Vivimos en la era del "peak TV" con centenares de
series estrenándose año a año y muchas de hecho, de calidad más que
notable. Pero muchas veces la inmediatez hace que nos olvidemos de que
la ficción televisiva tiene más de medio siglo de historia, con series
para el recuerdo.
Hoy hemos
seleccionado las mejores series de la historia. 47 ficciones de calidad sobresalientes que son imprescindibles a la hora de entender el medio. ¿Estáis preparados? Comenzamos.
'24'
Estrenada poco después del 11S, '
24'
se convirtió en la catarsis que necesitaba el mundo en este nuevo
episodio de la historia. De formato arriesgado (24 episodios "en tiempo
real"), dio el que es el
héroe de acción definitivo de la televisión en el siglo XXI,
encarnado por Kiefer Sutherland. Una serie que cayó algo víctima de su
propio y extenuante formato pero que transformó por completo la
televisión actual.
'30 Rock’
Tina Fey se metió en
todo un ejercicio de metatelevisión con ’
30 Rock’
(también conocida como ‘Rockefeller Plaza’ en España) en el que contaba
lo que pasaba entre bambalinas de un programa de sketches semanales de
NBC desde el punto de vista de su guionista jefe, Liz Lemon (Fey) y el
recién llegado ejecutivo Jack Donaghy (Alec Baldwin). Una comedia
surrealista que cuenta con un guion excelso.
'A dos metros bajo tierra'
Cuando Alan Ball presentó '
A dos metros bajo tierra'
('Six feet under') a los ejecutivos de HBO, estos le preguntaron si
podría hacerla más retorcida. Y lo hizo. El drama, que seguía a la
familia Fisher y su funeraria,
navegaba con cierto toque de humor tétrico
en la compleja dimensión humana. Tiene, además, el mérito de contar con
uno de los finales más recordados y aclamados de la televisión.
‘El ala oeste de la Casa Blanca’
En 1999, Aaron Sorkin creó el que
aun veinte años después es a lo que aspiran a llegar a ser los dramas políticos.
Con la verborrea (y el idealismo) característica de su guionista
principal, ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ recorre los entresijos del
gabinete del presidente Bartlett (Martin Sheen). Sin duda, una de las
series mejor escritas de la historia y, de hecho, con los personajes más
inolvidables.
‘Alfred Hitchcock presenta’
Aunque actualmente estamos en un auge de la antología, fue a mediados
del siglo XX cuando este formato maravilló a toda una generación con
series como ‘
Alfred Hitchcock presenta’,
en la que el maestro del suspense nos metía de lleno en cientos de historias de misterio y crimen.
Capítulos que jugaban con los “límites de la televisión” y que contaban
con guionistas y directores de excepción (Roald Dahl, Robert Altman, el
propio Hitchcock…)
‘Batman. La serie animada’
A día de hoy, hay pocas adaptaciones de cómics de superhéroes que se acerquen en calidad a
la que hizo Warner Bros. con Batman allá por los 90. Sin dejar de ser dibujos animados dirigidos a la infancia,
Bruce Timm, Paul Dini y Mitch Brian realizaron una aproximación muy seria al personaje y sus aventuras, regalándonos horas y horas de delicias a todo color.
‘Battlestar Galactica’
Dice Ronald D. Moore que lo que peor le sentaba de la Galáctica
original es cómo habían cogido una premisa tan oscura y tormentosa y la
convirtieron en una space opera simplona e incluso tonta.
Eso lo arregló en una nueva versión que evocaba, en un sistema lejano,
el escenario del mundo tras el 11-S: la paranoia, el escapismo, la lucha contra un enemigo que podría estar al lado. Un gran ejemplo de drama político en forma de ciencia ficción militar.
‘Bojack Horseman’
El género de “antigua estrella de Hollywood” en horas muy bajas
nos ha dado muchas alegrías, pero pocas como la creación de Raphael Bob-Waksberg, que nos propone
todo un viaje ya no de la clásica espiral de autodestrucción, sino directamente a la depresión de su protagonista. Y a los traumas y problemas de los secundarios.
