'Star Wars: El ascenso de Skywalker': una gran traca final obsesionada en responder todas las dudas de los fans
J.J. Abrams prometió en su momento que ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ iba a ser la culminación de las tres trilogías de la saga creada por George Lucas, una afirmación rotunda pero hasta cierto punto obvia. A fin de cuentas, se trata de la película llamada a poner punto y final a la saga de los Skywalker, por lo que quien estuviera detrás de ella iba a tener que hacer frente a un reto de enormes proporciones.
Abrams ya demostró una vez más con ‘El despertar de la fuerza’ que era un gran revitalizador de franquicias, pero la cosa cambiaba mucho en el Episodio IX. No solamente iba a tener que lidiar con todos los cambios introducidos por Rian Johnson en ‘Los últimos jedi’, pues también estaba obligado a cerrar por todo lo alto una gran etapa de la historia del cine. El resultado no ha sido tan esplendoroso como habría sido deseado, pero sin duda estamos ante una gran traca final con más aciertos que errores.
Acción a todo trapo
A su manera tiene cierto sentido forzar al espectador a subirse a una
nave en marcha cuando eso es exactamente lo que es la película dentro
de la trilogía. Por ello, parece que Abrams está más interesado en que sucedan cosas sin parar que en dejar un auténtico sello en cualquier nivel,
incluso visualmente, aunque obviamente estamos ante una cinta
espectacular, le falta ese puntito necesario de personalidad para ir más
allá en sus aspectos más oscuros o para perfilar set pieces realmente
memorables.
Ni siquiera en el tramo final, donde podría haber caído en el exceso de epílogos al estilo de ‘El señor de los anillos’,
sucede eso y en gran parte se debe a uno de los mayores aciertos
conseguidos por ‘El despertar de la fuerza’: la unión entre el grupo
protagonista. Aquí todo se siente realmente como una aventura en común
en lugar de que cada uno vaya a su aire y los personajes se complementan
muy bien entre sí.
Luces y sombras de ‘El ascenso de Skywalker’
Su fuerza como concepto palidece ante la débil base real que tiene. En otros casos sí que se ha desarrollado con mas mimo -el vínculo entre Rey y Kylo-, pero esa obsesión por conectar en el público lleva a que solamente haya momentos muy puntuales en los que consigue el efecto buscado. En mi caso solamente hubo una escena en la que realmente sentí un pequeño escalofrío recorriendo mi cuerpo… y no deja de ser una bien sencilla que sabía perfectamente que tenía que acabar sucediendo antes o después.
Está claro que no faltan sus buenas dosis de fan service, siempre vinculadas a esa nostalgia que lleva a muchos a volver de forma constante a Star Wars, pero la más llamativa de todas, ya presente en la campaña promocional, no molesta. De hecho, casi es mejor que no haya muchas explicaciones -seguramente sea en lo único que falten- y que simplemente sirva para elevar la amenaza a otro nivel. Hacía falta sacarse un as de la manga porque el cierre de ‘Los últimos jedi’ dejaba cierta sensación de definitivo.
En resumidas cuentas
Lo que importa al final por encima de sus virtudes y defectos es su capacidad para llevarte a una galaxia muy muy lejana y que vivas una aventura como pocas ha habido a lo largo de la historia del séptimo arte. Una aventura más pensada para el disfrute del fan que seguramente goce mucho a poco que simplemente se deje llevar, pero no por ello hay que obviar que aligerando un poco sus objetivos, ‘El ascenso de Skywalker’ habría sido una película mejor.
Via:espinof
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