El enorme éxito de ‘Aquaman’ va a suponer un antes y un después dentro del universo DC. Ahora Warner ha decidido dejar de lado los crossovers y centrarse en las aventuras individuales. Además, la marcha de Ben Affleck deja claro que se ha trazado un nuevo rumbo en el que una propuesta como ‘¡Shazam!’ encaja bastante mejor de lo que parecía cuando se anunció el proyecto.
‘¡Shazam!’ es una película que recuerda más al modelo Marvel que al de DC, ya que es una aventura de presentación mucho más ligera con un fuerte componente humorístico e incluso cuenta con dos escenas post-créditos. Es también una propuesta muy luminosa que espera por encima de todo hacérselo pasar en grande al espectador y lo consigue con creces.
Con las ideas clarísimas
Es cierto que ‘¡Shazam!’ tarda un poco en arrancar, pero también que es un peaje necesario para presentar su mitología y el camino que siguen héroe y villano. De hecho, la película va alternando de forma bastante eficaz la evolución de uno y otro hasta llegar a su inevitable enfrentamiento final. Por ese lado, no hay ninguna sorpresa, pero es que ‘¡Shazam!’ no juega a eso y tampoco a ser un espectáculo visual desbordante. Aquí el objetivo es otro.
Grazer es al mismo tiempo el encargado de elevar el aspecto cómico y
de dar algo de corazón al relato y sale airoso de ello. Es ahí donde
‘¡Shazam!’ podía hacerse hundido, ya que el resto de elementos
familiares con los que juega el guion de Henry Gayden
no pasan de lo meramente funcional y desde bien pronto queda claro que
va a ser algo fundamental dentro de las motivaciones del protagonista.
‘¡Shazam!’, un gran acierto de DC
Hay incluso hueco para un pequeño guiño a ‘Big’, un referente obvio de ‘¡Shazam!’ en todo lo alejado de lo puramente superheroico, a la hora de construir un relato muy sencillo que no me sorprendenría que algunos despreciasen por ser algo simple. Lo es y también puedo decir que el villano acaba resultando un tanto genérico -una pena que Mark Strong no tenga un material mejor al que hincarle el diente-, otro mal demasiado habitual en el cine de superhéroes.
Para ello resulta esencial el trabajo de puesta en escena de David F. Sandberg, quien mantiene en todo momento la claridad necesaria para que no haya altibajos de ritmo o interés y sabe cómo imprimir del ritmo adecuado para que todo fluya de la forma necesaria para que uno pueda dejarse llevar con la certeza de que se lo va a pasar en grande. Es verdad que le falta alguna escena de acción emblemática, pero también que eso es un recurso, nunca lo que define a ‘¡Shazam!’.
En definitiva, ‘¡Shazam!’ es un pasatiempo de primera, una película de superhéroes que apuesta por la ligereza y el humor con un reparto entregado para la causa y un director que sabe lo que hace para potenciar sus virtudes. No hay nada en ella realmente memorable, pero tampoco nada que moleste y ensucie el buen rato que has pasado cuando te levantes de tu butaca.
Via:espinof
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