‘Breaking Bad’
Desde el impactante comienzo en una destartalada caravana hasta su último plano,
Vince Gilligan realizó todo un viaje del antihéroe
(o del villano, según se mire) interpretado por un supremo Bryan
Cranston. De un personaje con el que todo nos podemos identificar
(salvo, claro, por el hecho de que en otros países la premisa ni se
olería) y
los pequeños (y grandes) cambios que nos transforman.
'Bron/Broen (El puente)'
Probablemente el
mayor exponente de la ficción nórdica reciente y la serie que nos abrió todo un
mundo nuevo de thrillers escandinavos.
Una producción brillante en el que un crimen cometido en el puente que
une Dinamarca con Suecia obliga a trabajar y colaborar a la policía
fronteriza de ambos estados.
‘Buffy, cazavampiros’
Medianamente adelantada a su tiempo (décadas después seguimos siendo
reticentes a la idea de heroína de acción), Joss Whedon ideó a su
personaje en
una película más cercana a ‘Emma’ de Jane Austen que a lo que vimos más tarde.
No exento de sus altibajos, sobre todo al comienzo, en cuanto el guion
pudo respirar nos ofreció toda una gran epopeya que se ha convertido en
un
clásico reciente de la televisión.
‘Canción triste de Hill Street’
En 2018 perdimos a Steven Bochco, quien creó la que probablemente sea una de las series
policiacas más influyentes de todos los tiempos.
Todo un clásico que demostró que se podía uno saltar la estructura del
género procedimental para ofrecer la compleja historia que rodea a la
comisaría de un barrio. En una época
de alta criminalidad y desencanto policial, ese “tengan cuidado ahí fuera” se quedaba grabado en la mente de millones de espectadores.
‘Chernobyl’
Reconozco que he tenido mis reparos a la hora de listar
la excelente miniserie de Craig Mazin, sobre todo
porque el juicio definitivo queda en manos del tiempo
y solo han pasado unas semanas desde la conclusión de esta obra
maestra. Una sobresaliente exploración de la catástrofe nuclear que no
solo se dedica a explorar la catástrofe en sí sino el barullo de
mentiras y medias verdades que se difundieron (y todavía se difunden) en
torno a ella.
‘Las chicas de oro’
Imitada pero nunca igualada, ‘
Las chicas de oro’
es probablemente una de las comedias más míticas (y con los personajes
más tiernos y queridos) de la televisión. Susan Harris creó en 1985 una
magnífica oda a la amistad entre cuatro mujeres de edad avanzada. Un excelente guion y unas protagonistas cuyo carisma traspasaba la pantalla.
‘Cowboy Bebop’
Me temo que el único puesto de la lista ocupado por un anime ha ido a parar a ‘Cowboy Bebop’, pero es que
como el anime perfecto que es no podía quedarse fuera.
Bajo la idea de seguir a un grupo de cazarrecompensas espaciales, nos
encontramos con todo un tratado filosófico sobre existencialismo y
soledad.
‘Deadwood’
Cuentan que cuando David Milch dijo a los de HBO su idea para esta serie, la cadena les respondió que ya estaban produciendo ‘
Roma’.
Raudo y veloz, hizo un ligero cambio: en vez de ambientarse hace dos
milenios, su nuevo drama trataría lo mismo, pero apenas siglo y algo
atrás y en lo que hoy es Dakota.
Diálogos tan inteligentes como malhablados conforman una historia de ambición y poder en un floreciente asentamiento.
‘La dimensión desconocida’
Rod Serling guisa (crea, guioniza, presenta… un poco de todo)
la serie de antología de género por antonomasia. Producción que, de hecho,
ha servido de molde para multitud de series posteriores… por no decir de los revivals que ha tenido en los sesenta años que han pasado desde su creación, incluyendo la
tibia versión de Jordan Peele.
‘Doctor en Alaska’
El dúo creativo formado por Joshua Brand y John Falsey, responsables de la notable ‘Hospital’ (‘St. Elsewhere’), crearon
una de las mejores series de los 90: ‘
Doctor en Alaska’
(‘Northern Exposure’), la historia de un médico urbanita desplazado a
un pequeño pueblo norteño. Esta premisa de pez fuera del agua logró
iniciar una dramedia durante seis temporadas (aunque la última tuvo
algún que otro bajón), ganando varios premios.
