Cannes 2019: 'Érase una vez en Hollywood' nos deja la película más nostálgica y acomodada de un Tarantino decepcionante
Por fin, en la octava jornada del Festival de Cannes llegó Quentin Tarantino con la película más esperada de esta 72ª edición, 'Érase una vez en Hollywood' ('Once Upon a Time in Hollywood'), la vuelta del cineasta a la Croisette una década después de competir por la Palma de Oro con 'Malditos bastardos' ('Inglourious Basterds').
Desde la perspectiva de acreditado como prensa (de color azul, es decir, segunda categoría tras los rosas), la gran expectación en torno al noveno film de Tarantino se ha notado al hacer la habitual cola para entrar en la sala: los que iban entrando lo celebraban como si hubieran ganado la lotería, y tras dos horas esperando, he sido uno de los últimos en poder acceder al Teatro Claude Debussy (con capacidad para 1.048 personas). ¡Y ya con la película empezada! Sí, otra contradicción más de este certamen que no deja de sorprendernos.
'Érase una vez en Hollywood': lo peor de Tarantino hasta la fecha
Lamentablemente, creo que es lo más torpe que ha rodado Tarantino hasta el momento. Si hay algo que uno puede esperar de un film de Tarantino es que tenga un guion repleto de diálogos ingeniosos y conversaciones absorbentes, que en manos de los actores adecuados (y este director suele tener unos repartos inmejorables) llegan a crear momentos mágicos donde todo lo que rodea a los personajes no importa, solo la anécdota o la idea que han decidido compartir con el público.
No en vano, Tarantino ha ganado dos Óscar, ambos por su trabajo como
escritor; el primero lo compartió con Roger Avary por el libreto de 'Pulp Fiction' (Palma de Oro en Cannes, por cierto), y el segundo lo ganó ya en solitario por escribir 'Django desencadenado'.
También optó a la estatuilla por el guion de 'Malditos bastardos', que
hasta hoy me parecía la película más irregular del realizador. Quizá lo
sigue siendo pero al menos tiene a Hans Landa y tramos absolutamente brillantes; 'Érase una vez en Hollywood' no llega nunca a ese nivel.
'Érase una vez en Hollywood' es una comedia cargada de nostalgia y amor por el cine donde el autor se detiene demasiado en detalles, esforzándose por transportar al espectador a ese año 1969 que recuerda con tanto cariño. Es como un padre o un abuelo que se anda tanto por las ramas contando sus batallitas que acabas perdiendo el hilo. Tarda más de dos horas. Y puede que merezca la pena, pero este director es capaz de mucho más. Se sabe que ha estado trabajando en el montaje hasta el último momento, quizá ahí esté una de las claves.
Via:espinof
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