todas las películas de la franquicia son espantosas salvo la original (y perdonándole la vida un poquillo la tercera y a las de Rob Zombie -según gustos-).
Decididos a acabar con este lugar común o a refrendarlo ya definitivamente, nos hemos tragado (otra vez) todas las secuelas de 'La noche de Halloween', reboots y remakes varios, y ordenamos todas las entregas de peor a mejor, incluyendo la versión de 2018. Igual os lleváis alguna sorpresa.
Está muy claro por qué 'Halloween: Resurrection' es la peor
entrega de la franquicia: y no es por disparates como liquidar a Laurie
Strode a los diez minutos de forma totalmente anticlimática (y
con un extraño e incómodo beso entre hermanos), por justificar la
imposible resurrección de Michael del modo más involuntariamente
chanante (al parecer, obligación contractual para rodar el impactante
final de 'H20' unos años antes) o por ser la entrega que peor ha
caducado, con su metanarrativa a lo 'Scream' y su cámara loca estilo 'El
proyecto de la bruja de Blair'.
'Halloween: Resurrection' es la peor porque se salta la regla no escrita que da personalidad a Michael Myers. Siempre va a por gente vinculada de un modo u otro a él (aunque luego haya bajas colaterales para parar un tren): hermanas, sobrinas o final girls distinguidas. Al matar a Laurie Strode y simplemente encerrar al asesino con un montón de teenagers en su vieja casa con la excusa de la grabación de un reality show, la película se convierte en un slasher del montón, con solo ocasionales aciertos de atmósfera y un montón de chorradas intolerables en el guión.
Sin duda la mayor sorpresa a la hora de revisar toda la franquicia de
'Halloween' me la he llevado con 'Halloween H20', el regreso de Jamie
Lee Curtis a su papel primigenio para el vigésimo aniversario de la
película de Carpenter. La recordaba como una película digna y
competente, un regreso discreto pero trotón, y me he encontrado una secuela inferior a las habitualmente denostadas cuarta, quinta y sexta parte
y donde los únicos elementos memorables son, literalmente, los
minúsculos e inútiles guiños a 'Psicosis' cuando aparece Janet Leigh y
la presencia de Jamie Lee Curtis.
Saltándose la subtrama druidíca de las entregas cuatro a la seis, esta película tiene la estética y los tics de la peor Dimension de la época, la de las secuelas de 'Los chicos del maíz' y 'El cuervo'. Pero aderezados con un Michael Myers en modo slasher del montón, con una trama aburrida y mal hilada donde solo brilla una media hora final sintética, violenta y protagonizada en exclusiva por Jamie Lee Curtis. Una pena porque Steve Miner ('House, una casa alucinante', 'Mandíbulas', 'Warlock') es capaz de más, pero una cosa sí que hay que reconocerle: el abrupto final está claramente en un Top 5 de mejores momentos de la saga.
El Loomis más zumbado de toda la franquicia y una final girl casi comparable a la Laurie Strode original (la pequeña Danielle Harris) no salvan a una de las secuelas más pobres y formulaicas de la saga, que aún asi acumula unos cuantos momentos de inusitada elegancia
(heredados de la anterior entrega, la superior 'Halloween 4'). Un guión
excesivamente arbitrario y tópico y que va preparando el despendole de
la sexta entrega hace que esta quinta parte se sienta como una película
de transición, aunque el fan hardcore tendrá unos cuantos momentos a los que agarrarse.
Aquí Michael Myers sigue a la caza de su sobrina Jamie, lo que da pie a unos cuantos momentos vergonzosos (ese ataúd infantil, esa marcha atrás del tremebundo final de la anterior entrega, ese Michael Myers haciendo rafting por las cuevas subterráneas de Haddonfield, ese estúpida home invasion) y a algún plagio de tópicos slasher ya superado (el altarcito de víctimas y traumas). Por suerte, el mayor volantazo argumental de la saga estaba al caer.
