'¿No es romántico?' acaba siendo lo mismo que pretende parodiar: otra comedia romántica más en Netflix
Hace tiempo que parece que Hollywood ha perdido bastante interés hacia las comedias románticas. No ha pasado tanto tiempo desde que era habitual encontrarse con una financiada por algún gran estudio en nuestro cine más cercano, pero ahora da la sensación de que su lugar en las preferencias de las productoras ha sido ocupado por el cine de terror de presupuesto contenido. Aunque el enorme éxito de 'Crazy Rich Asians' quizá haga que eso cambie.
Ahí ha aparecido Netflix al rescate quedándose con multitud de comedias románticas y marcándose grandes éxitos con títulos como ‘A todos los chicos de los que me enamoré’ o ‘Mi primer beso’. Además, su política también incluye adquirir los derechos de alguna película más allá de su país de origen, siendo eso lo que ha sucedido con ‘¿No es romántico?’, cinta que vende que va a desmontar el subgénero y luego acaba siendo una más pese a su toque paródico.
No intentes venderme lo que no eres
Ahí está lo que realmente define a la película: su protagonista irá
haciendo multitud de comentarios a lo largo del metraje sobre los
tópicos de las comedias románticas para luego caer una y otra vez en
ellos. De esa forma, la chispa inicial va apagándose más allá de instantes conseguidos
–el momento en el que es consciente de que no va a poder hacer el amor
con otro personaje- hasta desembocar, eso sí, en una curiosa moraleja
final.
Al servicio de Rebel Wilson
Por su parte, Todd Strauss-Schulson sabe cómo llevar el ritmo desde la puesta en escena, pero tiene a sus disposición ingredientes menos suculentos para subvertir el género de los que tuvo en su momento en la muy superior ‘Las últimas supervivientes’. De hecho, aquí se le ve más suelto en los momentos que se regodean en el cliché pero con un matiz más cómico como la escena del karaoke.
El verdadero problema está en el guion firmado por Erin Cardillo, Dana Fox y Katie Silberman por su indecisión sobre lo que quiere ser la película. No quiere ser una comedia romántica al uso pero tampoco renunciar a sus mecanismos, quiere ser una parodia pero sin marcarlo demasiado y, sobre todo, busca ser diferente pero quedándose siempre corto. Al menos algo de ingenio se percibe, pero hacía falta más que eso.
En definitiva, ‘¿No es romántico?’ funciona de forma aceptable como cruce entre parodia y comedia romántica, pero al final acaba pesando más lo segundo que lo primero para desgracia de aquellos que se acerquen únicamente a ella esperando ver una cinta que desmonte los lugares comunes de este subgénero. Los detecta y algo se ríe a costa de ellos, pero al final acaba celebrándolos tanto como cualquier otra.
Via:espinof
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