'La vieja guardia': Netflix demuestra que otras adaptaciones de cómics son posibles con un solvente espectáculo cargado de acción
La deriva que ha tomado la industria cinematográfica durante la última década nos ha hecho asociar las adaptaciones de cómics de temática superheróica —o próximas a ella— con ciertas fórmulas y patrones que, salvando excepciones, se repiten incesantes tanto en lo referente a tonos, estilos, arcos dramáticos e, incluso, aspectos sociales.
Por suerte, cada vez más cineastas se están lanzando a la piscina para demostrar que hay mucha vida más allá de Marvel y DC, siendo una de las últimas Gina Prince-Bythewood, quien, tras su escarceo con los marvelitas 'Capa y Puñal', ha decidido abordar la obra del siempre estimulante Greg Rucka trasladando 'La vieja guardia' a la pequeña pantalla.
Venir por la acción, quedarse por los personajes
El de San Francisco conoce al dedillo a sus personajes y, junto a Prince-Bythewood, ha decidido dedicar buena parte de las fugaces dos horas de metraje del filme a desarrollarlos, aportando trasfondo y detalles a su historia personal y reforzando la empatía. Esto se traduce en un contrapunto dramático que ayuda a sumergirse en el relato y lo dota de una cierta profundidad, atípica en este tipo de trabajos.
Por supuesto, contar con Charlize Theron a la cabeza del reparto aporta un tremendo valor añadido a 'La vieja guardia', que se aprovecha de su experiencia en cintas como 'Atómica' o 'Mad Max: Furia en la carretera' para dar vida a la heroína protagonista con tanto acierto en lo emocional como en la parte más física física de su trabajo.
No puedo negar que 'La vieja guardia' me ha ofrecido 125 minutos de inesperado entretenimiento de calidad que me han sorprendido por su ruptura de esquemas en lo que respecta a su violencia, a sus personajes, o al modo en que se carga de un plumazo la heteronormatividad que reina en la inmensa mayoría de producciones homólogas. Por desgracia, y pese a la satisfacción general, una vez terminada la función es imposible desprenderse de ese aroma genérico que tienden a desprender los originales de Netflix, y que impide que perduren en la memoria.
Via:espinof
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