'La casa de las flores': la telenovela de Netflix vuelve con una temporada 2 aún más excéntrica que la anterior

'La casa de las flores': la telenovela de Netflix vuelve con una temporada 2 aún más excéntrica que la anterior
Si hay algo que caracteriza a 'La casa de las flores' es su capacidad para juntar el mayor número de tropos y giros culebronescos posibles en apenas un puñado de episodios. Algo que ya nos encandiló en su primera temporada y en el que para los nueve episodios de la segunda temporada han subido la apuesta.

La serie de Netflix ha regresado y ha pasado un año desde la muerte de la matriarca y nada más comenzar vemos a Paulina de la Mora (Cecilia Suárez) intenta hacerse a su vida en Madrid junto a María José (Paco León), su hijo Bruno (Luis de la Rosa) y Puri (María León), la obsesiva y algo pirada hermana de María José. Será una llamada en la que se informa de que se ha impugnado el testamento y deberá volver a México para arreglar las cosas.

A partir de ahí nos encontraremos con la familia de la Mora en nuevas situaciones, pero todos igual de perdidos: Ernesto (Arturo Ríos) está siendo sangrado monetariamente por la líder de una prominente secta interpretada por Mariana Treviño; Elena (Aisslin Derbez) está en plena crisis de identidad que la lleva a abrazar el catolicismo; Julián (Darío Yazbek Bernal) se ha metido a escort y Diego (Juan Pablo Medina) resultará ser el salvador no querido del cabaret.

Una excentricidad que se come lo demás

Manolo Caro, el responsable de la serie, sabe perfectamente que a esta serie se "viene a jugar" y su propuesta acaba siendo más excéntrica si cabe que lo que podríamos haber esperado. Nueve episodios llenos de humor, un leve toque de crítica social y, por supuesto, giritos.

Sin embargo, la irregularidad que ya tuvo 'La casa de las flores' el año pasado, la vuelve a tener este. Ese aspecto de gratuidad a la hora de desarrollar las tramas hace que la serie parezca por tramos un chiste de sí misma en la que lo único que se salva es la nueva frase viral de Paulina de la Mora.

Y esto hace que uno sienta la necesidad de desconectar ante tramas que no llevan a ningún lado como la de Elena y el sacerdote, el romance de la Chiqui (Natasha Dupeyron)... e incluso los tejemanejes de la secta parece alargada cual chicle. Casi que lo que más da la vida es la trama de Micaela (Alexa de Landa) queriendo participar en Talento Mexico.
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Las señas de identidad de la serie están presentes en estos nueve episodios, pero el equilibrio entre desarrollo de tramas y excentricidad es algo peor. No es nada aburrida, pero se echa de menos un mejor desarrollo argumental y de personaje.


Esto no quiere decir que no me lo haya pasado bien con esta temporada 2 de 'La casa de las flores'. Me he divertido, ha tenido sus momentos de fantasía y tiene situaciones tan absurdas como memorables. Sin embargo, la ficción de Netflix se ha acomodado demasiado en su estilo y al querer subir el nivel de excentricidad no han trabajado el resto.

Via:espinof

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