De momento y año a año seguimos pegados a la ceremonia, nos encantan los
Oscar y lo único que nos podría hacer cambiar de opinión es esta lista
de injusticias históricas
Está claro que en una ceremonia de premios no todo el mundo va a salir contento…. Y no nos referimos a los perdedores que puede que sonrían mucho pero que todos sabemos que a nadie le gusta que le quiten el trofeo en sus narices, no, realmente hablamos de los y las amantes del cine. Y también del cine en particular, de su historia, de su hegemonía como arte. Si en los premios más importantes del año no se premia bien, quién diablos lo hará.
A veces puede que la elección de los académicos parezca la correcta pero el tiempo acaba por subrayar el nefasto error. Otras veces la injusticia es tan clara que al dar un premio equivocado el universo se echa las manos a la cabeza al unísono.
Hay muchas injusticias en los Oscar, en CINEMANIA hemos echado la vista atrás para traerte 10 de los premios más absurdos. Hay más, por supuesto… Pero estos son los que nos quitan el sueño.
RAZÓN Nº1: JUDY GARLAND
Esta cosa de los Oscar que todo el mundo comenta cada año de que a la Academia se le da fatal saldar deudas porque siempre lo hace mal y tarde es verdad y lleva más de medio siglo siendo así. En 1955 Grace Kelly, a quien los académicos vieron necesario hacer mimos en la ceremonia de aquel año, ganó un óscar a mejor actriz por The Country Girl donde no llegaba a convencer como la esposa desaliñada de un alcohólico. Justo ese mismo año Judy Garland se comía la pantalla con un papel muy parecido donde lucía sus dotes como cantante y realizaba una interpretación hermosa y tierna en Ha nacido una estrella. La actriz estaba en todo su apogeo y el Oscar debería haber sido incuestionable.
Groucho Marx se cabreó enormemente y montó un gran revuelo en la ceremonia, poco después el envío a Garland un telegrama que decía: “Dear Judy, este ha sido el mayor robo desde Brinks”.
Garland murió con sólo dos nominaciones sin haber ganado ninguna estatuilla.
RAZÓN Nº2: VERTIGO DE ALFRED HITCHCOCK
Que no se reconociera el talento de Hitchcock en toda su carrera es grave. Pero que la Academia diera un Oscar a una de las películas más extravagantes y menores de Vicente Minnelli, Gigi, en vez de premiar esa absoluta obra maestra del cine titulada Vértigo NO TIENE PERDÓN. La escena del campanario se estudia en las escuelas de cine, marcó un antes y un después en la técnica cinematográfica… Probablemente sea la mejor película de Hitchcock y nada… ni un mísero aplauso se llevó este título que hoy en día todos veneramos.
RAZÓN Nº3: CANTANDO BAJO LA LLUVIA
En este caso ya ni siquiera estamos hablando de que este musical dirigido por Gene Kelly y Stanley Donen haya perdido el Oscar en favor de una película ganadora, no. Es que el musical más conocido de todos los tiempos, esta inmensa obra maestra que tanto ha influenciado no solo a títulos del género sino a todos los tipos de películas ni siquiera estaba nominada. No existió para los académicos… La cinta que ganó fue El mayor espectáculo del mundo. Que sí, que el trabajo de Cecil B. DeMille no está mal, pero Gene Kelly chapoteando… Eso es historia del cine.
RAZÓN Nº4: CENTAUROS DEL DESIERTO
Haced un ejercicio, queridos lectores. Meter en vuestro Blu-Ray el disco de Centauros del desierto y disfrutar durante un par de horas de este western. Al terminar sabréis que estáis ante una obra inmortal, ante la mejor película del que muchos consideran el mejor director de la historia, John Ford. Centauros del desierto es la cinta favorita de gente como Steven Spielberg o Martin Scorsese. Pero más allá de todo esto, cuando la has visto seguramente habrás comprobado que todo perfecto, la fotografía, el vestuario, la increíble dirección de Ford, la banda sonora, las interpretaciones…. ¿Cuántas nominaciones a los Oscars calculas que debería haber tenido Centauros del desierto? ¿9? ¿10? ¿11? Pues NINGUNA. Los que han sobrevivido a estos Oscar aún siguen cabreados.
