En el mundo del cine,
la muerte es solo el principio. Sobre todo en casos como el de
Bernardo Bertolucci, cuyo
fallecimiento
ha pillado desprevenido a todo el mundo, a pesar de llevar años
lidiando con una grave enfermedad. Todo el mundo del cine ha mostrado
sus respetos desde primera hora de la mañana, cuando se hizo oficial el
fallecimiento de uno de los directores más grandes de la historia del
cine.
Nadie
ha querido perder la ocasión de mostrar sus respetos a un maestro del
cine, a un autor único en una especie extinguida hace tiempo, cuando
películas tan monumentales como las cinco horas y cuarto de '
Novecento'. Desde aquí aprovechamos para recomendar una serie de
películas del maestro italiano a modo de eterno recordatorio y con el agradecimiento por los servicios prestados a nuestra pasión favorita.
La cosecha estéril (1962)
Apenas sobrepasada la veintena,
Bernardo Bertolucci empezaba a rodar películas, y la primera, '
La commare secca', venía con un libreto escrito por
Pier Paolo Pasolini.
A pesar de la diferencia de edad, exactamente el doble, ambos genios
empezarían sus andaduras en la realización de largometrajes
prácticamente al mismo tiempo. En este caso, con
un intenso drama criminal en torno a los diferentes puntos de vista de una serie de testigos (casi todos marginales) de un crimen. Un inicio a lo '
Rashomon' para una carrera imparable y ambiciosa.
El conformista (1970)
Probablemente, la obra redonda de Bertolucci.
Noir socio-político
que rompe con la habitual narrativa del director para presentarnos al
personaje protagonista, un camaleón que parece adaptarse y vincularse a
cualquier hombre y mujeres que le ofrezca de primeras el camino más
fácil. Al igual que su ópera prima, la culpa, el crimen y la política en
plena efervescencia.
El último tango en París (1972)
El
famoso drama psicosexual de Bernardo Bertolucci
que hizo que muchos de nuestros padres, picados por la curiosidad y el
morbo, salieran de nuestras fronteras para ver qué demonios pasaba en
una película que tardaría seis años en llegar a nuestro país.
El romance entre un hombre de negocios norteamericano y madurito con una
parisina mucho más joven sigue coleando casi medio siglo después. La
película que cambió para siempre el verdadero significado de la
mantequilla.
Novecento (1976)
A lo largo de sus
ambiciosas cinco largas horas, hay
una infinidad de oportunidades de perder espectadores. Ya sea con
crudas escenas de sexo, simplemente por su ritmo y su duración o porque
hay cierta carga de maltrato animal, '
Novecento' no es
la película que recomendamos para iniciarse con el autor italiano,
aunque sí una de las más ambiciosas del director. Tan ambiciosa es que
Televisión Española emitirá sus dos partes con una semana de diferencia
como homenaje. De nuevo históricos trabajos de
Vittorio Storaro y
Ennio Morricone.
El último Emperador (1987)
Si antes hablábamos de la obra redonda, 'El último emperador' sería
la obra total de Bertolucci,
sobre todo en su edición extendida con una hora más de metraje añadidos
a sus 165 minutos. Al igual que el enorme cine de David Lean y tantos
otros maestros, una película que debería verse exclusivamente en los
cines, a pesar de que esa versión extendida sea, precisamente, para la
televisión. La historia épica de un títere encerrado durante los años
más turbulentos de la historia de su nación. Impresionante trabajo de
Vittorio Storaro.
Belleza robada (1996)
Para muchos de nosotros, la primera experiencia con Bertolucci en una sala de cine fue una ronda que pagó
Liv Tyler. Y lo cierto es que nos encontramos con
un sólido trabajo
que podría haber acabado en un delirante sketch si tenemos en cuenta
que narra la historia de una joven modelo americana que pasa una
temporada en la Toscana entre escultores y otros artistas que se
obsesionan con ella mientras se piensa cómo perder la virginidad. En
esta ocasión, la increíble luz, además de su protagonista, la pone
Darius Khondji.
Soñadores (2003)
La última gran película del director italiano es este potente canto a la vida con un reparto de primera. Si
Bernardo Bertolucci es
uno de los maestros indiscutibles del erotismo dramático, '
Soñadores'
es, como siempre, una experiencia erótico-dramática de altura. Es tan
sexy, tan referencial y se gusta tanto que por momentos se aleje del
impacto, pero es al contrario que '
Novecento', puede ser la mejor forma de iniciarse en su cinematografía.
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