Dos de los nombres propios de la próxima ceremonia de los Oscar, Spike Lee y Paul Schrader, han reaccionado a las que son sus primeras nominaciones a los premios de la Academia. Lee obtiene la primera como director con 'Infiltrado en el KKKlan' y Schrader su primera nominación, en este caso como guionista de la excelente 'El reverendo'.
Nunca es tarde si la nominación es buena
Hace casi treinta años desde que una Kim Basinger vestida con, según los expertos, uno de los peores vestidos de la historia de las galas de la Academia, mostrase su descontento con la marginación a la que los miembros y votantes sometieron a la película de Spike Lee, 'Haz lo que debas'.Lee recibió un Oscar honorífico en 2015, antes de la ceremonia de 2016, que aceptó de buen grado a pesar de que más tarde advertiría que no tenía pensado acudir a la gala de febrero. "Me gustaría agradecer a la presidenta Cheryl Boone Isaacs y al consejo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas por concederme el Oscar honorario este mes de noviembre", afirmó. "Lo agradezco de verdad. Sin embargo, mi esposa, Tonya Lewis Lee, y yo no asistiremos a la ceremonia de los Oscar en febrero. ¿Cómo es posible que por segundo año consecutivo los veinte candidatos en la categoría de actores y actrices sean blancos? ¿No sabemos actuar?".
Por su parte, Paul Schrader, en un alarde de sinceridad e inesperada
candidez, afirmaba que, a pesar de no haber respetado nunca a la
Academia (ahí está la candidez que se puede esperar de un tipo como él),
se muestra tremendamente agradecido por la nominación.
Schrader tiene una dilatada trayectoria como guionista y director de
películas llenas de ira y soledad. Como guionista, son históricas sus colaboraciones con Martin Scorsese en 'Taxi Driver', 'Toro salvaje' o 'La última tentación de Cristo'.
Como director, 'El reverendo' (¿Cómo es posible que Ethan Hawke no esté nominado si el protagonista de la película sobre Queen sí lo está?) es probablemente su mejor trabajo, recuperando la opresiva atmósfera de 'Aflicción' y ese ambiente tan poco dado a las alegrías. Está claro que su cine no es carne de premio masivo, pero su trayectoria bien merecía un reconocimiento en forma de estatuilla, sobre todo por uno de sus ya clásicos trabajos reaccionarios, toda una patada en el bajo vientre de la moral.
Via:espinof
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