RAZÓN Nº5: MARTIN SCORSESE
En el 76 la Academia premió a Rocky por encima de Network y Taxi Driver. Cuatro años después la Academia premió el debut de Robert Redford, Gente Corriente, e ignoró Toro Salvaje. En la ceremonia del año 90 Uno de los nuestros perdió ante Bailando con Lobos. Y ya en 2006, con varias décadas asumiendo sus errores, los académicos deciden dar un Oscar a Scorsese por Infiltrados, un remake que para colmo ni siquiera supera a la película original de Hong Kong en la que está basada. Es para partirse de risa.
RAZÓN Nº6: APOCALYPSE NOW
Francis Ford Coppola soportó una guerra civil, el ataque cardiaco de su protagonista, un tifón, kilos y kilos de cocaína, el incontrolable ego de Marlon Brando y aun así dirigió una de las mejores y más míticas películas de guerra de toda la historia. Sin embargo, en su ceremonia de los Oscar a los académicos les dio por dar como ganador a Robert Benton por Kramer vs. Kramer. Es un drama fetén, eso está claro, pero su importancia para la historia es mínima comparada con el inmenso valor de un título como Apocalypse Now.
Es cierto que el año anterior El cazador, otra gran película sobre Vietnam, se llevó el Oscar y quizá lo vieron demasiado. Sobre todo tras la victoria de Coppola por El padrino II hacía relativamente poco. En cualquier caso, este Oscar sigue siendo un tremendo error.
RAZÓN Nº7: STANLEY KUBRICK
Está mal que Stanley Kubrick no tenga ningún Oscar. Sin embargo, uno puede pensar que quizá sus grandes películas coincidieron con títulos mejores o más accesibles, en definitiva más oscarizables. Fue no premiando 2001: Una odisea en el espacio en favor de ¡Oliver!, una película que no está mal pero cuya única razón para ganar fue que la academia le debía una después de haberle ignorado con El tercer hombre o Larga es la noche.
No premiar a la película de ciencia ficción que revolucionó el género le quitó durante años muchísima credibilidad a los premios. Y hoy todavía sigue escociendo.
RAZÓN Nº8: CARY GRANT
El mejor actor de la historia del cine tuvo dos nominaciones en toda su carrera por dos películas que hoy ya han sido olvidadas. Cary Grant protagonizó una de las mejores comedias del Hollywood clásico, Historias de Philadelphia, pero la Academia dio el Oscar a James Stewart en vez de a él, al que ni siquiera nominaron. No le nominaron por La fiera de mi niña o por La novia era él. Y cuando pasó al género interpretando en un par de obras maestras junto a Alfred Hitchcock, a la Academia le importó un carajo.
Todavía hoy es un misterio los motivos que llevaron a la academia a ignorar a semejante genio de la interpretación.
RAZÓN Nº9: CRASH
No dar el premio a Brokeback Mountain, una historia de amor entre dos vaqueros dirigida por Ang Lee que se convirtió en un clásico instantáneo en el mismo momento de su estreno es un error por parte de la academia. Pero lo que la hace perder cualquier atisbo de credibilidad es haber dado el Óscar de ese año a Crash, una película pesadísima, con interpretaciones nefastas (aunque Matt Dillon fue nominado y todo), retórica inservible y dirigida de pena. ¿Qué sentido tiene darle el oscar a mejor director a Ang Lee y luego ignorar su obra maestra? La ceja de Jack Nicholson al entregar el premio se levantó por encima de sus posibilidades… ¡Incluso sonó un abucheo en el teatro!
RAZÓN Nº10: LA LLEGADA
Ni La La Land, ni Manchester Frente al mar ni Moonlight que fue la ganadora. En los Oscars de hace dos años, Arrival estaba por encima de todos los títulos. Una película inmensa en todos los sentidos. Apabullante. Bella. De 11 nominaciones solo ganó el sonido. Y sin embargo, el guión adaptado era increíblemente audaz teniendo en cuenta el original, la fotografía de Bradford Young, la banda sonora, por supuesto el montador Joe Walker que fue el tipo que le dio sentido a la película. Pero no tener a Amy Adams nominada por esta interpretación ya es como para tomarse a chiste estos premios.