El 'Jason X' de la franquicia 'Halloween', también conocida como
'Halloween 6', es la entrega más deliciosamente chiflada de la serie, y
da una somera explicación a los asombrosos poderes de
resurrección, estoicismo e insistencia de Michael Myers: es fruto de los
experimentos de una secta de druidas científicos (¡sin nada
que ver con los de la tercera parte!) que lo usan como una especie de
Terminator. La película avanza gozosamente hacia un callejón argumental
sin salida y a menudo no parece muy consciente del elevadísimo nivel de
disparate de su propuesta.
De estética agresivamente fea a golpe de continuos y desconcertantes planos-detalle, rebosa personajes tan antipáticos (un padre maltratador, un protagonista voyeur, un locutor de radio insufrible, amigos que te dejan tirada a la mínima) que a veces hasta parece poseer trazas de sátira social. Una pena que la mayor parte del tiempo, las convenciones slasher sean algo mediocres, porque rebosa ideas y actitud. Por cierto: rastread el apenas visto Montaje del Productor, con 45 minutos más de metraje, un final ya directamente salido como de 'Aterriza como puedas', una conclusión más digna para Loomis, incesto y otro destino para Jamie.
Tras el comercialmente desafortunado experimento de sacar a Michael
Myers de la franquicia 'Halloween' con la tercera entrega, la única de
la serie que no es un slasher (el resultado fue extraordinario,
pero creer que se podría hacer caja de esa forma es una auténtica idea
de bombero), los productores decidieron convertir a Michael Myers en
protagonista de una película de terror al uso. Y los resultados
no son nada desdeñables dentro de sus limitaciones, debido a su aún
escasa autoconsciencia y al pulso clásico que exhibe, muy atento a
construir competentes secuencias de suspense puro.
Aquí es la hija pequeña de una Laurie Strode muerta en un accidente de tráfico, Jamie, la que se convierte en nuevo objetivo del asesino, que porta la peor máscara de toda la franquicia. Excelentes interpretaciones de Jamie (la gran Danielle Harris) y Donald Pleasance, que vuelve como un Loomis cada vez más tronado, obsesivo y fuera de sí. En sus mejores momentos imita con corrección la planificación de Carpenter (aunque no tan bien como 'Halloween II'), y el final es verbena pura.
Si por mí fuera mandaría a esta antipatiquísima secuela al fondo de
la lista, allá con 'H20' y 'Resurrection', de tan poco ingeniosa, tan
calculadora y poco cariñosa con el legado de Michael Myers que es.
Siendo estrictos, no es un mal slasher: tiene momentos de
planificación visual muy inspirados (todos copiados a Carpenter, y
peores que los de 'Halloween II'), un final muy estúpido pero
considerablemente intenso y una extraordinaria banda sonora de John Carpenter, que reformula en clave de metal oscuro su clásica melodía de 1978.
Pero nada de eso salva a un guión desastroso, que deambula sin garra, presentando personajes para liquidarlos sin drama ni sorpresas, plantea escenarios prometedores para desaprovecharlos totalmente (la fiesta adolescente) y no se cree demasiado su propio tono semidramático. Jamie Lee Curtis, cómo no a estas alturas, hace su papel con convicción, pero ni su refrito de Sarah Connor añade nada nuevo a lo que vimos en 'Halloween: Resurrection' (¡la peor secuela de la saga!) ni su trauma le llega a la suela de los zapatos al de la Laurie Strode de la 'Halloween II' de Rom Zombie. Eso sí que hay que reconocérselo: las dos películas de Zombie salen revitalizadas en la comparación con una secuela tan pobre.
Durante mucho tiempo (comprensiblemente) denostada por no estar a la
altura del original de Carpenter, lo cierto es que esta continuación
inmediata del argumento de la primera, que transcurre la misma noche y
está ambientada íntegramente en el hospital donde llevan a Laurie Strode
(de nuevo Jamie Lee Curtis), es un potente slasher muy por encima de la media del género. Y donde se nota la mano de Carpenter en el guión (una situación de acoso en un solo escenario con pocos personajes), e incluso en la planificación.
Con un manejo de la tensión excelente y que solo flojea en un tramo inicial donde no vemos más que a Michael Myers dando tumbos por Haddonfield, lo que lleva a una confusión de identidades algo aparatosa e innecesaria, 'Halloween II' no deja de ser una pieza derivativa e inferior a la original, pero rebosa ideas y buen gusto. Desde los fantásticos créditos iniciales a la reformulación de John Carpenter de su propia BSO, pasando por el ritmo y la atmósfera medicada y torpe, a imitación de la narcotizada Laurie Strode.
