En condiciones normales,
‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ acapararía todos los titulares estos días y nadie se atrevería a intentar hacerle frente de una forma otra. Sin embargo,
Netflix tenía claro que no iba a ponérselo tan fácil a
Disney cuando anunció que la esperadísima primera temporada de
‘The Witcher’
iba a estrenarse el 20 de diciembre. Tiempo hay de sobra para ir a ver
la película y la serie este fin de semana, pero por lo pronto hay que
dar prioridad a una de ellas.
Lo fácil en el caso de ‘The Witcher’ sería haber abrazado esas inevitables comparaciones con
‘Juego de Tronos’
y la popularidad de los videojuegos que adaptaron previamente la saga
literaria de, pero en Netflix han preferido ir en otra dirección. Una
buena forma de intentar resaltar su personalidad propia para que la
serie destaque por lo que realmente más:
una fantasía medieval en la que lo realmente importante es su trío protagonista.
El viaje de Geralt, Ciri y Yennefer
No hace falta ver mucho de ‘The Witcher’ para que quede claro que
todo está encaminado a que los caminos de Geralt, Ciri y Yennefer se
crucen y formen una familia atípica. A fin de cuentas, por separado
parecen destinados a llevar una vida errante con sufrimientos constantes
y que no les lleva a ninguna parte, pero
la serie se lo toma con calma para asentar a cada uno de ellos por separado.
Como era de esperar, Geralt es el primero en recibir atención,
pero pronto se traza el viaje de cada uno de ellos, sin miedo a
detenerse todo el tiempo que haga falta. Ahí llama la atención el caso
de Yennefer, ya que la evolución del personaje es la más marcada de
todas. De ser una joven con varios trastornos físicos y despreciada por
su padre hasta convertirse en una poderosa hechicera.
Eso quizá se deba en parte a la necesidad de explicar en profundidad
el origen de sus poderes -llenando así en el segundo episodio un vacío
que dejaban los libros- y cómo marca eso su actitud posterior, pero es
que ‘The Witcher’ es
una serie pausada. Es verdad que
empieza con un espectacular combate de Geralt contra una criatura y que
hay grandes estallidos de violencia aquí y allá, pero lo realmente
importante es plantar las semillas y regarlas con esmero para recoger
los frutos más adelante.
Los espectadores más impacientes quizá lleven mal esto, porque además
todo tarda un tiempo en hacer clic y ver qué es exactamente lo que te
están contando e incluso la propia mitología de la serie. No es que la
serie juegue al despiste para ir jugando con nuestras expectativas, pero
sí que prefiere potenciar lo individual, llegando a dar cierta
sensación de desconexión entres las historias de sus tres protagonistas.
Hay que ser pacientes, porque de verdad que hay un plan detrás de ello que se ve antes de que finalice la temporada.
Un gran despliegue
A todo esto hay que unir un impresionante despliegue técnico. Se nota
que Netflix tiene muchas esperanzas en que ‘The Witcher’ se convierta
en uno de sus nuevo emblemas y
no ha escatimado en gastos.
Pero esto no se ha hecho para que entre bien por los ojos, ya que
realmente se construye un universo medieval que no te hace pensar de
forma inevitable en otros similares. Esto se ve reforzado con las
costumbres de este mundo que van introduciéndose poco a poco.
En ese último punto habría venido bien algo más de tiempo para entrar
en detalles, pero es que puede que ‘The Witcher’ sea pausada, pero
no lo es para ser una obra expositiva en lugar de una que nos va mostrando las cosas. Ahí hay que encontrar un equilibrio y por ello las escenas de acción tienen una presencia constante pero reducida.
Es algo muy llamativo es que
funcionan mucho mejor los combates entre personas -personalmente lo prefiero cuando no hacen uso de la magia, pero entonces la serie también brilla-
que cuando entra en escena alguna criatura mágica.
En este último apartado se nota la inversión para que tengan la
credibilidad necesaria aunque haya algunos altibajos por el camino -los
dragones del sexto episodio son el eslabón más débil-, pero la
coreografía del momento en el que Geralt muestra sus habilidades en la
lucha cuerpo a cuerpo es impresionante.
Otros factores de ‘The Witcher’
Cuando aparecieron
las primeras opiniones
sobre la serie se llegó a decir que hacía que ‘Juego de Tronos’
pareciera una pelea entre borrachos. Obviamente, es una afirmación
exagerada fruto del entusiasmo del momento -que la serie de HBO puede
haber recibido muchas críticas en su última temporada, pero no nos
olvidemos por ejemplo del final de ‘Casa Austera’ o de
La batalla de los bastardos-, pero ‘The Witcher’ es impecable en esa faceta.
Y no se corta a la hora de mostrarnos la violencia, aunque tampoco abusa de ella.
Sí que quizá es más generosa de lo necesario a la hora de deleitarse en el físico de Cavill y, sobre todo, de Chalotra.
Lauren S. Hissrich, showrunner de la serie,
afirmó en su momento
que solamente habría desnudos cuando fuesen necesarios para la
evolución de la historia y los personajes. No tengo claro que sea así en
algunos momentos, pero bueno, tampoco es algo tan exagerado como pasó
en alguna ocasión en ‘Juego de Tronos’ y allí se lo perdonamos.
Lo que sí agradecí mas es
una presencia del humor más elevada de lo esperado.
Tenemos ahí al bardo Jasper como principal emblema de ese lado más
cómico de la serie, pero es algo que aparece de tanto en tanto y sirve
para que todo resulte más accesible. Y es que, obviamente, la serie
incide en el lado más trascendental del relato, pero sin caer en exceso
innecesarios que dificulten la entrada a la serie. Me queda la duda de
si es algo que se mantendrá en el futuro, pero bueno, por ahora es así.
Por último, considero que
el trío protagonista está bien escogido. Espero que
Freya Allan
tenga un rol más activo de aquí en adelante pero no tengo ninguna pega
que ponerle a su Ciri, mientras que Chalotra refleja muy bien la
evolución de Yennefer. Por su parte, Cavill se ve beneficiado por el
enfoque que se le da a Geralt. Seco y gruñón, pero con un sutil toque
para que nos resulte más simpático de lo que debería. En mi caso
disfruto especialmente con esos gruñidos que suelta cada dos por tres
para mostrar que no está precisamente contento con lo que sucede.
En resumidas cuentas
Quien estuviese esperando una nueva ‘Juego de Tronos’ es posible que
haya acabado decepcionado con esta primera temporada de ‘The Witcher’ y
es justo reconocer que ha tenido sus problemas, pero también que ha
planteado un universo propio interesante con tres protagonistas cuya
historia quieres conocer. A eso le añades una buena mezcla entre
mitología, acción, suspense y humor para conseguir no una de las series
del año, pero sí una que ha plantado las semillas para poder llegar muy
arriba.
Via:espinof
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