‘Expediente X’
A pesar de que sus últimas entregas no han terminado de dar la talla de lo esperado, ‘
Expediente X’ ha sido desde su creación por Chris Carter
una serie influyente y que ha marcado a toda una generación. Las pesquisas de los agentes Mulder y Scully y el “monstruo de la semana” daban paso a una mitología absorbente y fascinante.
'Frasier'
Hay
ejemplos muy contados de spin-offs que superan con creces a la serie original. En este caso de todo un clásico de la televisión como es '
Cheers'
salió una nueva comedia protagonizada por uno de los habituales del
bar, Frasier (Kelsey Grammer), quien empezaba una nueva vida en Seattle.
Entre su padre, su hermano y él había una química como pocas veces se
pueden ver en televisión, proporcionando
escenas y diálogos memorables.
'Freaks and Geeks'
Creada por Paul Feig y
tristemente cancelada,
nos encontramos con una de las primeras obras del universo juvenil de
Judd Apatow. Ambientada en un instituto de Michigan en 1980, seguimos la
historia de
un grupo de jóvenes estudiantes que buscan su hueco en una visión tremendamente humana y verosímil de la adolescencia.
‘Friends’
Es curioso que con los años ‘
Friends’
se haya convertido en una de las principales armas en la guerra del
streaming. Ross, Rachel, Chandler, Monica, Joey y Phoebe se han
convertido en lo que son gracias a
guiones dinámicos, divertidos, algo absurdos en lo que es la sitcom de amistades por excelencia.
‘Futurama’
Año 3000, un
repartidor de pizza despierta tras un milenio en hibernación.
Todo el mundo ha cambiado… pero no lo ha hecho tanto. Matt Groening y
David X. Cohen elaboran todo un ejercicio de retrofuturismo, por un
lado, y un homenaje a toda la ciencia ficción que hemos mamado toda la
vida. Desenfadada, cómica y de episodios perfectos.
‘Hermanos de sangre’
Sin ser la primera colaboración de Tom Hanks con HBO, pocos años antes había hecho ‘De la Tierra a la Luna’, en esta ocasión
hizo un combo perfecto con Steven Spielberg para realizar ‘
Hermanos de Sangre’
(‘Band of Brothers’), una excelente miniserie bélica que reflejaba la
experiencia de la Easy Company durante el último año de la Segunda
Guerra Mundial. Un excelente drama que tuvo un sucesor espiritual
llamado ‘The Pacific’.
‘Hotel Fawlty’
Creada por el magnífico John Cleese y con apenas doce episodios en
total, ‘Fawlty Towers’ seguía al peculiar staff de un hotel en una
divertidísima comedia. Una de las mejores sitcoms británicas
no tuvo una emisión fácil en España por culpa de Manuel,
el bobo camarero barcelonés interpretado por Andrew Sachs. Tanto TVE
como TV3 decidieron que era inaceptable y decidieron cambiar su
procedencia con desigual resultado.
‘Juego de Tronos’
Aunque el factor “fenómeno mundial” puede despistar bastante, la adaptación de las novelas de George R.R. Martin son una
muestra de la televisión en su estado más puro,
de que superproducción y “pequeña pantalla” no están reñidas. Si bien
es cierto que las últimas temporadas se ha resentido en el guion, el
nivel general ha sido más que sobresaliente.
‘Larry David’
Hay que reconocer que el título original, ‘Curb your enthusiasm’,
va como anillo al dedo a esta “semiautobiografía” protagonizada por un Larry David post-Seinfeld reivindicando un
puesto como rey de la comedia.
Rodado en un estilo tipo “cinema-vérité”, nos encontramos con el día a
día de Larry en largas escenas improvisadas (o “retroescritas”) donde
retuerce las convenciones de la comedia.
‘Luz de luna’
De todas las series de los ochenta esta es, quizá, una de las que más
me extraña que nadie haya querido hacer remake (más allá de su
responsable comentando que “lo mismo”) de este
drama con toques cómicos de detectives privados protagonizado por
Bruce Willis y Cybill Shepherd.
Una serie que supo jugar muy bien con la pareja y, además, se atrevió a
innovar con episodios como ‘La secuencia del sueño siempre llama dos
veces’, con el que tuvo problemas con la cadena.