Para muchos fans de la aproximación de Zombie al mito, 'Halloween II'
se coloca incluso por encima de su inmediata predecesora. En mi opinión
es menos concisa y directa que la película de 2007, y en ocasiones divaga demasiado en el retrato de Michael, ya definitivamente convertido en un hobo asesino con tamaño de luchador de la WWF.
En cualquier caso, es ya definitivamente una película cien por cien
Zombie, con su estética, su ritmo, sus disgresiones y Laurie Strode
convertida en un personaje típico de su cine.
Y sin embargo, rebosa detalles dedicados al fan de la franquicia: el retrato del trauma de Laurie es mucho más potente y creíble que el de la versión de 2018, y Loomis se convierte en un viejo sarnoso y dispuesto a exprimir todo lo que pueda la fama de Myers. Lo que propicia, por cierto, algún metacomentario de Zombie, fugaz pero muy interesante, sobre nuestra fascinación por los asesinos en serie. Y el conjunto se redondea con nada menos que treinta minutos iniciales que funcionan como un remake aislado, brutal y autocontenido de la primera secuela original.
La aproximación de Rob Zombie al mito de Michael Myers es, en cierto
sentido, diametralmente opuesta a la de Carpenter: donde la primera
entrega se esforzaba en extirpar todo componente humano del villano para
visualizarlo como encarnación del Mal, aquí tenemos un rastreo de los posibles orígenes de su actitud homicida: maltrato infantil, bullying y una vida familiar muy conflictiva.
Otra perspectiva, que Zombie refrenda con su puesta en escena habitual:
sucia, brutal y heredada del cine de género de los setenta.
La idea no era nada descabellada, incluso puede decirse que se
adelantó a su tiempo: John Carpenter y Debra Hill consideraron que las
tropelías de Michael Myers estaban agotadas y solo aceptaron proseguir
con la serie si el asesino no aparecía en ella. La idea era
hacer películas de terror autoconclusivas, ambientadas en esa fecha,
pero sin nada que ver con la continuidad de la saga. De hecho, 'Halloween III' no es un slasher,
sino un extrañísimo cuento de horror pagano escrito por Nigel Kneale,
creador del Quatermass hammeriano, y que posteriormente renegó de la
película porque se le habían añadido sin su consentimiento escenas de
gran violencia.
Son, sin embargo, esas secuencias -absolutamente desnortadas en una historia con tono de pesadilla infantil- las que dan a este fenomenal experimento una textura única. Cuenta cómo un druida / empresario de máscaras de Halloween tiene un plan (después de robar un pedrusco de Stonehenge... suponemos que esa era la parte difícil) para aniquilar a la población infantil con chips instalados en las caretas. Con elementos de terror lovecraftniano, de 'La invasión de los ultracuerpos', de crítica anti-corporativa, del propio terror británico a lo Quatermass, Tommy Lee Wallace -colaborador habitual de Carpenter- rubricó una película modesta e impactante, cruel e inclasificable. Una capaz de mirarse cara a cara con 'La noche de Halloween' original, lo cual dice o bien mucho de ella, o bien muy poco del resto de la saga.
Asistimos con cierto escalofrío -mayor que cualquiera de los que es
capaz de provocar Michael Myers- a cierta corriente de opinión
internáutica que afirma que la nueva secuela de 'La noche de Halloween'
es muy competente, entre otras cosas porque la original de Carpenter no
era para tanto. Yo comprendo que en Internet hay que estar llamando la
atención todo el rato, pero los valores de 'La noche de Halloween' son tan sencillos, directos y apabullantes que hasta es redundante explicarlos.
La sencilla abstracción del guión aprovecha el folclore cotidiano de la fecha de Halloween para imbuir no de normalidad sino de extraña monstruosidad una atmósfera en la que Michael Myers, un asesino sin rasgos ni comportamiento mínimamente humanos, se mueve como pez en el agua. La obsesiva y sintética banda sonora, la planificación despojada de contexto, el intuitivo hallazgo de elementos del slasher que hoy damos por sentados (del arma cotidiana -un cuchillo de cocina- a la máscara / uniforme, pasando por la final girl o la progresión ascendente de ritmo y argumento) convierten a 'La noche de Halloween' en una película sencilla de diseccionar pero cuyo misterio último sigue ahí, oscuro y perfecto, inigualado por cualquier secuela o reboot.