Ganó Moonlight después de una encantadora equivocación de Warren Beatty. Moonlight, una película de la que nadie se acuerda dos años después.
Está claro que en una ceremonia de premios no todo el mundo va a salir contento…. Y no nos referimos a los perdedores que puede que sonrían mucho pero que todos sabemos que a nadie le gusta que le quiten el trofeo en sus narices, no, realmente hablamos de los y las amantes del cine. Y también del cine en particular, de su historia, de su hegemonía como arte. Si en los premios más importantes del año no se premia bien, quién diablos lo hará.
A veces puede que la elección de los académicos parezca la correcta pero el tiempo acaba por subrayar el nefasto error. Otras veces la injusticia es tan clara que al dar un premio equivocado el universo se echa las manos a la cabeza al unísono.
Hay muchas injusticias en los Oscar, en CINEMANIA hemos echado la vista atrás para traerte 10 de los premios más absurdos. Hay más, por supuesto… Pero estos son los que nos quitan el sueño.
RAZÓN Nº1: JUDY GARLAND
Esta cosa de los Oscar que todo el mundo comenta cada año de que a la Academia se le da fatal saldar deudas porque siempre lo hace mal y tarde es verdad y lleva más de medio siglo siendo así. En 1955 Grace Kelly, a quien los académicos vieron necesario hacer mimos en la ceremonia de aquel año, ganó un óscar a mejor actriz por The Country Girl donde no llegaba a convencer como la esposa desaliñada de un alcohólico. Justo ese mismo año Judy Garland se comía la pantalla con un papel muy parecido donde lucía sus dotes como cantante y realizaba una interpretación hermosa y tierna en Ha nacido una estrella. La actriz estaba en todo su apogeo y el Oscar debería haber sido incuestionable.
Groucho Marx se cabreó enormemente y montó un gran revuelo en la ceremonia, poco después el envío a Garland un telegrama que decía: “Dear Judy, este ha sido el mayor robo desde Brinks”.
Garland murió con sólo dos nominaciones sin haber ganado ninguna estatuilla.
RAZÓN Nº2: VERTIGO DE ALFRED HITCHCOCK
Que no se reconociera el talento de Hitchcock en toda su carrera es grave. Pero que la Academia diera un Oscar a una de las películas más extravagantes y menores de Vicente Minnelli, Gigi, en vez de premiar esa absoluta obra maestra del cine titulada Vértigo NO TIENE PERDÓN. La escena del campanario se estudia en las escuelas de cine, marcó un antes y un después en la técnica cinematográfica… Probablemente sea la mejor película de Hitchcock y nada… ni un mísero aplauso se llevó este título que hoy en día todos veneramos.
RAZÓN Nº3: CANTANDO BAJO LA LLUVIA
En este caso ya ni siquiera estamos hablando de que este musical dirigido por Gene Kelly y Stanley Donen haya perdido el Oscar en favor de una película ganadora, no. Es que el musical más conocido de todos los tiempos, esta inmensa obra maestra que tanto ha influenciado no solo a títulos del género sino a todos los tipos de películas ni siquiera estaba nominada. No existió para los académicos… La cinta que ganó fue El mayor espectáculo del mundo. Que sí, que el trabajo de Cecil B. DeMille no está mal, pero Gene Kelly chapoteando… Eso es historia del cine.
RAZÓN Nº4: CENTAUROS DEL DESIERTO
Haced un ejercicio, queridos lectores. Meter en vuestro Blu-Ray el disco de Centauros del desierto y disfrutar durante un par de horas de este western. Al terminar sabréis que estáis ante una obra inmortal, ante la mejor película del que muchos consideran el mejor director de la historia, John Ford. Centauros del desierto es la cinta favorita de gente como Steven Spielberg o Martin Scorsese. Pero más allá de todo esto, cuando la has visto seguramente habrás comprobado que todo perfecto, la fotografía, el vestuario, la increíble dirección de Ford, la banda sonora, las interpretaciones…. ¿Cuántas nominaciones a los Oscars calculas que debería haber tenido Centauros del desierto? ¿9? ¿10? ¿11? Pues NINGUNA. Los que han sobrevivido a estos Oscar aún siguen cabreados.
