A menudo asociado con Brian Yuzna, productor de más de una de sus películas, incluida 'Re-Animator', el inolvidable Stuart Gordon se ha considerado desde entonces, con total merecimiento, un maestro del terror. Por desgracia, también ha sido el último en abandonarnos tras unos años en que también nos hemos despedido de sus colegas Tobe Hooper o Larry Cohen. Va por usted, maestro.
Nace la leyenda
Nacido el 11 de agosto de 1947 en Chicago, Stuart Gordon comenzó a sorprender tanto a público como a su familia y profesorado al montar una parodia psicodélica y satírica de 'Peter Pan' en la Universidad de Wisconsin en 1968. En la obra, el niño eterno y sus aliados se habían convertido en hippies que luchaban contra piratas sospechosamente parecidos a la policía de Chicago, esbirros al servicio del alcalde de la ciudad entonces. Que también constase con un grupo de bailarines desnudos, supuestamente bajo el influjo de las drogas, fue suficiente para hacer dormir en prisión al futuro cineasta. La única nota triste de todo este asunto es que Stuart Gordon se nos fue sin poder llevar al cine esta visión tan personal.En 1979, adaptó una de estas obras a la televisión, 'Bleacher Bums', una primera experiencia tras las cámaras nada fácil de rastrear en la actualidad.
A comienzos de los ochenta, sus deseos por el cine lo llevaron a su primer largometraje, adaptando muy libremente la obra de H.P. Lovecraft en la seminal 'Re-Animator'. Ahí comenzaría otra relación con el productor Charles Band (entonces jefe de Empire Pictures), Brian Yuzna (también productor) y los actores Jeffrey Combs y Barbara Crampton.
'Re-Animator' (1985)
La película cuenta con un reparto descomunal, con Jeffrey Combs como el eterno reanimador Herbert West, Bruce Abbott, como ideal compañero de fatigas y la grandiosa Barbara Crampton aportando carisma, belleza y sufrimiento. Un clásico del cine que trasciende a la serie B y que aún hoy sigue siendo la mejor adaptación de Lovecraft a la pantalla. Gordon se aproximaría más veces al maestro, pero nunca hilando tan fino.
'Re-Sonator' (From Beyond, 1986)
En Italia y de nuevo bajo la bandera de Empire y bajo el liderazgo de Brian Yuzna, el resultado fue un cuento de horror sadomasoquista con un éxito mucho más discreto que el de la película anterior. Su ritmo incasable y su no parar de situaciones extremas y grotescas hacen de ella una de las apuestas seguras para una tarde de pandemia aburrida.
Dolls (1987)
Con un reparto que por primera vez no está a la altura de su director, 'Dolls' se queda un par de peldaños por debajo de sus trabajos anteriores, aunque eso no la convierta para nada en una mala película. Su atmósfera, la duración ajustada y algunas situaciones protagonizadas por los dueños de la mansión forman, junto al espectacular tratamiento facial de los pequeños seres inanimados (o no) alguno de los recuerdos más memorables de los videoclubs de finales de los ochenta.
Robot Jox (1989)
Originalmente un proyecto muy personal, 'Robot Jox' debería haber sido un proyecto de confianza entre Charles Band y Stuart Gordon después de varias colaboraciones, pero en realidad no fue así. Band pidió al director que le ofreciera una demostración (que finalmente servirá como secuencia de apertura) antes de involucrarse en el proyecto. Por su parte, Gordon contrató al novelista Joe Haldeman, autor de ciencia ficción galardonado por 'La guerra eterna', para escribir el guión sobre su propia historia. La relación entre ambos se inició un par de años antes, cuando Gordon pensó en adaptar su exitosa novela, publicada a mediados de los setenta.
El límite del destino (Daughter of Darkness, 1990) - El foso y el péndulo (1991)
'El foso y el péndulo', la más accesible de ambas, fue una experiencia de rodaje. Henriksen y Gordon no se llevaron precisamente bien durante las tres semanas de rodaje. Tres semanas en las que el actor, para meterse del todo en la piel del inquisidor, se alimentó únicamente a base de pan y agua, aunque algo de alcohol también se trincaba durante las visitas de Oliver Reed al plató. La película es una visión mucho más modesta de la que Gordon tenía desde hace años en el punto de mira, y en la que Peter O'Toole, Sherilyn Fenn y Billy Dee Williams eran las estrellas.
