Con su tercera película,
Diao Yinan
se alzaba con el premio gordo de La Berlinale de 2014 de manera
sorprendente. Además, Fan Liao también se embolsaba el de mejor actor.
Cinco años más tarde, y con una depuración visual asombrosa, el cineasta
chino conquista al público allá donde muestra su nuevo thriller
trágico, '
El lago del ganso salvaje'.
Con las horas contadas
Tras un desafortunado encuentro entre bandas rivales que terminará con la muerte de un policía, Zhou Zenong,
gángster de medio pelo,
huye a lo largo de los lagos oscuros de Wuhan. Y no solo huirá de la
policía, apretando las tuercas a lo largo de Zenong y poniendo precio a
su cabeza. Los miembros de su antigua banda también quieren atraparlo
con la ayuda de una prostituta, en busca de la recompensa. ¿Podrá Zenong
superar a sus adversarios?
Con el último trabajo de Jia Zhang Ke aún reciente, la muy interesante '
La ceniza es el blanco más puro', las malas calles chinas están acaparando todas las miradas del cine de autor. 'El lago del ganso salvaje' es
un thriller de gusto exquisito que se mueve entre la calma y los momentos en los que su asombrosa puesta en escena nos roba la necesidad de respirar.
La película, con mucho más de
slow que de
burn, bebe del género clásico, en concreto de ese subgénero de
(anti)héroes con las horas contadas rodeado de mujeres más o menos fatales y condenados desde el primer fotograma de la película.
Los paraguas de Wuhan
La película de Yinan es una buena muestra de la actual generación de
cineastas chinos,
tan preocupados por el contexto sociopolítico como también por la
estética, principal baza de la película. Y es que sus planos generales,
su dominio de la puesta en escena y
los manejos de las sombras
a la hora de acentuar la narrativa son movimientos maestros. Como no
podía ser de otro modo, la fotografía de Dong Jingsong luce insuperable.
Por supuesto, no estaríamos hablando de cine de bandas de gángsteres chinos sin
una buena dosis de violencia,
otro detalle donde el director apuesta por la belleza a pesar de lo
tremebundos que estos puedan resultar. Pero no es 'El lago del ganso
salvaje' una película efectista por la vía fácil, ni tampoco un
hervidero emocional que termine en iracundo estallido salvaje.
Más cercano al noir clásico que a al thriller chino de acción al uso,
la película se detiene constantemente y nos pide y regala tiempo para
contemplar la abrumadora belleza de algunos, muchos, de sus parajes. La
secuencia nocturna en el zoológico o el angustioso desenlace, casi una
visión artística de lo que sucedía en '
Redada asesina' ('The Raid')', permanecerán en el recuerdo.
Aunque pueda verse como una fuente de cabezadas para los espectadores
menos habituales a estos ritmos, 'El lago del ganso salvaje' dosifica
con sapiencia sus momentos más poéticos y también los que se encuentran
más fuera de lugar (ese escupitajo), además de regalarnos
los mejores planos de paraguas de los últimos años.
vIA:ESPINOF
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