RAZÓN Nº5: MARTIN SCORSESE
En el 76 la Academia premió a Rocky por encima de Network y Taxi Driver. Cuatro años después la Academia premió el debut de Robert Redford, Gente Corriente, e ignoró Toro Salvaje. En la ceremonia del año 90 Uno de los nuestros perdió ante Bailando con Lobos. Y ya en 2006, con varias décadas asumiendo sus errores, los académicos deciden dar un Oscar a Scorsese por Infiltrados, un remake que para colmo ni siquiera supera a la película original de Hong Kong en la que está basada. Es para partirse de risa.
RAZÓN Nº6: APOCALYPSE NOW
Francis Ford Coppola soportó una guerra civil, el ataque cardiaco de su protagonista, un tifón, kilos y kilos de cocaína, el incontrolable ego de Marlon Brando y aun así dirigió una de las mejores y más míticas películas de guerra de toda la historia. Sin embargo, en su ceremonia de los Oscar a los académicos les dio por dar como ganador a Robert Benton por Kramer vs. Kramer. Es un drama fetén, eso está claro, pero su importancia para la historia es mínima comparada con el inmenso valor de un título como Apocalypse Now.
Es cierto que el año anterior El cazador, otra gran película sobre Vietnam, se llevó el Oscar y quizá lo vieron demasiado. Sobre todo tras la victoria de Coppola por El padrino II hacía relativamente poco. En cualquier caso, este Oscar sigue siendo un tremendo error.
RAZÓN Nº7: STANLEY KUBRICK
Está mal que Stanley Kubrick no tenga ningún Oscar. Sin embargo, uno puede pensar que quizá sus grandes películas coincidieron con títulos mejores o más accesibles, en definitiva más oscarizables. Fue no premiando 2001: Una odisea en el espacio en favor de ¡Oliver!, una película que no está mal pero cuya única razón para ganar fue que la academia le debía una después de haberle ignorado con El tercer hombre o Larga es la noche.
No premiar a la película de ciencia ficción que revolucionó el género le quitó durante años muchísima credibilidad a los premios. Y hoy todavía sigue escociendo.
RAZÓN Nº8: CARY GRANT
El mejor actor de la historia del cine tuvo dos nominaciones en toda su carrera por dos películas que hoy ya han sido olvidadas. Cary Grant protagonizó una de las mejores comedias del Hollywood clásico, Historias de Philadelphia, pero la Academia dio el Oscar a James Stewart en vez de a él, al que ni siquiera nominaron. No le nominaron por La fiera de mi niña o por La novia era él. Y cuando pasó al género interpretando en un par de obras maestras junto a Alfred Hitchcock, a la Academia le importó un carajo.
Todavía hoy es un misterio los motivos que llevaron a la academia a ignorar a semejante genio de la interpretación.
RAZÓN Nº9: CRASH
No dar el premio a Brokeback Mountain, una historia de amor entre dos vaqueros dirigida por Ang Lee que se convirtió en un clásico instantáneo en el mismo momento de su estreno es un error por parte de la academia. Pero lo que la hace perder cualquier atisbo de credibilidad es haber dado el Óscar de ese año a Crash, una película pesadísima, con interpretaciones nefastas (aunque Matt Dillon fue nominado y todo), retórica inservible y dirigida de pena. ¿Qué sentido tiene darle el oscar a mejor director a Ang Lee y luego ignorar su obra maestra? La ceja de Jack Nicholson al entregar el premio se levantó por encima de sus posibilidades… ¡Incluso sonó un abucheo en el teatro!
RAZÓN Nº10: LA LLEGADA
Ni La La Land, ni Manchester Frente al mar ni Moonlight que fue la ganadora. En los Oscars de hace dos años, Arrival estaba por encima de todos los títulos. Una película inmensa en todos los sentidos. Apabullante. Bella. De 11 nominaciones solo ganó el sonido. Y sin embargo, el guión adaptado era increíblemente audaz teniendo en cuenta el original, la fotografía de Bradford Young, la banda sonora, por supuesto el montador Joe Walker que fue el tipo que le dio sentido a la película. Pero no tener a Amy Adams nominada por esta interpretación ya es como para tomarse a chiste estos premios.
Ganó Moonlight después de una encantadora equivocación de Warren Beatty. Moonlight, una película de la que nadie se acuerda dos años después.
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