Puede que la discusión sobre ‘
Star Wars: el ascenso de Skywalker’ se haya convertido en un bucle de por qué es
mejor o
peor que la anterior de la saga,
si es o no digna de la saga de nueve películas o si es
solo fan service
o realmente es la película de un autor dentro de la franquicia. Sin
embargo, en la conversación a su alrededor no se ha destacado las
muchas referencias y conexiones cinematográficas de la cinta con el cine de muchos géneros.
J.J. Abrams es un cinéfago y su pasión se ha ido dejando notar en la saga con detalles como la referencia a la bola plateada de ‘
Phantasma’ (1979) en la armadura reflectante de
la capitana Phasma. En ‘
El ascenso de Skywalker’ muestra más referencias e inspiraciones y absorbe el tono de mucho del cine de
Lucasfilm para completar una obra que abre las
posibilidades para ver algunos clásicos después. Estos son
algunos ejemplos.
TODO EL TEXTO CONTIENE SPOILERS
Hellbound: Hellraiser II (1988)
El
regreso del Emperador ha abierto la posibilidad de incluir más homenajes al
cine de terror que Abrams adora, en este caso, el diseño de
Palpatine,
con ese aspecto azulado con un aparejo que deja su cuerpo colgando se
parece al Doctor Channard, pero además, los Sith se encuentran en una
ciudad megalítica oculta a la que
solo se puede llegar con una caja geométrica, como la ciudad del Leviathan de los cebobitas y la configuración del lamento. Puro
ocultismo cósmico.
En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark, 1981)
El
cine de aventuras de la casa
Lucasfilm alcanzó las mayores cotas de excelencia con la imprescindible trilogía de
Indiana Jones
y Abrams ha tomado muchas notas de Spielberg para su aventura a tres,
sobre todo en la primera parte de la película, en la que, además
referencia no solo sus clásicas persecuciones en lugares desérticos,
sino tramas arqueológicas y
caídas a túneles con serpientes y hasta el atuendo de Poe Dameron, clavado al que lleva
Harrison Ford en la primera aventura del aventurero. Al final
el emperador se deshace como los nazis al ver el arca.
Los Goonies (The Goonies, 1984)
Algo debe influir que
Abrams haya sido uno de los mayores impulsores de la
nostalgia Amblin ochentera pre ‘
Stranger Things’ (2016-) con su ‘
Super 8’ (2011), para que ‘El ascenso de Skywalker’ aparezca trufado de referencias al clásico infantil de
Richard Donner. Además de la daga utilizada como el
medallón-mapa tridimensional, el hecho de encontrarla en un cadáver dentro de un túnel recuerda
al encuentro del señor Copperpot por la pandilla de
Josh Brolin.
Tiburón (Jaws, 1975)
En el tramo final, cuando
la flota de destructores imperiales empieza a caer
como grandes moles en el vacío, descomponiéndose en una estela de humo y
piezas, hay una pequeña referencia musical, con unas notas irreales
durante escasos segundos, pero suficientes para captar una referencia
directa a
un momento clásico de ‘Tiburón’, la muerte del escualo,
hundiéndose con un rastro de sangre en imágenes acompañadas de una melodía que
John Williams parece imitar en un autoguiño solo para los muy freaks del film de
Spielberg.
Señor de los anillos (Lord of the Rings, 2001-2003)
La trilogía de
Peter Jackson ha marcado el pulso de los blockbusters Navideños de todo el siglo XXI, pero en ‘
El ascenso de Skywalker’, además de tener al hobbit
Dominic Monaghan o el momento de
Rey transformándose como Bilbo, plantea a los caballeros de Ren como
auténticos Nazgul espaciales, tiene a un Saruman creando en la sombra un ejército casi de la nada y en la épica de la batalla se utiliza el recurso de la
llegada de los refuerzos en el último momento, como la carga de los jinetes de Rohan o los fantasmas en las batallas de Jackson.
Dunkerque (Dunkirk, 2017)
El rescate a última hora, tan propio de los blockbusters de cine épico tiene un
precedente histórico importante. Lo hemos visto en 2019 tanto en ‘
Vengadores: Endgame’ (Avengers: Endgame, 2019) como en el Episodio IX, pero hace dos años
Christopher Nolan
lo retrató de una forma que parece que gustó a Abrams y Terrio. El
detalle de que los barcos de rescate fueran del pueblo se remarca en la
voz de
Kenneth Branagh, y aquí es Poe Dameron quien hace los honores de recordarnos que
es la gente normal la que logra salvar el día.
