La Academia de Hollywood acaba de hacer oficial que la 92ª edición de los Óscar no tendrá presentador en el sentido tradicional de la palabra. Esta fue ya la solución el año pasado tras la polémica que acompañó el fichaje de Kevin Hart y en esta ocasión parece que han querido evitar posibles problemas.
La mala racha que se rompió el año pasado
Tengamos en cuenta que la gala venía perdiendo audiencia cada año desde 2014, cuando sumó 40,38 millones de espectadores, hasta tocar fondo en 2018 con 26,5 millones de televidentes. Sin embargo, el año pasado se rompió esa tendencia al llegar hasta los 29,6 millones. Sigue siendo una cifra muy baja para lo habitual en estos premios, pero al menos se rompió la sangría y la Academia ha querido darle continuidad.
Con anterioridad había que remontarse hasta 1989 para encontrar la anterior gala de entrega de los Óscar que se quedó sin presentador. Karey Burke, presidenta de entretenimiento de ABC, ha destacado que "la gala tendrá grandes valores de entretenimiento, grandes números musicales, cómicos y star power".
Dicho de otra forma, la gala potenciará la importancia de los presentadores de cada premio, donde se prestará especial atención a la popularidad de los elegidos, y también los momentos puntuales destacados como el número de 'Shallow' a cargo de Lady Gaga y Bradley Cooper el año pasado.
Vía | Deadline
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