‘Mad Men’
Podremos decir mil cosas de Matthew Weiner y su carácter pero es
indudable que en ‘Mad Men’ nos encontramos con un claro y raro ejemplo
de
serie meticulosamente planificada de principio a fin: guion, dirección y ambientación de una exquisitez inusitada. El
Don Draper interpretado por Jon Hamm se ha convertido, en poco tiempo, en todo un icono de la era del peak tv.
‘Monty Python’s Flying Circus’
Cuatro temporadas y un total de 45 episodios conforman lo que es una
de las más desternillantes, fascinantes e influyentes comedias de
sketches. Una serie en la que sorprende ya no la genialidad
sino la capacidad del grupo cómico para crear continuamente nuevos personajes y nuevas situaciones icónicas sin apenas repetirse.
‘The Office’
A lo mejor es una exageración lo que voy a decir, pero la adaptación estadounidense de la creación de Ricky Gervais
es una obra maestra,
por lo menos en sus primeras cinco o seis temporadas. Maestra en el
sentido de que perfecciona el género sitcom convirtiéndose en todo un
nuevo clásico de la televisión moderna.
‘Perdidos’
‘
Perdidos’ no debería
haber existido. Es un raro ejemplo de serie concebida por un alto
ejecutivo de una cadena y que, no se sabe bien cómo, se transformó en
todo un fenómeno gracias a saber fichar a los guionistas correctos con grandes ideas.
El misterio de la isla nos llevó a lo largo de seis temporadas con las
que lograron mantenernos en vilo y desesperarnos discutiendo teorías
sobre lo que estaba pasando realmente.
‘El prisionero’
Podríamos contar a esta serie como una de las
mayores influencias de las televisión del último medio siglo.
Un hombre, del que poco sabemos (Patrick McGoohan), es trasladado a la
misteriosa Villa en una serie que, bajo la excusa del espionaje y
misterio,
navega por el surrealismo y por ideas sobre el individualismo y el libre albedrío versus el control de masas.
‘Seinfeld’
Fruto del
cruce de ideas entre Jerry Seinfeld y Larry David, cuando se lo presentaron a los ejecutivos de NBC la perplejidad reinó en los despachos.
Sitcom sin “sits”,
durante sus grandiosos 180 episodios fuimos testigos de las
desavenencias en la vida y las observaciones de Jerry, Costanza, Elaine y
Kramer.
'The Shield'
La cadena de cable FX (filial de FOX) que tan buenas series nos ha dado (de 'Louie' a '
Legion' y '
Fargo') no estaría hoy día en el mapa de no ser porque se atrevieron a emitir 'The Shield'.
Impactante desde su primera escena,
Shawn Ryan ponía a Michael Chiklis en el papel de Vic, líder de un
operativo policial para el que el fin justifica todo tipo de medios. Un
impresionante y brutal drama.
‘Los Simpson’
Puede que sea de ingenuos que, a estas alturas y con el tremendo
bajón de calidad sufrido desde hace más de una década, sigamos
considerando la creación de Matt Groening como una de las mejores series
de la historia. Pero lo es,
al menos en términos de todo lo que ha significado e influenciado en la Historia (en mayúsculas) de la televisión. Sin ella el panorama de la animación “adulta” sería hoy día irreconocible.
‘Los Soprano’
Si ‘
Oz’,
que se ha quedado fuera de este listado, fue el gran experimento para
HBO, ‘Los Soprano’, la historia de una familia mafiosa en Nueva Jersey,
fue
la primera vaca sagrada de la cadena de cable y
abrió el camino a toda una nueva forma de hacer televisión. Y eso que
nos dejó completamente fuera de juego con su final, uno tan inusitado
que la gente pensó que se les había estropeado el televisor. David
Chase, su creador y obseso por los detalles, nunca sintió la necesidad
de complacer al público, y eso le dotó de una gran libertad a la hora de
escribir uno de los mejores dramas de la historia.
‘South Park’
La
comedia animada de Matt Stone y Trey Parker es
otro de los ejemplos de series que no deberían existir ya por el
desgaste psicológico que supone su producción (un proceso que hace que
cada episodio se haga durante los siete días anteriores a su emisión).