Por supuesto, esta lista obedece únicamente a mi criterio personal, así que seguro que tú tienes otras opciones: ¿odias la visión de Rob Zobie? ¿Te chifla la nueva secuela? ¿Cuál sería tu orden?
En Espinof
Decididos a acabar con este lugar común o a refrendarlo ya definitivamente, nos hemos tragado (otra vez) todas las secuelas de 'La noche de Halloween', reboots y remakes varios, y ordenamos todas las entregas de peor a mejor, incluyendo la versión de 2018. Igual os lleváis alguna sorpresa.
11 - Halloween: Resurrection (2001)
'Halloween: Resurrection' es la peor porque se salta la regla no escrita que da personalidad a Michael Myers. Siempre va a por gente vinculada de un modo u otro a él (aunque luego haya bajas colaterales para parar un tren): hermanas, sobrinas o final girls distinguidas. Al matar a Laurie Strode y simplemente encerrar al asesino con un montón de teenagers en su vieja casa con la excusa de la grabación de un reality show, la película se convierte en un slasher del montón, con solo ocasionales aciertos de atmósfera y un montón de chorradas intolerables en el guión.
10 - Halloween H20: 20 años después (Halloween H20: 20 Years Later, 1998)
Saltándose la subtrama druidíca de las entregas cuatro a la seis, esta película tiene la estética y los tics de la peor Dimension de la época, la de las secuelas de 'Los chicos del maíz' y 'El cuervo'. Pero aderezados con un Michael Myers en modo slasher del montón, con una trama aburrida y mal hilada donde solo brilla una media hora final sintética, violenta y protagonizada en exclusiva por Jamie Lee Curtis. Una pena porque Steve Miner ('House, una casa alucinante', 'Mandíbulas', 'Warlock') es capaz de más, pero una cosa sí que hay que reconocerle: el abrupto final está claramente en un Top 5 de mejores momentos de la saga.
9 - Halloween 5: La venganza de Michael Myers (Halloween 5: The Revenge of Michael Myers, 1989)
8 - Halloween: La maldición de Michael Myers (Halloween: The Curse of Michael Myers, 1995)
De estética agresivamente fea a golpe de continuos y desconcertantes planos-detalle, rebosa personajes tan antipáticos (un padre maltratador, un protagonista voyeur, un locutor de radio insufrible, amigos que te dejan tirada a la mínima) que a veces hasta parece poseer trazas de sátira social. Una pena que la mayor parte del tiempo, las convenciones slasher sean algo mediocres, porque rebosa ideas y actitud. Por cierto: rastread el apenas visto Montaje del Productor, con 45 minutos más de metraje, un final ya directamente salido como de 'Aterriza como puedas', una conclusión más digna para Loomis, incesto y otro destino para Jamie.
7 - Halloween 4: El regreso de Michael Myers (1988)
Aquí es la hija pequeña de una Laurie Strode muerta en un accidente de tráfico, Jamie, la que se convierte en nuevo objetivo del asesino, que porta la peor máscara de toda la franquicia. Excelentes interpretaciones de Jamie (la gran Danielle Harris) y Donald Pleasance, que vuelve como un Loomis cada vez más tronado, obsesivo y fuera de sí. En sus mejores momentos imita con corrección la planificación de Carpenter (aunque no tan bien como 'Halloween II'), y el final es verbena pura.
6 - La noche de Halloween (Halloween, 2018)
Pero nada de eso salva a un guión desastroso, que deambula sin garra, presentando personajes para liquidarlos sin drama ni sorpresas, plantea escenarios prometedores para desaprovecharlos totalmente (la fiesta adolescente) y no se cree demasiado su propio tono semidramático. Jamie Lee Curtis, cómo no a estas alturas, hace su papel con convicción, pero ni su refrito de Sarah Connor añade nada nuevo a lo que vimos en 'Halloween: Resurrection' (¡la peor secuela de la saga!) ni su trauma le llega a la suela de los zapatos al de la Laurie Strode de la 'Halloween II' de Rom Zombie. Eso sí que hay que reconocérselo: las dos películas de Zombie salen revitalizadas en la comparación con una secuela tan pobre.
