Desde su confirmación a finales del año pasado, Disney + se ha convertido en la comidilla de la industria. Creativos, inversores, star system... todos tienen en su radar el siguiente movimiento de la empresa más grande del mundo, que reventará el streaming antes de que finalice este año
Una cuestión de prisa
Bob Iger, presidente de Disney desde el año 2000, se ha referido a la plataforma en repetidas ocasiones como la "máxima prioridad" de Walt Disney Co. Disney ha rediseñado sus operaciones y reorganizado sus rangos y gestores para prepararse para su rompedor servicio de transmisión. El gigante de los medios de comunicación de Burbank ha realizado grandes inversiones en infraestructura técnica, además de la tremenda sacudida que supuso la adquisición de Fox hace unos meses.
Con esos puntos cerrados, el punto de mira está puesto en la presión
que podría acumularse en chez Disney para lidiar con fuerza a través de
varios frentes (muy gordos) abiertos al mismo tiempo. Ahora mismo Disney
tiene por delante la hercúlea tarea de aumentar su producción general,
tanto cinematográficamente (con los personajes que se irán añadiendo
tras la recuperación de los derechos de Fox, además de los distintos planes marvelitas), como en un servicio doméstico de calidad. Casi nada.
Una cuestión de pasta
Las preguntas sobre cómo gestionará la transición de sus (históricos) modelos de distribución tradicionales al terreno de combate de los servicios de streaming son numerosas, y Disney ha programado una presentación sobre el tema para el próximo 11 de abril. La compañía también espera deslumbrar con una demostración del servicio y un primer vistazo a algunas de sus producciones.
A nivel económico, Disney deberá arrojar luz sobre tres puntos clave
en su presentación a los inversores: cuánto gastará en contenido, cuánto
se perderá de los ingresos de licencias tradicionales al mantener un
mayor contenido streaming y cuánto tiempo pasará antes de un retorno
económico. Además, Disney + está tirando la casa por la ventana
con los presupuestos de sus contenidos, mucho más elevados
(lógicamente) que los títulos con los que podría mercadear en otros
servicios.
Strauss y Chu son ejecutivos exitosos respetados dentro y fuera de Disney, pero ninguno de los dos tiene experiencia en la gestión de producciones de alta gama. Strauss trabajó como jefe de producción de Participant Media antes de Disney mientras Chu se encontraba en la producción de documentales antes de unirse a Disney en 2008 para desarrollar contenido digital.
El próximo martes cinco de febrero, la compañía desglosará por primera vez sus finanzas. A primeros de este mes, Disney reveló que la unidad registra una pérdida para los primeros nueve meses de 2018 de 738 millones en ingresos operativos de los algo más de tres mil millones de inversión prevista.
Según Steven Cahall, analista senior de medios de RBC Capital Markets, Disney está a la altura de los enormes desafíos que se avecinan, y estima que la compañía dedicará unos 500 millones a la programación original de Disney Plus a lo largo de 2019. "Disney gasta más en contenido que nadie en el mundo. Tiene décadas de experiencia en crear contenidos excelentes, un enorme balance y es una marca conocida en todo el mundo", afirma.
Su investigación identifica a Disney como el mayor inversor entre los gigantes en cuanto a contenido, con una proyección de casi veinticuatro mil millones para 2019, dieciséis mil millones, si excluimos las propiedades relacionadas con los deportes. El gasto total de Disney asciende a casi la cuarta parte del 22% de los ciento siete mil millones en gastos de contenido global que suman las compañías de medios más grandes. AT&T y Netflix son los siguientes en la lista con 14.3 mil millones y 14 mil millones, respectivamente, según RBC.
Una cuestión de programación
Por su parte, Iger ha estado trazando los planes de proyectos tan importantes como ‘The Mandalorian’, la primera serie ‘Star Wars’ en imagen real, y que seguramente será uno de los puntos clave y "ganchos" para Disney Plus.
Además, la suma de Marvel, Lucasfilm y Pixar, así como FX, Fox Searchlight o National Geographic apuntan a ser una fuente inagotable de contenido original. Las películas originales deberían ser, lógicamente, el otro gran valor de la compañía.
En el lado "oscuro" queda aguardar por el baile de ejecutivos y la montaña rusa que vendrá con la fusión definitiva con Fox mientras el resto de la industria, la que se reparte las migajas, espera y observa cómo maneja Disney su potencia de fuego en la era del streaming.
Via:Espinof
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