Y, sin embargo, con algún que otro altibajo,
logra mantenerse fresca, divertida, provocativa y, lo mejor, acertadísima en su visión del mundo.
‘Spaced’
Simon Pegg, Jessica Stevenson (Hynes) y Edgar Wright. Estos tres nombres juntos (y al que habría que unir a Nick Frost) deberían ser
motivos suficientes
como para meter esta surrealista comedia en esta lista. Divertida,
excéntrica y repleta de detalles, guiños y homenajes a nuestros yoes más
frikis.
‘Superagente 86’
Ya diciendo que la serie fue creada por Mel Brooks (aunque la medio
dejó tras la primera temporada) y Buck Henry debería bastar para
tenerle reservado un puesto en la lista. Una
gran parodia de las películas y series de espías protagonizada por Don Adams y Barbara Feldon como una pareja a las órdenes de CONTROL.
‘Twin Peaks’
Es escuchar esos primeros acordes de la sintonía de ‘Twin Peaks’ y
transportarme mágicamente al mundo rural creado por David Lynch y Mark Frost. Con una tercera parte estrenada hace poco con dieciocho episodios que contienen parte
de lo mejor que ha dado la televisión en esta última década.
‘Urgencias’
Hablar de ‘
Urgencias’ es hablar de
una serie de acción convertida en una de médicos:
navegamos de médico en médico, paciente en paciente sin apenas tiempo
para respirar. Casi nada más comenzar la serie recorremos todo el ala de
Urgencias de la mano del Doctor Greene (Anthony Edwards) y el recién
llegado Doctor Carter (Noah Wyle) en una larga secuencia en la que
demostraban que íbamos a tener mucho ritmo, mucho diálogo rápido y,
sobre todo, un magnífico drama médico.
'V'
Aunque el dueto de miniseries iniciales es sin duda bastante mejor que la serie semanal de 1985,
Kenneth Johnson creó algo muy especial con 'V',
un relato que comienza con la llegada de una raza alienígena y todo lo
que ello supone para la humanidad. Una serie de ciencia ficción con
toques políticos que
merece mucho la pena descubrir.
‘Veep’
Reconozco haberme pasado un rato largo pensando en si meter ‘
Veep’
o ‘The Thick of It’, la anterior serie de Armando Iannucci. Ambas
sátiras políticas y, de hecho, la de HBO surge como adaptación de la
británica. Al final me he decidido por la historia de Selina Meyer, que
hemos visto terminar este año por el hecho de que, como serie, me parece
bastante más redonda. Hilarante, imparable y con personajes que, no
sabemos cómo,
encuentran siempre nuevas maneras de humillarse dialécticamente entre ellos.
‘La Víbora negra’
Aunque el primer papel que nos viene a la cabeza al hablar de Rowan Atkinson es el de Mr. Bean,
su mejor trabajo es sin duda el que hizo como Blackadder
en la grandísima serie “pseudohistórica” de BBC con cada “temporada”
transcurriendo en una época diferente. Coescrita por Atkinson, Richard
Curtis y Ben Elton, nos encontramos con una de esas comedias
irrepetibles de la historia de la televisión.
‘The Wire. Bajo escucha’
David Simon, que
venía de hacer maravillas en ‘Homicidio’ y ‘The Corner’, escribió junto a Ed Burns su “gran novela americana”.
Un excelente puzle criminal y social
que recorre desde las cloacas hasta las más altas instancias de la
ciudad de Baltimore. Esta detallada panorámica hace que uno salga
mareado de ver su piloto debido a la sensación de haberse metido en
medio de un meollo más grande que la vida con decenas de personajes
implicados.
‘Yo, Claudio’
Aunque su aspecto “teatral” ha quedado ampliamente superado, la adaptación de los libros de Robert Graves es, aún hoy,
todo un hito de la televisión.
Un guion excelente con unas interpretaciones a las que ya les gustaría aspirar al 99% de las series
(incluso de algunas de las que están en esta lista) con este drama
ambientado en el seno de una de las familias más importantes de Roma.
¿Qué os parece la lista? ¿Cuales son las mejores series de la historia para vosotros?
Via.espinof
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