Fortaleza infernal (Fortress, 1992)
Primero como uno de los participantes en la escritura del guión del 'Body Snatchers' de Abel Ferrara (también Larry Cohen andaba por ahí), y ya luego dirigiendo la entrañable 'Fortaleza infernal', con Christopher Lambert y, cómo no, Jeffrey Combs. El presupuesto algo más elevado que el de 'Robot Jox', se tradujo en un éxito notable, sobre todo fuera de los Estados Unidos. De hecho, mucho tiempo más tarde el también desaparecido Geoff Murphy se encargaría de una secuela que no interesó a nadie, no sin que 'Escape de Absolom' también se apuntase al mismo carro.
Un castillo alucinante (Castle Freak, 1995)
Extrañamente poética, evidentemente televisiva y tan teatral como debe ser viniendo de donde viene, la película cuenta con Jeffrey Combs y Barbara Crampton echando una mano a una historia que habría necesitado una buena inyección de suero verde fluorescente para revitalizar un poco el tono. Esta producción Full Moon es una película con un par de buenas ideas, pero es fácil comprender que, con la mitad de presupuesto que 'Re-Animator', también ofrezca la mitad de diversión. Lógico teniendo en cuenta que tras unos cuantos años era la primera película de Gordon con un control total y sin restricción alguna más allá de la presupuestaria.
Space Truckers (1996)
Gordon tuvo la idea de los camioneros espaciales durante años, y terminó reuniendo un presupuesto de 25 millones de dólares. Como buen cineasta curtido en el teatro, la química de los actores se logró con mucho tiempo de ensayo antes del rodaje. Solo hubo un integrante del reparto que no quiso hacer nunca un solo ensayo y al que vemos casi siempre en una primera y única toma. A ver si adivinas quién.
The Wonderful Ice Cream Suit (1998)
Adaptando una obra de Ray Bradbury escrita por el propio autor, está protagonizada por un atractivo reparto encabezado por Joe Mantegna, que ya había hecho lo propio con su versión teatral a mediados de los 70. Ojalá Disney+ la termine por incluir entre su oferta, aunque en terreno USA la película está disponible en Amazon Prime.
Dagon: la secta del mar (2001)
'Dagon' es una película llena de luces y sombras que se complementan con gusto. La atmósfera es implacable y las localizaciones gallegas son uno de los grandes aciertos de la película. Su singular reparto presentaba a Ezra Godden, el héroe de la historia, evocando constantemente a Jeffrey Combs. Macarena Gómez debutaba en el cine como sacerdotisa y Paco Rabal se despedía del cine y del mundo de los los vivos como veterano alcoholizado conocedor de la oscuridad que rodea al pueblo.
A nivel visual, las máscaras de piel humana utilizadas por las criaturas resulta una idea tan económica como efectiva. Por desgracia, la infografía de la post-producción no estaba a la altura de todo lo anterior, dejando un regusto amargo a pesar de ser la más redonda, honesta y frenética epopeya de horror de la extinta FF.
King of the Ants (2003)
Nos encontramos ahora con los excesos habituales de un director que no quiso pasar al lado fácil, pero sin la socarronería de fondo que siempre manejaba hasta entonces. La violencia de la película perdura en el tiempo, cogiendo por sorpresa a cualquier aficionado despistado: las heridas de esta película no cicatrizan con el tiempo. Una de sus películas más ricas y personales, a pesar de no estar detrás de un guión de Charlie Higson que adaptaba su propia novela.
Edmond (2005)
Por supuesto, sus diez millones de dólares jamás fueron amortizados en su trayectoria comercial, aunque puede que su estatus de culto y los quince años que han pasado desde su estreno hayan devuelto algún dólar más. Se lo merecería.
Stuck (2007)
'Stuck' fue toda una sorpresa para quienes tuvimos el privilegio de asistir a su proyección en Sitges 2007. Una película sencilla, sin pretensiones que tiene el mérito de meternos de lleno en una historia demencial capaz de hacernos olvidar la triste realidad. Una obra a recuperar por muchos motivos. Pocos cineastas de género han dejado un epitafio tan certero. Ah, por cierto: la película está inspirada en un hecho real sucedido en 2001 en Fort Worth, Texas.
Con la pérdida de Stuart Gordon se nos va un cineasta del género irrepetible. Único y capaz de transmitir toda su personalidad a trabajos colectivos tan irregulares como los 'Masters of Horror' o 'Fear Itself'. Además, supo seguir a lo suyo y descartar una carrera entre millones y éxitos tras la creación de 'Cariño, he encogido a los niños' para seguir haciendo de las suyas con sus colegas de profesión y mundos bajos. Buen viaje, maestro. Aquí seguiremos disfrutando de tu legado hasta que nos encontremos otra vez.
Via:espinof
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