Hace ya varios años que Disney está potenciando que los remakes en imagen real de sus clásicos animados sean lo más fieles posibles a la obra original. Puede haber ciertas desviaciones como en ‘Dumbo’ o ‘Aladdin’, pero están convencidos de que es lo que el público quiere ver y los resultados en taquilla de la mayoría de ellos no le quitan precisamente la razón a la compañía.
Sin embargo, esta moda se inició con títulos que sí se distanciaban más de la película que adaptaban, algo que alcanzó su máxima expresión con ‘Maléfica’. Allí se daba un giro a la mítica villana de Disney, pero el resultado fue una cinta lamentable, especialmente durante su tramo final. Por ello no tenía demasiadas esperanzas depositadas en su inevitable secuela, pero lo cierto es que ‘Maléfica: Maestra del mal’ supera con holgura a su predecesora, aunque eso no quiere decir que sea una buena película.
La gran aportación de Michelle Pfeiffer
En ‘Maléfica: Maestra del mal’ sí que hay cambios que funcionan,
aunque tardan un rato en llegar. Inicialmente todo está en un estado de
paz y tranquilidad que el director Joachim Ronning
ilustra con una sobredosis de efectos visuales que no terminan de entrar
bien por los ojos. Puede que simplemente los diseños no sean los más
afortunados o también que te saturen demasiado rápido, pero está a punto
de conseguir que uno pase de pagar el peaje de entrada para lo que
viene después.
De hecho, es ahí donde ‘Maléfica: Maestra del mal’ brilla más.
No es que se elaboren demasiado sus motivaciones, pero la rivalidad
entre Pfeiffer y Jolie sostiene la película, incluso cuando no tienen
tantas escenas juntas como uno desearía. Y eso se consigue con Pfeiffer
mostrando su maldad desde la normalidad, como una evolución de la vida
que le ha caído en suerte, mientras que en el caso de Jolie resulta algo
menos afortunado, demasiado esquemático principalmente, la forma de
ampliar la mitología del personaje.
Alternando aciertos y fallos
No obstante, el verdadero eje vuelve a ser Maléfica y Jolie se muestra más cómoda con el personaje. Aquí ya no hay que jugar al despiste en ningún momento, ya que sus motivaciones son claras en todo momento: haría lo que fuera por Aurora. Esa idea se lleva hasta sus últimas consecuencias -aunque luego la película haga trampa- y el único pero que le puede poner al respecto es que hay un tramo central en el que, como mencionaba antes, se centran en ampliar la mitología de Maléfica y no terminan de hacerlo demasiado bien.
En resumidas cuentas
Lo que queda claro en ‘Maléfica: Maestra del mal’ es que se lo han tomado con algo más de calma para que el resultado final no fuese un desastre en la línea de ‘Alicia a través del espejo’, pero el problema es que la base sobre la que se asientan sus cimientos es muy mejorable. No voy a decir que esta segunda entrega mejore a la cinta original, pero sí deja claro que se puede dar una visión diferente del personaje más o menos digna.
Via:espinof
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