Martin Scorsese llevaba mas de diez años intentado hacer ‘El irlandés’, pero las particularidades del proyecto requerían una inversión económica tan grande que ningún estudio estaba dispuesta a financiarla. Poco importaba que fuera el regreso al cine de mafiosos del autor de joyas como ‘Uno de los nuestros’ o ‘Casino’ o que en su reparto fuesen a participar Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci. Nadie confiaba lo suficiente en ella hasta que Netflix entró en escena.
Netflix ha arrastrado durante años la fama de que sus películas son poco más que relleno para la plataforma de streaming. Es cierto que eso empezó a cambiar con ‘Roma’ y que su apuesta por el séptimo arte es cada vez más decidida, pero la compañía necesitaba una cinta como ‘El irlandés’ para conseguir dejar eso atrás de forma definitiva. La buena noticia es que no estamos ante un capricho de lujo, sino ante una sensacional película que justifica con creces sus más de tres horas de duración.
Un magistral inicio en la línea de lo esperado
Ahí es cuando la continuidad formal con ‘Uno de los nuestros’ o ‘Casino’ resulta más notoria.
A fin de cuentas, nos está hablando del crecimiento de Sheeran dentro
de una organización criminal y cómo ésta se maneja para ir ejerciendo
una gran influencia en la sociedad norteamericana de la época. Todo ello
aliñado con esas explosiones de violencia que tan bien se le da
ejecutar a Scorsese y con algún puntito de humor como las pequeñas
pausas que se hacen para aclarar rápidamente cómo acabó la vida de
algunos personajes secundarios.
Un apasionante cambio de rumbo
Incluso la música pierde presencia durante esa parte de ‘El irlandés’ para apostar por un enfoque más íntimo en el que importa tanto lo que dicen los personajes como la forma de hacerlo. No tengo más que buenas palabras para lo que hacen De Niro y Pacino en ‘El irlandés’ -hacía años que no estaban tan inspirados, el primero con un personaje más sosegado y hacia dentro y el segundo mucho más visceral-, pero es la inesperada tranquilidad que exhibe Pesci la que me desarma por completa. Seguro que no era el único que esperaba una de esas explosiones violentas que exhibió en otras colaboraciones con Scorsese, pero aquí tiene un rol más de intermediario al que todos respetan y ha de transmitir muchísimo con una mirada o una frase en la que decirlo todo sin hacerlo de forma directa.
En ese tramo de ‘El irlandés’ también es vital el trabajo en el guion de Steven Zaillian para adaptar el libro de Charles Brandt.
Y es que no puede incluir diálogos tan depurados que a uno le costaría
creer que salieran de la boca de personajes así, pero tampoco puede
darnos cualquier cosa. El equilibrio entre lo fascinante y lo mundano
está ahí, sabiendo además integrar de maravilla el uso de la voz en off
de Scorsese, ni subrayando en exceso ni siendo una mera anécdota. Todo
encaja.
Un cierre brillante
Si a eso le unimos un espléndido reparto en el que todos los actores encajan como un guante en sus personajes, tanto los protagonistas como aquellos que tienen una presencia menor -Anna Paquin- o mayor -Stephen Graham-, lo que nos queda no es ya una de las mejores películas de lo que llevamos de año, sino de la toda esta década y sin nada que envidiar a los trabajos más aclamados de su director.
En resumidas cuentas
‘El irlandés’ da todo lo que prometía e incluso mas en la que fácilmente puede decirse que es la película definitiva de mafiosos de Scorsese. No sé si será la mejor -aunque desde luego lejos no anda- porque hay auténticas maravillas en su filmografía, pero me cuesta creer que vaya a sentir la necesidad de contar otra de estas historias en el futuro. Con un guion a la altura y un reparo impecable, estamos ante una película imprescindible, así de sencillo.
Via:espinof
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