Seven (1995)
No, no es que en la última película de ‘
Star Wars’ haya asesinatos sórdidos ni nada de eso, pero el final de la influyente película de
David Fincher tiene el mismo resorte que utiliza Palpatine para ofrecer a Rey una alternativa. Si le mata,
vence la ira y su plan está completo, por ello trata de provocarla como hace
John Doe en su plan maestro de la caja con la cabeza de la esposa del personaje interpretado por
Brad Pitt.
El vacío (The Void, 2017)
El cine lovecraftiano es muy amplio, pero apenas hay alguna película que refleje bien las
arquitecturas imposibles que relata el escritor en sus obras. Mientras la saga ‘
Alien’
ha conseguido reflejar algo similar, pocas veces se ha visto tan
terrorífica como las pirámides flotantes de esta pequeña gran serie B. ‘
El ascenso de Skywalker’ plantea un Exegon con arquitectura con
ecos de Giger pero que mira más a los grandes templos perdidos en la tierra de relatos como ‘
En la noche de los tiempos’.
Lifeforce, fuerza vital (Lifeforce, 1987)
Esta estupenda pero no muy valorada mezcla de terror y ciencia ficción de
Tobe Hooper tenía a unos vampiros estelares que se dedican a
absorber la fuerza vital
de los humanos a base de rayos azulados que salen por la boca, algo que
el Emperador hace cuando ve que no puede entrar en Rey,
sacándole la fuerza a Kylo Ren y ella de la misma forma que en este film.
Además, el clímax tenía una columna de rayos al cielo no muy diferente a
la que logra emitir el emperador por la cúpula cuando está pleno de
poder.
La jungla de cristal (Die Hard, 1988)
Todos nos acordamos del truco de
John McClane en el final de la obra maestra del cine de acción de John McTiernan, acercándose a Hans Gruber con las
manos en alto y con una pistola en la espalda pegada con cinta americana.
Abrams replica el momento con Rey, cuando sube las manos para pasarle a Kylo Ren uno de los dos sables láser que sostiene a través de su conexión en la fuerza.
Cumbres borrascosas (Wuthering Heights, 1970)
Hay muchas versiones de la obra de
Emily Brontë, pero esta de
Robert Fuest en los 70 mantiene una atmósfera ominosa y oscura mayor a la de otras versiones. La conexión con ‘
El ascenso de Skywalker’ —y con esta nueva trilogía, en general— es el
romance gótico, imposible y prohibido de Rey y Kylo Ren, la atracción por el villano, esa posibilidad de consanguineidad, y ese
Heathcliff sideral
que es Ben Solo, enfrentado a Rey en un desfiladero brumoso como los
parajes de niebla de la película. El romance imposible acaba en un beso,
eso sí, que tiene más de ‘
Duelo al sol’ (Duel in the Sun, 1946).
Las minas del Rey Salomón (King Solomon’s Mines, 1950)
No solo de
Indiana Jones vive el cine de aventuras y la mayor parte de la película es un viaje de un sitio a otro del t
río protagonista, dos hombres y una mujer, como los tres héroes de esta adaptación de la novela homónima de
H. Rider Haggard.
Tribus en planetas lejanos desérticos podrían ser una visión de las que
se encuentra Quatermain, pero además hay detalles como las minas donde
encuentran un esqueleto de la persona que andan buscando que da el aroma
de este
cine de aventuras clásico.
Hereditary (2018) y La lluvia del diablo (1975)
Nos puede valer también '
Muñeco diabólico' (Child’s Play, 1988) y Chucky tratando de meterse en el cuerpo de un niño, o la misma ‘
Déjame Salir’
(Get Out, 2017), pero el tono esotérico de los rituales Sith para hacer
que el emperador posea el cuerpo de Rey tienen más que ver con los
propósitos sibilinos de la abuela del film de
Ari Aster y la forma en la que
va preparando jóvenes Jedi para trasportar el alma de todos los Lores Sith. El ritual tiene mucho que ver con la escena final de ‘
La lluvia del diablo’ (The Devil’s Rain, 1975) y sus acólitos encapuchados.
Via:espinof
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