5 - Halloween II: Sanguinario (Halloween II, 1981)
Con un manejo de la tensión excelente y que solo flojea en un tramo inicial donde no vemos más que a Michael Myers dando tumbos por Haddonfield, lo que lleva a una confusión de identidades algo aparatosa e innecesaria, 'Halloween II' no deja de ser una pieza derivativa e inferior a la original, pero rebosa ideas y buen gusto. Desde los fantásticos créditos iniciales a la reformulación de John Carpenter de su propia BSO, pasando por el ritmo y la atmósfera medicada y torpe, a imitación de la narcotizada Laurie Strode.
4 - Halloween II (2009)
Y sin embargo, rebosa detalles dedicados al fan de la franquicia: el retrato del trauma de Laurie es mucho más potente y creíble que el de la versión de 2018, y Loomis se convierte en un viejo sarnoso y dispuesto a exprimir todo lo que pueda la fama de Myers. Lo que propicia, por cierto, algún metacomentario de Zombie, fugaz pero muy interesante, sobre nuestra fascinación por los asesinos en serie. Y el conjunto se redondea con nada menos que treinta minutos iniciales que funcionan como un remake aislado, brutal y autocontenido de la primera secuela original.
3 - Halloween: El origen (Halloween, 2007)
Zombie se esfuerza en dar un sentido lógico a muchos de los tópicos
de la serie: los movimientos lentos y pesados del asesino se deben a su
envergadura, hay un origen para las máscaras, y también se husmea en la
relación obsesiva entre Loomis y Myers. La segunda mitad de la
película es un demoledor remake de la primera película, impecablemente
ejecutado, con media hora final de antología y una conclusión
digna de rivalizar con la de 'H20', que sin duda Zombie vio... para
evitar todos sus problemas. No es la clásica 'Halloween' (aunque Zombie
replica a menudo su estética y tempo), pero sí una extraordinaria visión de autor de lo que podría ser "su" 'Halloween'
2 - Halloween III: El día de la bruja (Halloween III: Season of the Witch, 1982)
Son, sin embargo, esas secuencias -absolutamente desnortadas en una historia con tono de pesadilla infantil- las que dan a este fenomenal experimento una textura única. Cuenta cómo un druida / empresario de máscaras de Halloween tiene un plan (después de robar un pedrusco de Stonehenge... suponemos que esa era la parte difícil) para aniquilar a la población infantil con chips instalados en las caretas. Con elementos de terror lovecraftniano, de 'La invasión de los ultracuerpos', de crítica anti-corporativa, del propio terror británico a lo Quatermass, Tommy Lee Wallace -colaborador habitual de Carpenter- rubricó una película modesta e impactante, cruel e inclasificable. Una capaz de mirarse cara a cara con 'La noche de Halloween' original, lo cual dice o bien mucho de ella, o bien muy poco del resto de la saga.
1 - La noche de Halloween (Halloween, 1978)
La sencilla abstracción del guión aprovecha el folclore cotidiano de la fecha de Halloween para imbuir no de normalidad sino de extraña monstruosidad una atmósfera en la que Michael Myers, un asesino sin rasgos ni comportamiento mínimamente humanos, se mueve como pez en el agua. La obsesiva y sintética banda sonora, la planificación despojada de contexto, el intuitivo hallazgo de elementos del slasher que hoy damos por sentados (del arma cotidiana -un cuchillo de cocina- a la máscara / uniforme, pasando por la final girl o la progresión ascendente de ritmo y argumento) convierten a 'La noche de Halloween' en una película sencilla de diseccionar pero cuyo misterio último sigue ahí, oscuro y perfecto, inigualado por cualquier secuela o reboot.
Por supuesto, esta lista obedece únicamente a mi criterio personal, así que seguro que tú tienes otras opciones: ¿odias la visión de Rob Zobie? ¿Te chifla la nueva secuela? ¿Cuál sería tu orden?
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