'The Wild Boys': la mejor película de 2018 para Cahiers du Cinéma es un relato experimental de aventuras y pecado
'The Wild Boys' (Les Garçons Sauvages) es una de las propuestas más fascinantes de la temporada y acaba de ser elegida por Cahiers du Cinéma. 'Les garçons sauvages' es una experiencia valiente y original que está disponible en Filmin y que en mayor o menor medida es una de esas películas obligatorias antes de que termine el año.
El francés Bertrand Mandico celebra sus veinte años
de carrera como cineasta con su primer largometraje, una ambiciosa
puesta al día de obras como la popular novela de William Golding, tantas veces llevada a las pantallas, 'El señor de las moscas', el cine de Guy Maddin o el ambiente de la todavía desconocida película de Nikos Nikolaidis de 1990, 'Singapore sling: O anthropos pou agapise ena ptoma', con la que comparte estilo fotográfico y ambiente hostil, aunque algo más experimental.
'The Wild Boys', título con el que ha llegado a nuestro país, cuenta cómo principios del siglo XX, cinco jóvenes de buena familia, borrachos de libertad, cometen un acto atroz y criminal por el que serán encerrados en un barco gobernado por un temible Capitán. Los jóvenes se verá atrapados en un viaje que se transformará en una pesadilla represiva. Tras amotinarse, los jóvenes llegan a una isla de vegetación lujuriosa llena de placeres ocultos donde nada, absolutamente nada, es lo que parece.
Como decíamos arriba, nada es lo que parece en la película, un baile
de máscaras donde lo explícito se subraya y los géneros se subvierten.
Para empezar, esta odisea sexual sobre la libertad y el libertinaje,
tiene a cinco mujeres en los papeles protagonistas masculinos. Pauline
Lorillard, Vimala Pons, Diane Rouxel, Anael Snoek y Mathilde Warnier
realizan unas interpretaciones absolutamente perfectas, bien arropadas
por la indispensable Elina Löwensohn y la gran presencia de Sam Louwyck.
Por momentos se diría que estamos ante una película intelectualmente pornográfica.
Llegado el momento, la escenografía es muy similar a las del cine porno
paródico de los años setenta, algo de lo que el director es plenamente
consciente y que muestra con orgullo. Aunque a 'Les garçons sauvages'
hemos venido a sufrir, una vez conozcamos los secretos de la isla de los
vestidos, nos instalaremos en el acogedor regazo de su jolgorio.
Alimentada por sus múltiples referencias, ’The Wild Boys’
es una historia de aprendizaje, y como tal, una historia cruel y sádica
que por momentos parece no querer acabar nunca, llegando a encontrarse
más cómoda que el espectador.
Es esa escasa voluntad a la hora de condensar algo más la historia, la
que la lleva hasta casi dos horas, el único detalle que no juega a favor
de obra. Un mal menor teniendo en cuenta que nos está ofreciendo la
historia definitiva sobre islas mágicas en época de naufragios.
La isla de las almas perdidas
'The Wild Boys', título con el que ha llegado a nuestro país, cuenta cómo principios del siglo XX, cinco jóvenes de buena familia, borrachos de libertad, cometen un acto atroz y criminal por el que serán encerrados en un barco gobernado por un temible Capitán. Los jóvenes se verá atrapados en un viaje que se transformará en una pesadilla represiva. Tras amotinarse, los jóvenes llegan a una isla de vegetación lujuriosa llena de placeres ocultos donde nada, absolutamente nada, es lo que parece.
Cumming of age
Mandico es un provocador nato, y se divierte jugando con los límites del espectador, del género y del "género". Hay una sexualidad explosiva constante a lo largo de un metraje cargado de eyaculaciones, planos detalle de órganos sexuales y frenesí adolescente, pero su estilo narrativo, su fotografía oscilante entre el color y el blanco y negro y los juegos visuales que compone, además de la estupenda música de Pierre Desprats y la edición de Laure Saint-Marc, hacen que el resultado final sea alucinante. Casi delirante.
El director francés acierta no solo en el casting o elaborando
imágenes inquietantes y llenas de erotismo desbocado, también lo hace
acercando un punto de vista sociopolítico interesante a la hora de
hablar de los límites y la igualdad. La gran inteligencia de la película
reside en la utilización de un grupo de actrices fascinantes jugando
con la androginia entre orgasmos y pesadillas.
Via:espinof
Comentarios